Marcelo Poj dijo que funcionarios deslizaron que "así se favorece al consumidor final". El ceo expresó, en este marco, que "el consumidor también es empleado".
Por Leandro Renou
La anécdota relatada sorprende por la idea económica general y por las formas. Un empresario nacional de envergadura contó públicamente que el Gobierno de Javier Milei le sugirió que importe insumos, luego de que cerrara por el contexto económico una de las fábricas que le vendía materias primas.
La referencia es para Marcelo Poj, presidente de la fábrica de colchones Simmons, quien contó en un streaming industrial un diálogo en el cual un funcionario nacional le sugirió traer producto de afuera porque "así favorecemos al consumidor final". Además, el ceo aseguró que "el tema es que el consumidor también es empleado", graficando que el cierre de empresas locales es un golpe letal para la economía y los trabajadores.
"Hasta hace poco, la mayoría de las materias primas eran locales, y lamentablemente un par de industrias petroquímicas cerraron...", arrancó diciendo Poj en una charla con los jovenes industriales que conducen el streaming La Fábrica Podcast. En ese marco, el empresario siguió diciendo que "también me llamaron del Gobierno y me preguntaron qué opinaba (de los cierres de empresas). Yo dije que ahora, quizas, fue para algunos más fácil retirarse del país, pero que también vienen de un proceso medio golpeado algunos, me refiero a algunas empresas. Me preguntaron qué opinaba de que cerraba tal empresa o tal otra. Me preguntaron desde la Secretaría de Industria y Comercio".
El caso Dow
Poj, que en el inicio de la charla habló de la caída del consumo -precisó que Belmo, la segunda marca, se vende más que Simmons y que la gente está pidiendo pagos en cuotas- no lo dijo en la nota, pero estaba describiendo una situación seria vinculada a un proveedor de insumos en particular. La empresa sobre la que el Gobierno hablaba y que cerró sus puertas en octubre del 2024 es la petroquímica estadounidense Dow Chemical, que había tratado de ser rescatada por el Gobierno anterior y la gestión en Santa Fe. La planta que dejó de producir, ubicada en la localidad de San Lorenzo, abastecía casi de manera monopólica de insumos plásticos y derivados a muchas industrias, incluída la de colchones. Es decir, los fabricantes quedaron atados si o sí a lo importado.
A renglón siguiente, Poj contó lo que les contestó a los funcionarios del Gobierno de Milei respecto al caso de esa empresa: "A mi no me parecía lo mejor que cierren, pero ellos me dijeron que así "favorecemos al consumidor final", aseveró. Y agregó que "fue una cuestión muy ideológica... compraríamos materias primas mucho más económicas en el exterior, pero.... Les dije que es probable, pero que bueno ya entramos en el debate de modelos económicos".
En ese momento, uno de los conductores del stream lo interrumpió y le sugirió que "ahí aparece el tema del consumidor versus el empleo". A lo que Poj respondió con una posición lúcida. Expresó que "claro pero el consumidor es empleado, también. Yo soy mucho más del equilibrio".
Un modelo de éxodo fabril
Desde que Milei asumió el poder, se planteó reducir la inflación pisando el dólar, generando una recesión y abriendo la economía al ingreso de productos e insumos importados que obliguen a los productores locales a bajar los precios para poder competir con el producto que ingresa. Esa situación no sólo no logró su cometido, sino que el país está inundado de productos tales como textiles y alimentos que derrumban a la industria local.
En general, por la pérdida de ingresos de la población y la importación se perdieron no sólo empleos, sino que cayeron en desgracia los negocios de volúmen vinculados al consumo masivo. Según datos del centro CEPA, desde que asumió Milei cerraron 11.931 empresas y entre los sectores más afectados se encuentran comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas, servicio de transporte y almacenamiento, construcción y el rubro profesionales, científicos y técnicos. En término relativos, el más perjudicado fue la construcción, con una pérdida del 6,5 por ciento en el total de empleadores.
En la nómina de cierres o salidas del país, además de pymes, hay muchas empresas grandes. El listado incluye a Fresenius Medical Care, Xerox, Clorox, Prudential, Procter & Gamble, Nutrien, ENAP y el banco HSBC. Además, algunas otras cerraron plantas o sucursales, entre ellas Dánica, Diarco, Granja Tres Arroyos, Avón, NRG Argentina y Fabrisur. En ese pelotón hubo otros gigantes que por la caída del consumo suspendieron o pararon plantas, como Ferrum o la propia Acindar, una de las metalúrgicas más golpeadas por la crisis.
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