El Gobierno le responde al fuego con más fuego

El Gobierno le responde al fuego con más fuego

Un industricio y una ola de incendios forestales, ambos sin control, alimentan el creciente malestar social. Lejos de gestionar estas crisis, Milei alimenta confrontaciones, ahora con Kicillof.

Por: Nicolás Lantos.

Un tercio del país sufrió cortes de luz esta semana. Provincias enteras quedaron a oscuras. Durante el fin de semana, en medio de una ola de calor, habrá interrupciones programadas del servicio en zonas de Córdoba, Santa Fe, Río Negro y Mendoza, entre otras provincias. El gobierno tuvo que dar marcha atrás con un aumento anunciado de las tarifas que impactaba principalmente en los usuarios de sectores medios y bajos, los más perjudicados con la suba del precio del servicio durante el año pasado, cuando el gobierno eliminó la mayor parte de los subsidios.

Los incendios en Patagonia siguen fuera de control. 25 mil hectáreas quedaron arrasadas. Más de 700 familias en El Bolsón tuvieron que ser evacuadas. 120 casas ya fueron destruídas por el fuego. Angel Reyes, un poblador local de 82 años, fue la primera víctima fatal. El combate, que continúa ante focos que se multiplican, lo encabezan vecinos, el equipo de lucha contra el fuego de Río Negro, bomberos voluntarios de esa localidad y otras cercanas y brigadistas de la provincia de Buenos Aires y de San Luis. No hay ayuda del gobierno nacional nacional. 

Desde los últimos días de 2024, por un decreto presidencial, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego dejó de estar en la subsecretaría de Ambiente y es responsabilidad de Patricia Bullrich. Su primera medida fue despedir brigadistas que estaban combatiendo incendios en Chubut. Lo hizo con un mensaje de whatsapp el 31 de diciembre a la tarde. De acuerdo a los datos oficiales, durante el mes de enero el área no ejecutó un solo centavo de su presupuesto. Durante todo el año pasado la ejecución alcanzó apenas el 22 por ciento. 

Tres voluntarios fueron detenidos el jueves por haber iniciado el incendio, a partir de testimonios contradictorios desmentidos por todos los testigos. Cuando los vecinos acudieron a la comisaría a protestar fueron atacados por un grupo de paisanos a caballo, conducidos por Hugo Araneda, capataz de Joe Lewis, dueño del latifundio en Lago Escondido donde conjuran empresarios, jueces, fiscales y políticos. El sábado, detuvieron a otras seis personas que ayudaban a los afectados. Los voluntarios denuncian que el Ejército no los dejó continuar las tareas de ayuda.

En Corrientes, también hay más de 20 mil hectáreas perdidas por el fuego. Cindia Mendoza, una directora de escuela de 30 años de edad, falleció mientras intentaba evitar que las llamas alcanzaran la casa de su padre en la localidad de Estación Solari. De acuerdo a información oficial, más de 50 personas, incluyendo niños, tuvieron que recibir atención médica por lesiones, picaduras de abejas, irritación en los ojos, cefaleas, quemaduras y problemas respiratorios. El gobierno provincial asegura que la situación está controlada. El gobierno nacional no responde. 

Mientras tanto, la industria argentina colapsa en tiempo real ante nuestros ojos. La enumeración que hizo Diego Genoud en El Destape esta semana habla por sí sola: “Cuando volvieron de sus vacaciones, a principios de este mes, 23 trabajadores de Puma fueron despedidos sin causa de la planta que tiene la empresa en La Rioja. En su fábrica de Alvear, en Rosario, General Motors abrió los retiros voluntarios y hay 300 puestos de trabajo que están en riesgo. Ya en 2024, la multinacional había decidido desprenderse de 200 de sus empleados por esa vía.”

“En Córdoba, la automotriz Nissan suspendió la actividad en el Parque Industrial de Santa Isabel y hay preocupación por la situación de 600 empleados. (...) En la multinacional Linde-Praxair, un paro histórico (...) busca impedir los despidos arbitrarios de 10 delegados y activistas en la sede central de Pacheco. (...) Después de enviar alrededor de 300 telegramas de despidos de un total de 1500 trabajadores que le quedan, Sancor entró en concurso de acreedores esta semana”.

“En el sector del neumático el caso Bridgestone (...) es apenas la punta del iceberg. Toda la industria está viviendo una crisis fenomenal, producto de un escenario en el que convergen la caída de las ventas con el festival de importaciones: se perdieron casi el 35% de los empleos del sector en un año”. Es sólo la punta del iceberg: empresas grandes que hacen ruido cuando caen. De fondo, centenares o miles de PyMEs se achican o cierran lejos de los focos y las cámaras. Las repercusiones impactan y se replican sobre el tejido económico y social como un sismo.

La situación no mejora en el sector agropecuario. Empresas importantes, como Los Grobo, Surcos y la ya mencionada SanCor, están en default y al borde de la convocatoria de acreedores por deudas en la magnitud de cientos de millones. Pequeños productores temen un efecto cascada como el que dejó tras de sí la quiebra de Vicentín. El tipo de cambio sólo beneficia a las grandes exportadoras. A pesar de la baja de retenciones, el ritmo de liquidación de divisas sigue por debajo de lo que necesita el gobierno para no quedarse sin dólares antes de las elecciones. 

El acuerdo con el FMI se demora. Es una señal que inquieta a los grandes jugadores, que saben de sobra que en Argentina se puede ganar mucha plata pero también salir perdiendo fuerte y que la diferencia reside únicamente en elegir bien el momento de llevarse las ganancias a otra parte. En 14 meses, y con superávit comercial récord, este gobierno no pudo fortalecer las reservas del Banco Central un solo centavo. Las condiciones en el futuro no van a ser mejores: caen las exportaciones, suben las importaciones y la gente tiene menos paciencia.

Quizás porque ya saben que la economía no les brindará el rédito electoral que esperaba Javier Milei decidió que la campaña de este año vire hacia la agenda de la seguridad. La mira está puesta en un conurbano bonaerense que continúa siendo inexpugnable para el oficialismo, que encuentra sólo rechazos en las mediciones que manda a realizar obsesivamente la Casa Rosada. El aparato de vocería institucional, con terminales en los medios, las redes y hasta en otros partidos políticos, apuntó todos sus cañones contra Axel Kicillof.

En una curiosa sincronía, la mayoría de los portales y noticieros informaron el viernes que el gobernador bonaerense suspendió el acto que tenía previsto este fin de semana en Mar del Plata “a causa de una ola de inseguridad”. Sin embargo el motivo de la postergación, de acuerdo a lo que informó desde un primer momento el gobierno de la provincia, no tuvo que ver con los casos delictivos que los mismos medios replican hasta el cansancio sino con el asesinato de Matías Paredes por parte de un grupo de policías de civil que le disparó por la espalda.

De acuerdo a una reseña publicada en el periódico local 0223, en lo que va del año se cometieron ocho homicidios en Mar del Plata. La mitad tuvo que ver con peleas entre vecinos o conocidos. Hubo un femicidio y un matricidio. Sólo un caso tuvo que ver con la comisión de otro delito: Cristian Velázquez, de 50 años, fue asesinado en un intento de robo. Mientras buscaban a su homicida, cinco policías bonaerenses de civil interceptaron un vehículo con cuatro jóvenes. Asustados, trataron de huir. Los policías dispararon y le dieron tres veces a Matías, de 26, que falleció en el acto.

El asesinato por la espalda de sospechosos por parte de personal policial es el tipo de conducta policial que celebra y promueve la ministra de Seguridad Nacional de la Nación (sic), Patricia Bullrich, y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, que ya es parte del oficialismo nacional aunque todavía no le avisó a Mauricio Macri. Por mucho que digan, el asesinato por la espalda sigue siendo un crimen grave en la Argentina y los asesinos de Matías pagarán por lo que hicieron. Bullrich y Montenegro, en cambio, no rendirán cuentas por el daño que causan.

Tampoco José Luis Espert. Por el contrario, su violencia tiene premio: es el favorito para encabezar la propuesta electoral del oficialismo este año en la provincia. En las últimas horas el diputado marcó el tono de la campaña. Pidió por la renuncia de Kicillof o la intervención provincial; dijo en una entrevista sin repreguntas que a los delincuentes hay que colgarlos de la plaza pública después de llenarlos de agujeros; y culminó, en el Congreso, agregando que todos los kirchneristas son delincuentes. La lógica es transparente. El futuro, en cambio, se está tornando opaco.

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