Decidido a tomar el guante que le arrojaron los sectores anticuarentena que vienen exigiendo la flexibilización de las medidas de aislamiento obligatorio, varias fueron las voces del gobierno que les salieron al cruce, entre ellas la del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quién advirtió que el presidente Alberto Fernández "pondrá el cuidado de la vida por delante de cualquier presión".

Convocados a través de las redes sociales bajo los hashtag "Caravana 30 M" y "Caravana Por La Libertad", el sábado, centenares de personas se manifestaron en diversos lugares del país, con consignas contrarias al aislamiento.

En el Obelisco, algunos activistas pertenecientes a diversos sectores y sin respetar la distancia social y algunos hasta sin barbijos cubriendo su boca, llegaron a poner en duda la existencia del coronavirus, mientras otros portaban carteles con cuestionamientos a la Organización Mundicla de la Salud (OMS) o con críticas a las medidas dispuestas por el Gobierno nacional.

Ante esa situación, Cafiero criticó la "irresponsabilidad" de quienes cuestionan la continuidad de la cuarentena por entender que quieren mostrarse distantes del Gobierno y "terminan mostrando más distancia con el pueblo".

Mientras que desde Paraná, donde participó de la reanudación del servicio ferroviario que une la capital entrerriana con la ciudad de Colonia Avellaneda, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, consideró que "pretender sacar ventaja política de la muerte, la enfermedad y el dolor de una pandemia es un acto patético de los dirigentes políticos".

En tanto que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dijo que "no tiene lógica salir a buscar votos en medio de una pandemia" porque aún falta mucho tiempo para el período electoral y destacó que trabaja "muy bien" con la oposición en el contexto de la crisis generada por el coronavirus.

Por otro lado, días pasados, unas 300 personalidades, entre las que se contaban escritores como Juan José Sebreli y Santiago Kovadloff; el actor Luis Brandoni y el ex funcionario Darío Lopérfido; dieron a conocer un documento titulado "La democracia está en peligro", en el que advirtieron que el país vive "una infectadura" debido a la cuarentena dispuesta por el Ejecutivo nacional en el marco de la pandemia.

Tras afirmar que inicialmente el Gobierno negó "la existencia del problema" y desestimó "el planteo de testear, rastrear y aislar casos, no controló a tiempo las fonteras y decretó una cuarentena improvisada", consideraron que éste, "en nombre de la salud publica", encontró "en la 'infectadura', un eficaz relato legitimado en expertos", para finalmente llamar a todos los sectores de la sociedad civil a "redoblar una actitud crítica y vigilante hacia el poder gubernamental".

En ese caso, fue la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, la encargada de salirle al cruce a la catarata de cuestionamientos, al considerar que es "irresponsable" hablar de una "infectadura" para referirse al aislamiento dispuesto para mitigar la propagación del virus, sobre todo teniendo en cuenta que lo que se busca es "preservar vidas".

Por su parte, el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia, Andrés Larroque, si bien consideró como "muy creativa la denominación 'infectadura'", dijo no ceer "que aporte en este contexto", y analizó que "los sectores anticuarentena son minoritarios" porque "hay un gran frente de unidad nacional en términos de afrontar el virus".

Una voz disonante fue la que alzó desde la oposición el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, quién consideró de "falso" al dilema entre salud y economía, porque según dijo, "si el virus entra fuerte, la economía se cae" y agregó que, en la práctica, la enfermedad "no distingue grietas" por lo que llamó a dar esa discusión en "otro momento".