En la primera línea del gabinete nacional, han llegado a la conclusión de que el kirchnerismo, sigue aferrado al botín de las cajas de organismos de sensible importancia. En el caso de Mar del Plata se observa que esa continuidad es prolongada por tentáculos locales.
Esta situación fue advertida po rmdphoy.com en los tres primeros meses de gobierno agitado, puntualizándolos, como proclives a devastar e implosionar esta fórmula “contra natura” que arrojó el resultado electoral en nuestra ciudad.
Es necesario apoyarnos en el comentario de Mariano Obarrio, quien señala: “El ala política dijo que la ANSES, el PAMI, Trabajo y Desarrollo Social le giran fondos a los K”. Siendo módicos en General Pueyrredon esa extensión del manejo se observa en varios casos, algunos de ellos más notables, y de los mismos surgen usinas, que no son compatibles para un gobierno de escasa salud política como el marplatense. OSSE, la Secretaría de Seguridad (Arroyo es un tenedor precario), la recolección de residuos y ahora el ENSUR, cuya gestación “in tempore” es la interpretación del género de una novela de terror, un amañado contrato de recolección de residuos, que se absorbió sin beneficio de inventario, una continuidad de la política de personal, el festival de la planta política y el jaque permanente de un sindicato que promete paros por las dudas. Todo rodeado por el descalabro económico de la herencia recibida, que ya es un cóctel explosivo, sólo falta que el ISIS infiltre un hombre a punto de detonarse. Este es el cuadro de situación. Todo esto es una gran bola K.
CAMBIEMOS en Mar del Plata, es un bollo de papel que murió el 25 de octubre. Las luchas intestinas por las disputas del poder entre sus componentes, han tensado una relación que se caracteriza por la política en estancos. “Protestas en el Gobierno por programas y cargos que favorecen al kirchnerismo”, dice Obarrio en su título, pero no se refiere a Hipólito Yrigoyen 1627 de Mar del Plata, sino a la propia Casa Rosada, sí en Balcarce 50. Hablando en plata si sumamos lo de allá más la versión local, se logra una versión, cuyo producto estamos observando. Es inevitable imaginar una olla a presión, con los ingredientes propios de una ciudad en la que corrieron a piedrazos al presidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri. Operaciones de esa naturaleza son financiadas por todas y/o cada una de las cajas mencionadas. Por ejemplo Fernando Alí en el PAMI local, acaba de ser removido, 9 meses después de pavonearse como un exponente del kirchnerismo. El ex poderoso multimedios, sigue operando como si Scioli no hubiera desaparecido del mapa político. Si este cúmulo de razones no se entiende es porque estamos viendo otra película.
El Dueño y la Dueña: Cristina Fernández de Kirchner, Florencio Aldrey Iglesias, Daniel Scioli y un relegado Florencio Randazzo.
El PRO paga un costo elevadísimo por su falta de dominio territorial, en su desembarco podría ser más dura la calificación, pero para eso lo dejamos a Don Sáenz Saralegui, el presidente del HCD que a boca suelta habla de la inexistencia en Mar del Plata del partido político de color amarillo. “No es para cualquiera la bota de potro” acierta el refrán gauchesco. Las complicaciones propias, son desbordantes, como si hiciere falta algo para hacer más visible aún el julio y agosto, comprendidos en el segundo semestre.
Hay como un clima de que la suerte está echada. La dirigencia marplatense del partido presidencial más los enviados especiales que auguraban refuerzos, tablero de control, el RIL, etc. han sido sumidos en el mutismo más absoluto ¿Qué habrá hecho Mar del Plata, para merecer esto? En el 2001, sólo hay un cabo del ovillo, pero la madeja no dejó de enmarañarse en la “década ganada”, todo se desaprovechó. La desaceleración del pulso que desemboca en una crisis, ya entró en una frecuencia en la cual los latidos son cada vez más débiles. Sólo la caída de CAMBIEMOS, con el PRO y la UCR adentro, interrumpirá un proceso legítimo que votó hace menos de un año la ciudadanía. Tras ese pronunciamiento también están hablando los Tribunales: un saqueo a ultranza nunca visto de todo el Estado. Esa reconstrucción demanda tantos años de reparación, que la política deberá dárselos en tiempos que son imprescindibles.
“Si les damos recursos, al menos hay que poner la condición de que no nos tiren piedras, no pongan palos en la rueda ni conspiren”, señalaron en el “ala política”. En nombre de la paz social, muchos dirigentes locales de Cambiemos se sienten postergados, pese a que ayudaron en la campaña de 2015.
Incluso, municipios ultrakirchenristas como La Matanza, Avellaneda, Berazategui y Moreno fueron escenario de actos en los que se vaticinaba “la caída de Macri”, dice también Obarrio, de lo cual surgen conclusiones obvias ¿O no?
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