Venció a Gasquet por un claro 6-4, 6-2 y 6-2, y ganó la Ensaladera por primera vez en su extraordinaria carrera; Suiza superó 3 a 1 a Francia
Exitoso en casi todas las dimensiones que ofrece el tenis, Roger Federer saldó hoy una de sus dos últimas deudas al derrotar al francés Richard Gasquet y darle así la primera Copa Davis de su historia a Suiza.
Número dos del mundo, Federer se impuso 6-4, 6-2 y 6-2 al 27 del ranking mundial para conquistar el punto que faltaba y sellar un 3-1 que será definitivo, ya que no se jugará el quinto partido entre Gael Monfils y Stanislas Wawrinka.
Suiza se convirtió así en el décimo cuarto país en inscribir su nombre como campeón de la Copa Davis, el máximo torneo por naciones en el tenis, cuya primera edición se disputó en 1900.
Wawrinka, número cuatro del mundo y segunda raqueta suiza, fue fundamental en la final disputada en Lille, ya que el viernes, ante una cifra récord de 27.432 espectadores, ganó sobre Jo-Wilfried Tsonga un primer punto clave en la serie. Esa plusmarca para partidos de tenis oficiales creció hoy a 27.448.
Disminuido por la lesión en la espalda que sufrió días antes en las semifinales del Masters de Londres, Federer pudo hacer muy poco en el segundo punto ante Monfils, pero subió claramente su nivel ayer como eficiente acompañante de un brillante Wawrinka en el éxito en dobles sobre Gasquet y Julien Benneteau.
El partido de hoy se abrió con un bello concierto de reveses a una mano y un Gasquet aparentemente decidido a dar la sorpresa.
Sólo una apariencia, porque una derecha paralela para sorprender a Gasquet, que lo tenía dominado, le permitió a Federer quebrar para adelantarse 2-1.
No era sencillo el desafío para Gasquet, que entró a último momento debido a una lesión de brazo de Tsonga. Al fin y al cabo, Federer lo había derrotado en 12 de sus 14 enfrentamientos previos. Hoy sumó el décimo tercer triunfo.
"Si no hubiera algo, habría estado ahí", dijo instantes antes del partido un Tsonga visiblemente triste. Es la segunda vez que una final de la Davis se le atraganta al francés, fuera del equipo por lesión en la derrota por 3-2 de 2010 ante Serbia en Belgrado.
El guión de hoy entre Gasquet y Federer no fue diferente al de tantos partidos previos. El francés jugó grandes puntos, en tanto que Federer hizo un gran partido. De su lesión de espalda, ni rastro hoy.
El francés salvó tres set points sirviendo 3-5, pero Federer se llevó con comodidad el juego siguiente y el 6-4 definiendo con una derecha cruzada.
Parte del público en el estadio Pierre-Mauroy entonaba el himno francés en los cambios de lado, un poco como apoyo a su jugador, otro tanto como divertimento ante lo evidente: difícilmente Federer dejaría pasar la oportunidad.
Si se extractaba uno de los muchos puntos lúcidos del partido y se lo observaba aislado del resto, se podía llegar a la conclusión de que Gasquet jugaba de igual a igual con Federer. Al fin y al cabo, los dos son dueños de golpes de excepción, los dos son capaces de jugar y ganar puntos soñados.
Con una perspectiva mayor, en cambio, con una foto más amplia, estaba claro que el tenis del francés era tan bello como en general inofensivo. El de Federer, en cambio, es tan bello como mortal.
Tanto es así, que el ex número uno del mundo abrió el segundo set quebrando el servicio de su rival, abúlico y superado en uno de los momentos más importantes de su carrera.
Ese segundo set se cerró por 6-2 con un drop de revés perfecto por parte de Federer, que ya no levantaría el pie del acelerador.
Gasquet seguiría maravillando de tanto en tanto con su revés, salvando break points y apretando el puño, buscando convencerse de que su tenis tiene ese "plus" que en realidad no tiene: dientes apretados, lucha, mente, corazón.
Todo eso sí lo tiene Federer, que a los 33 años parece no querer retirarse nunca. Dueño de 17 títulos de Grand Slam, ahora ya tiene también la mítica ponchera de plata que Dwight Davis convirtió 114 años atrás en Boston en un objeto mítico.
Federer inscribió su nombre y el de Suiza con un drop de revés que clausuró el desigual encuentro.
Tras el descanso y la pretemporada, el suizo buscará sumar en 2015 un décimo octavo título de Grand Slam que agigante su figura en la historia. Luego llegará 2016, el año de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, su última oportunidad de sumar al oro en dobles que ya tiene desde 2008, la misma medalla en individuales..
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