La canciller Diana Mondino emitió un mensaje en las redes sociales rechazando la insurrección de sectores militares bolivianos: “Gusten o no, los gobiernos se cambian en las urnas”, expresó
El gobierno argentino sentó posición rechazando el levantamiento militar en Bolivia contra la presidencia de Luis Arce. Lo hizo a través de un mensaje que publicó en su perfil de X la canciller Diana Mondino.
“Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia”, completó la ministra de Relaciones Exteriores del gobierno de Javier Milei.
La funcionaria fue la primera en emitir una posición pública, luego de la tarde de tensión que se vivió en el país vecino, cuando sectores militares produjeron un levantamiento que registró el pico de tensión más alto en el encuentro cara a cara entre el actual presidente Luis Arce y Juan José Zúñiga, jefe del Ejército destituido que lideró la insurrección.
Mondino, en su mensaje, reflejó la posición del Gobierno Nacional, no sólo por su rol institucional, si no por el tono elegido, ya que encabezó manifestación en defensa de la democracia, remarcando que esta es innegociable “sean buenos o malos” los Gobiernos, dejando la posibilidad de una lectura crítica hacia la gestión de Arce, que ideológicamente se ubica en otro extremo respecto de La Libertad Avanza.
Horas más tarde, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto emitieron un comunicado para ratificar el apoyo hacia el Estado de Bolivia. “La República Argentina reafirma la defensa irrestricta de la democracia en la región y condena todo intento de quebrantarla”, sentenciaron.
En línea con el discurso, reiteraron el repudio hacia las movilizaciones irregulares provocadas por los sectores del Ejército boliviano que se revelaron contra el gobierno de Arce. Asimismo, señaló como vital sostener y proteger a las instituciones democráticas bolivianas.
En medio de los acontecimientos, los referentes principales de todo el arco político argentino habían coincidido en rechazar las acciones protagonizadas por los sectores insurrectos de las fuerzas armadas bolivianas, poniendo en valor la necesidad de respetar el orden institucional como principio básico en los países de la región.
En efecto, el peronismo, el radicalismo y el PRO, se pronunciaron institucionalmente dejando sentado que el intento de golpe de Estado contra Arce resulta inadmisible. Asimismo, numerosos dirigentes de esos espacios se preocuparon por repudiar la acción militar.
“Ante el intento de golpe en Bolivia, el bloque de Diputados del PRO reitera su histórica posición de defensa incondicional de la democracia, independientemente de las posiciones ideológicas y las simpatías o antipatías políticas que genere cualquier gobierno”, indicó el PRO.
“Condenamos enérgicamente el intento de violentar el orden constitucional en Bolivia y expresamos solidaridad con el presidente Luis Arce y el pueblo boliviano. Nuestra región hace años decidió vivir en democracia y se comprometió a respetar la decisión soberana de sus pueblos”, afirmaron desde la UCR.
“El bloque de Unión por la Patria (UxP) en la Cámara de Diputados repudia enérgicamente el intento de Golpe de Estado sucedido hoy en nuestra hermana República de Bolivia, que está resquebrajando la institucionalidad del vecino país”, comunicaron, en tanto, los legisladores de UP.
Cómo sigue la situación en Bolivia
El presidente de Bolivia, Luis Arce, destituyó al comandante general del Ejército boliviano Juan José Zuñiga, y denunció un “golpe de Estado” por parte del militar depuesto. Zúñiga fue relevado este miércoles junto a los demás mandos militares. No obstante, señaló que “resistirá” y llamó a “movilizaciones” para “defender la democracia”.
El militar destituido había amenazado con “cambiar el gabinete de Gobierno”, y comandó un grupo de militares que ocuparon con vehículos militares la Plaza Murillo frente a la sede del Ejecutivo en el centro de la ciudad de La Paz. Allí, tiraron con un tanque la puerta de la Casa Grande del Pueblo.
Arce junto a su vicepresidente David Choquehuanca permanecieron dentro de la sede del Gobierno: “Aquí estamos, todo el gobierno nacional, con todos sus ministros y ministras firmes con nuestro vicepresidente, firmes aquí en casa grande para enfrentar todo intento golpista, todo intento que atente a nuestra democracia”.
En la región, el repudio al levantamiento y el respaldo a Arce fue amplio. Desde la Unión Europea condenaron el intento de “derrocamiento” contra Arce, mientras que Estados Unidos se sumó al repudio e instó a la “calma y moderación” ante la crisis.
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