Juan Grabois se lanzó para presidente, aunque se bajaría si va Wado u otro K. Promete dar tierra para vivir y trabajar, "sin pelearse demasiado con nadie". Y busca contener dentro del Frente de Todos los votos desilusionados que se van por izquierda.
Si le preguntan, Juan Grabois dice que no es kirchnerista. Pero su spot de campaña no deja dudas de qué lado de la interna peronista juega: ahí se funde en un abrazo con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Ella le habría dicho tiempo atrás, “Dejate de joder, vos tenés que hacer política”, según contó Grabois cuando presentó su libro Los Peores, con el gobernador Axel Kicillof. Y siguió su consejo: “Yo me quedé pensando capaz tiene razón, ahora soy precandidato a presidente”. Por lo menos mientras Wado de Pedro no se candidatée -según afirma- o la propia Cristina. Así se lanzó Juan XXIII.
"Cristina no me dijo que sea candidato" -aclaró luego en una entrevista con Novaresio- "pero tampoco está en contra". Sin cargo político en su curriculum, Juan Grabois se quiere mostrar como un outsider dentro del Frente de Todos y dice que sería mejor presidente que Alberto Fernández o Mauricio Macri.
Pero hace tiempo que Patria Grande -su frente político- se integró al régimen de partidos tradicionales, como una especie de ala izquierda del kirchnerismo. Así, bajo la disciplina peronista, sus diputados votaron el Presupuesto de ajuste 2023 y aportan lo suyo al volumen político de Sergio Massa.
Grabois y Patria Grande se ubican en un espacio K "prestado", a la espera de algún otro candidato, mientras prometen contener la fuga de votos desilusionados hacia el Frente de Izquierda Unidad, que en la última elección se posicionó como tercera fuerza nacional.
Juan XXIII: Grabois promete, el FMI somete
Mientras se definen las internas, Juan Grabois ya lanzó su campaña. "Yo prometo" -dice como slogan- "Antes se decía que los políticos prometen, pero no cumplen. Ahora ni prometen".
Su propuesta más fuerte viene siendo: un lote para cada familia. Proyecto que plantea como una suerte de reforma agraria.
"En 4 años hago por lo menos 1 millón de lotes para las familias argentinas y resolvemos el 80% del déficit habitacional. Sé cómo se hace, no tenés que expropiar nada, no te tenés que pelear demasiado con nadie", promete Grabois. Su plan estaría orientado a lotes para vivienda y para pequeños productores agrícolas. También promete urbanizar los barrios. Y construir 20 mil departamentos de alquiler social para los jóvenes, en Ciudad de Buenos Aires.
El déficit habitacional es de 3.800.000 familias en todo el país, por lo que el cálculo no cierra. Pero por fuera de números, lo más complicado del planteo de Grabois es decir que se puede conquistar tierra para vivir y trabajar, "sin pelearse demasiado con nadie" y sin afectar los intereses de la gran propiedad privada.
Incluso si el proyecto de Grabois se quiere realizar solo en terrenos fiscales (públicos), se encontrará con los negociados de los gobiernos locales con especuladores inmobiliarios y otras empresas. Tal fue el caso de la gran toma de Guernica, en provincia de Buenos Aires.
Miles de familias fueron desalojadas de un terreno descampado y sin títulos de propiedad, por el gobierno de Axel Kicillof, con la mano dura de Sergio Berni y las negociaciones desleales de Andrés Cuervo Larroque. El kirchnerismo decidió defender el negocio de los contris y dejó en la calle a niños y mujeres víctimas de violencia de género.
Acá cabe otra reflexión. Si Grabois está dispuesto a bajar su candidatura ante Wado de Pedro u otro candidato K: ¿por qué un gobierno kirchnerista tomaría un camino distinto a la represión que ya desplegó ante crisis habitacional en toda la provincia?
Pero aún si adminitiéramos que Juan Grabois sería capaz llevar adelante su promesa sin pelearse demasiado con ningún gran propietario, empresa o intendente: la necesaria urbanización de los barrios y el acondicionamiento de los lotes, demanda una cantidad de dinero y recursos que están siendo recortados y permanecen "incautados" por las metas de déficit fiscal y otras imposiciones del pacto con el FMI.
Sin enfrentarse al ajuste y al Fondo, no existe salida favorable para el pueblo trabajador y las mayorías populares: ni en la vivienda, ni en cualquier otro área.
Esto lo tiene claro el Frente de Izquierda Unidad que propone un plan de obras públicas que genere puestos de trabajo genuino y con derechos y que impulse la urbanización y construcción de viviendas populares. Además de avanzar sobre la vivienda ociosa y la propiedad concentrada de los grandes terratenientes.
Para conseguirlo, el planteo es frontal: hay que desconocer la estafa de la deuda externa y poner todos los recursos de la Economía en función de las necesidades del pueblo trabajador y las mayorías populares. Sin plantear una salida independiente y de combate, no hay "reforma agraria" posible.
Un outsider en el Frente de Todos
Grabois parece querer mostrarse como un outsider, dentro del Frente de Todos, cuyo perfil puede atraer los votos desilusionados que se le escapan al kirchnerismo por izquierda.
La palabra en inglés refiere a un individuo que parece venir de afuera de “la política” (del régimen político). Como el caso de Pedro Castillo en Perú, por izquierda o Jair Bolsonaro en Brasil por derecha.
Fundador del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois es conocido por ser un cercano admirador del Papa Francisco y un destacado referente de los “movimientos sociales” oficialistas nucleados en la UTEP.
Éste sector en 2019 acompañó la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner, y se integró primero al Frente de Todos y luego al Gobierno con algunos funcionarios, como Emilio Pérsico (Movimiento Evita) en el Ministerio de Desarrollo.
Aunque Juan Grabois nunca ha tenido un cargo político, integra el Frente de Todos a través del frente Patria Grande. Sus diputados son Itaí Hagman, Federico Fagioli (Movimiento Evita) y la diputada cartonera Natalia Zaracho (MTE).
Patria Grande: se dobla pero no se rompe
Este es el bloque que amagó con romper con el Frente de Todos durante el tiempito en que Silvina Batakis fue ministra. Pero la tensión duró poco y reafirmaron su pertenencia al Gobierno, cuando el ministro Sergio Massa pactó el suculento dólar soja para el campo, junto a una mínima asistencia económica para personas en situación de indigencia, solo por fin de año.
Juan Grabois explicó que habían querido romper por “la falta de medidas redistributivas”, pero que estas “tardíamente aparecieron” de la mano de Sergio Massa. Así que podían “al menos sentir la satisfacción de que la acción colectiva firme y consecuente rinde frutos para construir justicia social”.
Previo a este pacto, Juan Grabois se mostró combativo: fue vocero en algunos actos y marchas junto a la conducción de la UTEP. Los trabajadores “excluídos” y organizados en la “Economía popular”, llegaron a confluir en las calles con las organizaciones independientes del Gobierno, nucleadas en la Unidad Piquetera -quienes durante todo el año y hasta hoy desplegaron movilizaciones y acampes de miles de familias, contra el ajuste.
Pero el plan de lucha de la UTEP, que tenía como bandera el proyecto de Ley de Salario Básico Universal, terminó casi sin haber empezado. El proyecto dormirá en algún cajón y el bono de fin de año ya se gastó.
Entre Patria Grande y Juan Grabois, mantuvieron la disciplina de bloque y frenaron el despliegue de fuerzas de sus movimientos, para acompañar la gestión de Sergio Massa, a la par del kirchnerismo y las cúpulas sindicales.
Por su parte, Massa continuó el ajuste que pactó Martín Guzmán con el FMI y lo profundizó. Con aumento de tarifas, recorte presupuestario, jubilaciones de indigencia, salarios a la baja. Junto al ajuste y transferencia de ingresos que provoca la inflación.
La dinámica de aumento en la desigualdad social continúa.
Patria Grande: amagar a combatir y pactar
Dentro del Congreso, los diputados de Patria Grande -junto a los diputados kirchneristas- tuvieron una actitud similar de amagar a combatir y luego pactar, frente a las dos votaciones más importantes que hubo, relacionadas a la estafa de la deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri con el FMI.
- Regenociación de la deuda: negativo y abstenciones
Marzo 2022. La renegociación de la deuda -que la diputada y precandidata a presidenta, Myriam Bregman, calificó de pacto de coloniaje y el Frente de Izquierda Unidad rechazó en el Congreso y en las calles junto a otras organizaciones- fue una votación incómoda para La Cámpora y Patria Grande.
Gran parte del kirchnerismo se jugó al voto negativo o la abstención, aunque con las cuentas bien estudiadas para garantizar el quórum. Luego descomprimieron esta tensión atizando la salida de Martín Guzmán, el ministro de la renegociación.
En el bloque de Patria Grande: Itaí Hagman habló contra el acuerdo, pero se abstuvo; Natalia Zaracho y Federico Fagioli votaron en contra.
Desde que el Gobierno y la oposición de Juntos votaron el acuerdo con el FMI: los grandes empresarios aumentaron sus ganancias a costa de una caída en en los ingresos de los trabajadores. Fue una transferencia de más de 20 mil millones de dólares del bolsillo del pueblo trabajador hacia los sectores de poder económico concentrado.
Te puede interesar: Video. ¿quién se quedó con tu parte de la torta?
- Presupuesto 2023: a favor del ajuste
Octubre/noviembre 2022. Luego de haber amagado con “correrse” del Frente de Todos, y ya habiendo conciliado con Massa, Patria Grande levantó la mano para votar a favor del ajuste presupuestario que diseñó el ministro bajo supervisión del FMI. Lo mismo hizo el kirchnerismo. Fue una votación sin fisuras por parte del peronismo y del Frente de Todos.
El Frente de Izquierda Unidad fue la única fuerza política que rechazó el Presupuesto de ajuste, dentro del Congreso y en los lugares de trabajo, de estudio y en los barrios. Por fuera de las derechas que pedían mayores ajustes.
La precandidata Myriam Bregman denunció: "Se aumenta el pago de los intereses de la deuda fraudulenta que dejó Macri y se recorta en todas las partidas sociales, es el presupuesto más chico en relación al PBI de este siglo. Estamos hablando de un ataque y un recorte profundo".
“Esto está diseñado en Washington: el propio mensaje del Poder Ejecutivo dice que esto está acordado con el FMI” -planteó su compañero de fórmula, Nicolás Del Caño.
Esta vez no hubo discursos combativos por parte de los diputados de Patria Grande, continuó la disciplina política al plan del Gobierno.
Para enero 2023, no conforme con recortar en Salud, Vivienda y Educación, el ministro Massa recortó más de 300 mil millones en políticas alimentarias y otros programas sociales. Por su parte, Victoria Tolosa Paz, continúa el ajuste en los Potenciar trabajo. Y la UTEP sigue de tregua.
Elecciones 2023
La interna peronista de cara a las elecciones presidenciales, por ahora se definirá entre el kirchnerismo, el albertismo y el massismo. Juan Grabois y Patria Grande se quieren mostrar como una alternativa "independiente", pero buscan contener la fuga por izquierda de votos desilusionados, mientras esperan que el kirchnerismo defina un candidato.
Hacia el final del juego, es probable que la actitud de amagar a combatir y luego pactar, termine llevando a Patria Grande a votar al candidato con mayor volumen político. Outsiders o no, se han integrando al régimen de partidos tradicionales y al peronismo. El "mal menor" 2023 podría ser Sergio Massa, aunque no hay nada definido.
Profecía apócrifa para Juan XXIII, pues aún todo está por verse.
Comentá la nota