Habitualmente Grabois no anda con chiquitas, y ahora tampoco. A punto tal que se candidateó como referente principal de una alternativa de izquierda dentro del Frente de Todos, apelando al slogan característico del 2002: "Que se vayan todos".

En su entorno aseguran que el piquetero sueña con ser el Gabriel Boric argentino, ya que el presidente chileno está vinculado a los movimientos sociales desde los inicios de su carrera política, en ocasión del movimiento estudiantil de 2011 y, más tarde, con el estallido social de Chile de 2019.

A excepción del Evita, los movimientos sociales comenzaron a distanciarse del gobierno hace unos meses y ahora parecen decididos a pasar a la oposición sin más vueltas.

En el caso de Grabois, su respuesta ante el anuncio de la ministra Victoria Tolosa Paz del bono de 13.500 pesos en dos cuotas para beneficiarios del Potenciar Trabajo, fue brutal: "Es una burla, un escupitajo en la cara de los pobres”. E inmediatamente le recriminó al gobierno que "ni Macri se animó a tanto".

Pero, no contento con esto, poco después salió nuevamente con los tapones de punta: "Hace muchos años que no escucho a nuestra gente cantar 'que se vayan todos' y no hay dirigente que lo pare", amenazó por Twitter.

Además, en sus redes sociales les recomendó a las autoridades: "No sean necios. No le saquen a los humildes lo poquito que tienen. Ustedes ya se hicieron ricos pero medio país come mal y vive peor". Ante la falta de respuesta del ejecutivo, el dirigente social insistió en que se pondría a la cabeza de una alternativa de izquierda para representar a los excluidos en el próximo proceso electoral. “Al menos tengo tres ideas”, insiste.

Aunque todavía no ha precisado cuáles son.