La bellísima “hermanita” se siente perseguida por sus compañeros que no dejan de tratarla de “gorda”.
Los chicos ya no tienen reservas de comida y algunos de los participantes se vuelven irascibles cuando el hambre apremia.
Lo cierto es que el “buen comer” de Romina comienza a molestar dentro de La Casa y sus “hermanitos” la tratan de “gorda”.
La rubia se angustia y entra en un desborde emocional difícil de controlar y todo se vuelve oscuro para ella.
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