Los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto vencieron ayer 2-0 a Independiente y siguen en el torneo federal.
Lanús recuperó la sonrisa. Tras interrumpir, anoche, una buena racha que atravesaba Independiente, al ganarle 2-0 en La Plata, avanzó a los cuartos de final de la Copa Argentina.
En el estadio Ciudad de la capital provincial, el Granate, dirigido por el mellizo Guillermo Barros Schelotto, fue más oportuno y se llevó una victoria merecida.
El mediocampista Román Martínez abrió la cuenta a los 29 minutos de la primera etapa. Y el habitual enganche (ayer extremo por la izquierda) Gonzalo Castellani, con un disparo ajustado, amplió las cifras a los 7 del segundo período.
Etapa inicial
El primer tiempo resultó flojo, con escasas llegadas. Empezó mejor el Rojo de Mauricio Pellegrino (ayer perdió su primer partido tras siete presentaciones), con buen manejo de pelota, pero sin profundidad.
En ese contexto hubo una buena cobertura de los zagueros centrales del Granate frente a lo que pudieren generar los delanteros Diego Vera y Lucas Albertengo.
En la única chance cierta, a los 11 minutos, un remate de Martín Benítez fue controlado en dos tiempos por el guardavallas Matías Ibáñez.
Una vez pasado el cuarto de hora inicial emparejó Lanús, pero el trámite se enredó en la mitad de la cancha. Hasta que a los 29, el lateral Carlos Araujo trepó por derecha y metió un pase en cortada, entre líneas, para un Martínez que la aguantó bien y metió un disparo, a rastrón, que dejó indefenso al golero Diego Rodríguez.
El complemento
Con la obligación de revertir el resultado, el técnico Mauricio Pellegrino mandó a la cancha a Matías Pisano y sacó a Jesús Méndez. El ex Chacarita, con mayor criterio, intentó hacerse protagonista y asumir la conducción. Pero Lanús, agazapado, esperó su momento para lastimar en las contras.
Y en una de ellas, a los 7, una muy buena maniobra colectiva que nació de los pies de Román Martínez, se prolongó en un tacazo de Lautaro Acosta y por el costado derecho del área apareció Castellani, para meter un remate fuerte que se tradujo en el segundo tanto.
La conquista relajó a un Lanús que le cedió el balón a Independiente, que ganó mayor precisión en el traslado con la entrada de Claudio Aquino (reemplazó a un ayer inexpresivo Albertengo), pero no tuvo la suficiente presión arriba como para inquietar a Ibáñez.
Apenas dos incursiones ofensivas de Benítez causaron cierta inquietud al arquero Granate, que respondió muy bien y abortó cualquier intento del Rojo.
Lanús fue oportuno, se sacó un rival duro de encima y accedió a los cuartos de final. Independiente, por su lado, tiene un objetivo menos en la temporada y solamente le quedan la Copa Sudamericana y el torneo local, más allá de que no asome en la zona de vanguardia (está a ocho puntos de los líderes San Lorenzo y Boca Juniors).
Espera rival
Lanús se medirá en la siguiente instancia del torneo más federal del país ante el ganador del cruce que sostendrán Gimnasia y Esgrima La Plata y Velez Sarsfield.
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