La compañía en la fórmula de un K neto hizo que el gobernador bonaerense recoja adhesiones en el arco local.
Si algo le faltaba a Daniel Scioli para galvanizar su candidatura presidencial en el seno del peronismo K era la compañía de un paladar negro como Carlos Zannini, estrategia que le valió el apoyo contundente de los principales cuadros distritales del PJ, incluida la conducción chaqueña.
Era evidente que el gobernador bonaerense necesitaba impregnarse del kirchnerismo más concentrado para ser aceptado en los sectores partidarios más identificados con el modelo y así lo hizo al convocar al secretario Legal y Técnico de la Presidencia como compañero de fórmula.
La reacción de los cuadros más gravitantes del peronismo chaqueño fue sintomática y coincidente con el cambio de actitud que se evidenció en prácticamente todos los niveles donde Florencio Randazzo había logrado demostraciones de respaldo.
Empezando por el gobernador Jorge Capitanich, las expresiones de apoyo a la fórmula Scioli-Zannini se multiplicaron el miércoles ni bien el exmotonauta confirmó que su escolta sería una de las figuras políticas más ligadas al proceso político que Néstor Kirchner lideró hasta su fallecimiento.
«Esto no me sorprende, Zannini es un hombre de extrema confianza de la Presidenta y un funcionario con la capacidad necesaria para encarar este desafío, además de un amigo personal mío», fueron las primeras declaraciones del mandatario chaqueño que pocos días antes sonó como posible vice de Randazzo.
En los hechos Coqui es uno de los confidentes de la primera mandataria que valoró su lealtad y sabe que su partido lo juega en el Chaco, lo cual disipa cualquier interés oculto que suele colegir en otros dirigentes a los que desconfia.
Es que hasta hace pocos días, como se pudo observar durante la reciente visita del ministro del Interior al Chaco, Capitanich mostraba cierta distancia del sciolismo a la espera de una definición de la Casa Rosada, donde su colega de la provincia de Buenos Aires no lograba el consenso que finalmente obtuvo al conformar dupla con Zannini.
Otro chaqueño de la primera línea que apoyó en las últimas horas la definición de Scioli fue el candidato a gobernador por el Frente Chaco Merece Más, Domingo Peppo, quien resaltó la lealtad sciolista al recordar que el candidato presidencial acompañó al kirchnerismo durante cuatro años como vicepresidente de Néstor y en los casi ocho años que lleva al frente de su provincia.
«Daniel mantuvo siempre su compromiso intacto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y además siempre tuvo una mirada especial hacia el Chaco», puntualizó Peppo en clara sintonía con la posición adoptada por Capitanich.
Lo mismo hizo el diputado nacional José Mongeló, un kirchnerista de la primera hora que celebró la llegada de Zannini a la fórmula del Frente Para la Victoria a la vez que elogió la capacidad estratégica de Scioli al remarcar que «es un as que tenía guardado bajo la manga».
Para Mongeló la presencia del secretario Legal y Técnico en el segundo lugar del binomio presidencial ordena los alineamientos puertas adentro del Frente Para la Victoria y compromete a todos los peronistas a trabajar en un solo sentido «en todo el territorio nacional».
Es justamente lo que ocurrió en el PJ chaqueño en las últimas horas, con un Capitanich que confirmó su candidatura a intendente de Resistencia enfocado en la estrategia provincial de la unificación y lejos, al menos por ahora, del armado nacional donde Randazzo se bajó y Scioli pasó a ser un indiscutido. Lo antes señalado concuerda con los anticipos que hizo La Voz del Chaco hace tiempo, Coqui no serían un candidato testimonial, no volvería al Senado de la Nación, y que se quedara en su provincia para custodiar el territorio ganado y afianzar su liderazgo en el peronismo chaqueño, objetivo sólo posible con la vivencia, la gestión en la comuna y el día a día con los dirigentes de las distintas localidades, sin perjuicio de que pueda iniciar un trabajo a largo plazo a nivel país consciente de que el nuevo mapa del peronismo no muestra sobrevivientes salvo el propio Capitanich. Randazzo, sin territorio, no le será fácil reconstruir poder. Su relación con Cristina quedó dañada. Scioli no le dará espacio. El otro en carrera es Juan Manuel Urtubey, aunque los tiempos quizá sean distintos para uno y otro.
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