La abogada constitucionalista criticó el proyecto que envió el Presidente al Congreso: "Hay un montón de artículos que están destinados a ser negociados para poder darle a los falsos opositores algo a qué oponerse", enfatizó.
Graciana Peñafort se mostró preocupada por las delegaciones al Presidente que implica la ley ómnibus: “Significan que Javier Milei podría llevar adelante casi toda su gestión de gobierno sin pasar por el Congreso de la Nación”, afirmó la legisladora de la ciudad de Buenos Aires en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Graciana Peñafort es legisladora de la ciudad de Buenos Aires por Unión por la Patria, es abogada y representó a Cristina Fernández de Kirchner, Héctor Timerman y Guillermo Moreno, entre otros dirigentes políticos.
¿Qué es lo que más te preocupa de lo que pudiste leer de este proyecto de ley?
Me preocupa el modelo profundamente autoritario y antidemocrático que implica esta ley ómnibus, e incluye una gran cantidad de delegaciones prorrogables por un tiempo muy largo y que significa que Javier Milei podría llevar adelante casi toda su gestión de gobierno sin pasar por el Congreso de la Nación. Yo sé que algunos consideran que el Congreso es tedioso, tal vez hasta inútil, pero es una parte de la democracia muy importante. Es donde están nuestros representantes, si no, no elegimos presidente en un régimen parlamentario, tendríamos monarcas.
Otro de los cambios relacionados con el funcionamiento de la democracia tiene que ver con el sistema electoral. ¿Cuál es tu análisis del cambio en la forma en la que se eligen los legisladores?
Primero daría una apreciación de orden político y luego de orden jurídico. ¿Por qué supone que los legisladores de las provincias van a votar tener menos legisladores? La cantidad de legisladores que le corresponden a las provincias lo determina una ley del Congreso por mandato constitucional.
Otra situación es cómo se va a distribuir el país en las elecciones. Es el fin de las minorías. Lo que plantea es un modelo de totalitarismo y excluyente de la participación ciudadana. Yo creo que el Presidente ha puesto en esta ley ómnibus un montón de disparates para poder negociar. Este régimen para juntarse en una plaza o en un espacio público con más de dos personas, donde hay que pedir autorización al Ministerio de Seguridad, es algo que se hace en un estado de sitio, no en democracia.
Leo algunas cosas y veo con son terribles, pero me dan risa. No puedo creer que se escriban semejantes cuestiones. Hay cosas absurdas como la disolución del Fondo Nacional de las Artes.
Claro, el golpe a las bibliotecas, a los centros culturales....
Exactamente, me parece una cosa totalmente desquiciada en un país que siempre ha fomentado el acceso a los bienes culturales. El Fondo Nacional de las Artes no genera un costo, es derogarlo por derogarlo. No puedo creer que se le ocurran estas cosas, más allá de las cuestiones que ya son directamente locas. ¿Por qué los jueces van a usar toga y van a abrir y cerrar las sesiones con un martillo? Dejen de ver Netflix.
¿Te imaginás entrar a un juzgado y ver a un juez con toga y un martillo?
Aparte, yo los conozco de traje. Incluso en verano vemos algunos en remera. Por eso digo, mi primera reacción es reírme. Tal vez sea un refugio de mi cabeza para no enloquecer. ¿Cómo van a escribir esto? También creo que detrás de estas cosas ridículas, hay un montón de artículos que están destinados a ser negociados para poder darle a los falsos opositores algo a que oponerse: "¡Nosotros logramos que los jueces no tengan que usar toga!". No, el problema de los jueces no es usar toga o traje, el problema de los jueces pasa por otro lado.
¿Ves una reacción de la oposición ante esta situación?
Depende de a qué le llamás oposición. A los que veo orientados, porque estoy en contacto permanente, es a sectores del peronismo que claramente están defendiendo determinadas cuestiones que me parecen esenciales. Nuestro jefe de bloque en Diputados, Germán Martínez, ya ha sido claro y taxativo respecto a cuál va a ser la opción de la bancada en relación al DNU.
El presidente de la bancada del radicalismo ha dicho que no tendría tanta objeción en aprobarlo. Son posiciones distintas. Es difícil hablar de la oposición porque hoy la oposición está fragmentada. Estamos viendo en estos días a los reyes del eufemismo y a mí me preocupa porque hay muchos que son honestamente radicales, cultores de la idea del progreso, de la democracia y no son Milei.
Recién salió Javier Milei a saludar desde el balcón de la Casa Rosada...
Lo que sucedió recién en Plaza de Mayo es que había periodistas porque estaban desalojando a las carpas de las comunidades originarias y luego los turistas se acercaron cuando apareció Milei.
Es una situación extraña con el presidente saludando a los turistas en medio del conflicto con los pueblos originarios.
Yo siento que es como la película The Truman Show. Es un gran montaje que es la versión moderna o posmoderna de aquella frase "si no hay pan, que haya circo". Como efectivamente no hay pan, lo que están dando es circo. Es parte de su estrategia de distracción.
Hace unos días me consultaban sobre si "Pepín" Rodríguez iba a regresar o no a la Argentina y la verdad, con los problemas que hoy tiene el país, el regreso o no de "Pepín" me importa dos rabanitos. Hay cosas más importantes, pero son estas estrategias de distracción para evitar concentrarnos en los problemas reales.
Pasamos de un protocolo de antipiquetes que duró menos de una semana. El día que lo abrieron, los que protestaban marchaban en fila india y a la noche la clase media cortó las calles. El protocolo no tuvo ni 12 horas de aplicación. Pasamos a un DNU totalmente inconstitucional y luego a este proyecto de ley ómnibus que es realmente un desquicio y una autocracia y, si no fuera real, sería un gran guion de comedia.
Fernando Meaños: Al ser un proyecto tan particular, ¿qué circuito cree que puede tener en el Parlamento? ¿Podría haber alguna chance de que algunos de estos temas pudiesen tratarse por separado?
Creo que el proyecto en su totalidad es imposible de aprobar. Es más, los últimos artículos del DNU son completamente inconstitucionales. Podría suceder que, cuando el proyecto vaya a las comisiones, salgan dictámenes parciales que podrían ser aprobados.
Si existiesen esos dictámenes parciales, ¿alguna parte pequeña de este proyecto interminable sí podría tener aprobación?
Claro, pero hay que ver si los legisladores de ellos van a conseguir los votos para fragmentar el proyecto.
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