Hace pocos días se aprobó el último balance financiero en las nuevas e imponentes instalaciones con las que cuenta el Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba en Coquimbito. Más de 200 socios acudieron a la cita en la cual estuvo presente, entre otras autoridades, el presidente de la institución, José Mansur.

Hasta ahí, todo bárbaro. La casa está en orden. ¿O no? Pero el equipo se hunde. ¿Hace falta explicar la cita de principio del inicio? Creo que no. 

Esta vez parece no haberse conformado el mejor equipo para disputar el torneo largo. De entre 30 equipos, (10 recién ascendidos) Godoy Cruz está en el puesto 24, a cuatro puntos del último. Una vergüenza, deportiva, pero vergüenza al fin.

Este torneo descenderá a dos equipos, de los cuales, seguramente, no tendrá a Godoy Cruz en la nómina, aunque a este ritmo nada se sabe.

El tema será el futuro cercano. ¿Imaginan la situación de Godoy Cruz para 2016 o 2017 con 5 o 6 descensos por temporada? Sería lindo no pensar en eso, aunque es de suma importancia planificar, trabajar, invertir y reforzar un plantel que parece no estar acorde al campeonato que se disputa, más aun, con casi una década de experiencia en la categoría. 

Se ha criticado al entrenador, Daniel Oldrá, por diferentes situaciones que ya son parte del pasado, aunque, seguramente es en buena parte responsable de este presente. Pero no es el único, ni siquiera el más importante. 

Se debe cambiar rápido para no sufrir dentro de un año. La historia marca que este torneo de tantos equipos no tendrá asidero en el futuro. No será preciso esperar a que eso suceda y la soga al cuello haga ver a Godoy Cruz más cerca de la B Nacional que de la Primera División.