La administración de Santa Lucía obtuvo la más alta nota. Fuera del Gran San Juan, Jáchal, el peor.
La conducción de 9 municipios quedó bajo la lupa de los vecinos y dejó como resultado que la de Pocito recibió el más alto nivel de aprobación, mientras que la de Jáchal se llevó el más fuerte de los rechazos. El listado se completa con Capital, Rawson, Rivadavia, Chimbas, Santa Lucía y Albardón, cuyas gestiones recibieron el OK de la gente, aunque cada una con diferentes matices. Y por último está Caucete, en el que la imagen que se impuso es la de una administración regular.
El balance a 3 meses de la renovación de mandatos es fruto de una encuesta que realizó en exclusiva el IOPPS para DIARIO DE CUYO, en la que midió la imagen que tienen los pobladores de cómo están llevando adelante las riendas de los municipios sus respectivos intendentes. Se trata de la primera entrega del relevamiento en las 19 comunas que este medio irá dando a conocer.
En este primer sondeo, la administración de Pocito alcanzó el máximo escalón de aceptación con el 68,7 por ciento, parámetro que está compuesto por la calificación del vecino de ‘’muy buena’’ y ‘’buena’’ gestión (Ver infografía). El departamento es conducido por el justicialista Fabián Aballay, quien va por su segundo período y no ha sufrido el desgaste que suele acarrear el paso del tiempo. De hecho, en las elecciones de octubre, el pocitano fue el intendente que más porcentaje de votos cosechó al llegar al 66,17 por ciento. Está al frente de una comuna clave para el oficialismo, ya que de esa tierra surgió el actual gobernador Sergio Uñac.
En el otro polo se ubicó la gestión jachallera, en la que predomina el rechazo del 34,2 por ciento de los consultados. De acuerdo al sondeo, el porcentaje se compone de una visión “mala” y “muy mala” del camino que está llevando adelante el intendente Miguel Vega. Tras esa imagen, le sigue una calificación regular del 34,1 por ciento de los vecinos. El jefe comunal sucedió al ahora diputado Jorge Barifusa. Ambos son justicialistas, aunque de distintos espacios, y la relación que mantienen no es la mejor. El distrito está atravesado por las críticas antimineras que enarbola la asamblea “Jáchal no se toca”, que plantó una carpa en la plaza principal y hace unas semanas escrachó tanto a Vega como a Barifusa. Además, hay cuestionamientos de los vecinos por el estado de las calles de la villa cabecera, en donde se está llevando a cabo la obra cloacal y no se ha repavimentado.
En el lote de los que superan el 60 por ciento de aprobación se encuentran 2 gestiones que han sido reelegidas y una que va por su primera experiencia. En el primer caso está Albardón con el 66,7 por ciento y Santa Lucía con el 65 por ciento. El intendente justicialista Juan Carlos Abarca y el basualdista Marcelo Orrego, respectivamente, siguen cosechando el respaldo de la gente, el cual los depositó a cada uno al mando de sus comunas debido a las administraciones que están encarando. El que ganó un lugar en el selecto grupo de los de más arriba es el peronista Fabián Gramajo, de Chimbas. El jefe departamental recién va por su primer mandato y cuenta con una aceptación del 62,2 por ciento.
En el grupo de los aprobados, en un escalón más abajo aparecen las administraciones de Rawson, Capital y Rivadavia. El primero es comandado por Juan Carlos Gioja, que logró la reelección con un amplio margen y luego de 3 meses de su nuevo período cosecha el visto bueno del 47,6 por ciento de los pobladores. Además de Gramajo, otro de los debutantes en el manejo de la gestión municipal es el capitalino Franco Aranda, quien alcanzó una aceptación del 45,8 por ciento. Por su parte, el basualdista Fabián Martín también enfrenta su primer desafío comunal en Rivadavia y el apoyo es del 44,4 por ciento de los consultados.
Por último aparece Caucete, en la que la gestión del intendente basualdista Julián Gil fue calificada como regular por el 40,5 por ciento de la gente. El nivel de aprobación que recibió fue del 35,2 por ciento, mientras que el de rechazo fue del 21,6.
Los encuestadores entrevistaron a 1.400 personas en los 9 departamentos, en forma proporcional a la cantidad de electores en cada uno de ellos.
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