Por

LUCAS BO

 

La relación entre el gobierno de Javier Milei y el PRO que lidera Mauricio Macri muestra alguna tensión por momentos, pero goza de buena salud. Pese a la diferenciación que mostró con reclamos por la coparticipación y los déficits de la política económica, el ex presidente estuvo presente en el Pacto de Mayo aunque esperaba mayor reconocimiento a su figura. Como respuesta, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, lo reivindicó públicamente como “un aliado significativo” para el gobierno nacional. De fondo, el debate por las elecciones del 2025 y una reforma electoral que el funcionario clave para el vínculo con la oposición "dialoguista" impulsará desde la semana que viene. 

 

Tras la firma de los 10 puntos que Milei propuso con tinte refundacional para Argentina y que respaldaron 17 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, se instalaron versiones periodísticas sobre que Macri estaba molesto porque no le permitieron rubricar el documento y que se trató de una promesa incumplida del asesor estrella Santiago Caputo. El Destape consultó a dos dirigentes de la mesa chica del fundador del PRO y negaron esa versión, aunque sí admitieron “sorpresa” por lo que entienden fue un destrato a su figura de ex presidente para trasladar de manera simbólica el Pacto de Mayo.

Macri había anticipado ya el 1° de marzo, cuando Milei hizo el anuncio, que estaba de acuerdo y que iba a estar presente en la fallida instancia del 25 de mayo. Días previos al 9 de julio no estaba garantizada su presencia en Tucumán, pero fueron dos llamados (uno de Javier Milei y otro de Santiago Caputo) los que terminaron de cerrar la confirmación. Viajó especialmente desde España para ese evento.

Aunque hay tensiones, el vínculo Milei-Milei goza de buena salud. No hay un acuerdo de cogobierno, pero sí una alianza estratégica entre La Libertad Avanza y el PRO que se evidenció hasta acá en el Congreso. Tras una serie de cuestionamientos hechos públicos la semana pasada en un ejercicio de diferenciación, el ex presidente estuvo presente en la firma del Pacto de Mayo

“Lo llamaron para que esté presente en el acto y él tuvo el gesto de viajar”, explicaron cerca de Macri a este medio y ratificaron que de parte suya no hubo ninguna exigencia. “La idea era que no firmara sino que estuviera simbólicamente como apoyo”, apuntaron por lo que desmintieron que haya habido de su parte “enojo” o “molestia”.

Y así lo dejó en claro Francos, acompañando esa versión en las entrevistas que brindó esta mañana a Radio Rivadavia y Continental. “El acta era una firma entre los gobernadores y el presidente Milei. No estaba previsto que firmaran los seis presidentes, pero eso no significa un destrato,  es la forma en que fue concebido”, explicó Francos. Lo cierto es que no fueron solo ellos, sino que también lo rubricaron Karina Milei, Martín Menem como presidente de Diputados y Bartolomé Abdala como titular provisional del Senado en ausencia de Victoria Villarruel. “Tenemos una excelente relación con el PRO. El PRO ha sido un aliado muy importante para la sanción de las leyes más importantes del Gobierno”, ponderó.

Más allá de que no hubo enojo porque no estaba prevista la firma, desde la mesa chica del líder del PRO deslizaron a este medio cierto asombro por el lugar que se le dio en la escena. “Me sorprendió. Después de todo lo que hizo para venir, viajó más de 15.000 kilómetros para poder llegar en tiempo y forma”, soltó un dirigente que lo trata a diario.

Según se observó en la transmisión, Macri estaba en primera fila, en el extremo al lado del pasillo central y a dos pasos desde donde dio su discurso Milei. “El gesto del presidente Macri fue correspondido por el presidente Milei, que en cuanto salió de la casa hacia donde estaban todos los gobernadores y el público, se acercó y le dio un abrazo en señal de amistad y de reconocimiento”, detalló Francos.

Además, cerca del jefe de Gabinete apuntaron a El Destape que tras la firma Macri estuvo reunido junto a los gobernadores y funcionarios que viajaron para degustar lo que definieron como “un catering de primera” que consistió en empanadas tucumanas, loco y un flan casero que uno de los comensales definió ante este portal como “el mejor que comí en mi vida”. Para el Gobierno, con ese gesto alcanza.

Este gesto simbólico llegó después de que la semana pasada Macri saliera con un documento de la Fundación Pensar señalando que tras los primeros meses de Milei “hay más interrogantes que certezas” sobre el rumbo económico. A eso se sumó el reclamo por la deuda de fondos de coparticipación para la Ciudad de Buenos Aires. La estrategia es apoyar, pero con disidencia. Por eso, destacan en el macrismo, consideran que el ex presidente “le dio las herramientas y apoyó en todo” lo que el Gobierno necesitó. “Cumplió y de ahora en más no pueden decirle nada”, avisaron.

En este marco, el hombre “del diálogo”, como se lo conoce entre los distintos sectores de la política, anticipó que planea reunirse con Macri cuando regrese de Europa. “Es una figura importante del país y tiene un partido de peso significativo que tiene una representación parlamentaria muy importante, de manera que para nosotros es un aliado significativo y, además, no solamente por la característica de su dirigente, sino también porque compartimos un electorado importante”, sostuvo.

Las palabras de Francos tienen un trasfondo que obedece a la previa de una negociación que vendrá de cara a las elecciones legislativas del 2025. El Gobierno y el PRO coquetean con la posibilidad de ir juntos en las listas, aunque todavía resta definir si es a través de una interna o no. Milei blanqueó que quiere una fusión, tal como impulsa Patricia Bullrich. Macri les respondió a través de la Asamblea Nacional del PRO que “fusión no, pero alianza sí”. La referencia a que comparten electorado no es menor ya que divididos pierden peso electoral, pero en una interna es una incógnita quién puede resultar victorioso. De eso dependerá el rumbo de la economía y Macri confía en que todo punto que pierda Milei irá a su fuerza.

En relación a este tema, Francos se refirió a una reforma electoral que estudia el Gobierno. “Las PASO no sirven para nada”, lanzó con firmeza ante empresarios que participaron de un almuerzo organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP). En lo que se lee como una justificación discursiva que abona a línea discursiva del “no hay plata” y que el superávit fiscal es religioso para esta gestión, el funcionario recordó que las últimas PASO costaron 52 millones de dólares. “Solo le sirvieron a Juntos por el Cambio, para el resto no significaban nada”, marcó. 

De hecho, El Destape confirmó que la semana que viene tiene previsto recibir en su despacho a los bloques “dialoguistas” del Congreso. Resta definir fecha y si comenzarán por diputados o senadores, pero se trata del PRO, UCR, provinciales y el bloque de Miguel Ángel Pichetto. “Está la intención de sentarse a hablar acerca de la reforma electoral, que incluye la eliminación de las PASO y la implementación de la Boleta Única”, adelantaron.