“No nos parece lo más adecuado”, dijo la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, sobre el aumento que reclama el kirchnerismo. Admitió que trabajan en la opción de un bono de fin de año. En la misma sintonía se pronunció el sector mayoritario de la CGT
Por Ricardo Carpena
La ministra de Trabajo, Kelly Olmos, y el sector mayoritario de la Confederación General del Trabajo (CGT) rechazaron la propuesta de Cristina Kirchner de que el Gobierno otorgue una suma fija para compensar la inflación y coincidieron en defender las paritarias para mejorar los salarios.
“No nos parece lo más adecuado”, dijo Olmos acerca del aumento de suma fija, tras lo cual señaló que “la paritaria está funcionando muy vigorosamente” y confirmó que el Gobierno está analizando un bono de fin de año para ayudar a los trabajadores. Es la postura que sostiene Alberto Fernández, a diferencia de la que expresaron la Vicepresidenta y el kirchnerismo.
De la misma forma, el sector mayoritario de la CGT advirtió este jueves que “los trabajadores no quieren aumento por decreto” ya que “la herramienta de negociación paritaria es el instrumento más idóneo y beneficioso para las recomposiciones salariales”. De esta forma, “Gordos”, independientes y barrionuevistas, sin la presencia de Pablo Moyano, uno de los cotitulares cegetistas, se mostraron alineados con la postura de Alberto Fernández.
La suma fija es un recurso para compensar los salarios por el que presionan la Vicepresidenta, La Cámpora y el kirchnerismo, entre los cuales hay sindicalistas afines como el dirigente camionero, la Corriente Federal de Trabajadores, donde está enrolado Sergio Palazzo (bancarios) y la CTA de Hugo Yasky. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, incluso reveló que esa modalidad salarial es tomada en cuenta por su par de Economía: “Sergio (Massa) está pensando con Cristina una suma fija para que aquellos que perdieron con la inflación puedan recuperar su nivel de consumo”.
La propuesta de la suma fija divide al sindicalismo. La alianza sindical que maneja la CGT la rechaza porque considera que “achata” las categorías salariales y les quita a los sindicatos el poder de negociación de las paritarias. En cambio, el reclamo es sostenido por Pablo Moyano y el sindicalismo kirchnerista. “La suma fija y las asignaciones familiares son prioridad”, dijo el dirigente camionero.
Ante la resistencia de Alberto Fernández, en sintonía con la mayoría de la CGT, lo que está analizando el Gobierno es impulsar un bono de fin de año para los trabajadores, aunque, en realidad, sólo sería efectivo para los empleados estatales, ya que el Gobierno no tiene atribuciones legales para obligar a las empresas a pagarles ni el bono ni una suma fija a quienes trabajan en el sector privado.
El sector mayoritario de la CGT deliberó este jueves en la sede de la UOCRA para avanzar con la organización del Movimiento Nacional Sindical Peronista (MNSP), desde donde, a la manera de las 62 Organizaciones, el histórico brazo político del gremialismo, buscará más lugares en las listas de candidatos. Tras el encuentro, se difundió un documento en el que se fija la postura sobre las paritarias y la suma fija, además de expresarse en favor de la realización de las PASO “como la manera más democrática y transparente para la elección de los candidatos y el fortalecimiento de las estructuras político-partidarias, permitiendo la participación de los distintos sectores”.
Desde que se lanzó el MNSP, el 17 de octubre pasado, durante un acto en Obras Sanitarias, los dirigentes gremiales que lo integran se reunieron en forma reservada con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, y recibieron a los líderes del Movimiento Evita, con quienes resolvieron trabajar en conjunto para armar una alternativa política que pueda competir con el kirchnerismo.
Participaron de la reunión en la UOCRA, entre otros, el titular de ese sindicato, Gerardo Martínez; los cotitulares de la CGT Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio) y dirigentes como Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Jorge Sola (seguro), Carlos Frigerio (cerveceros), Rodolfo Daer (Alimentación), Argentino Geneiro (gastronómicos), Omar Maturano (La Fraternidad), Julio Piumato (judiciales) y Alejandro Amor (municipales porteños). Hubo ausencias destacadas, como la de Armando Cavalieri (comercio) y Sergio Romero (UDA).
En el encuentro se habló sobre la creación de una mesa ejecutiva del MNSP para organizarse en todo el país y la agenda de contactos políticos que se mantendrán, que incluye otros gobernadores del PJ, intendentes y legisladores, en todos los casos que no estén alineados con el kirchnerismo.
Luego de décadas de pérdida de presencia en el Congreso, y tras haber haber sido marginado en las últimas elecciones, este sector sindical quiere disputarle a Cristina Kirchner el “poder de lapicera” para conformar las listas de candidatos y aliarse con otras fracciones del peronismo para presionar por más lugares, con la idea de tener más legisladores de extracción gremial y recuperar poder.
Cuando se lanzó el MNSP, la postura fue explícita: “Hay que volver al origen para recuperar el significado del peronismo”, dijo José Luis Lingeri. Por su parte, Héctor Daer sostuvo: “No queremos romper el peronismo, pero queremos peronismo con trabajadores y trabajadoras”. Y Gerardo Martínez afirmó: “Queremos poner concejales, legisladores provinciales, diputados y senadores nacionales. No podemos ser convidados de piedra y nos van a respetar porque tenemos la fuerza”.
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