Se trata del anexo estatal de La Consulta, que dejará de funcionar mañana y se sumará a los de Uspallata y Eugenio Bustos. A pesar de limitar el juego, se buscará transferir más plata a los planes de salud este año.
El gobierno de Alfredo Cornejo cerrará mañana otro casino y, a pesar de ello, aspira a seguir elevando en 2017 las transferencias económicas que el juego oficial realiza a programas de salud.
El anexo de La Consulta (San Carlos) dejará de funcionar este miércoles. Se sumará de esa manera a las clausuras de los casinos de Uspallata y Eugenio Bustos, que se produjeron durante el primer año de Cornejo como gobernador.
De esa manera, sólo continuarán abiertas las salas de San Martín, Rivadavia, Tunuyán, Tupungato, General Alvear y Malargüe. Pero además, dos de ellas, Tunuyán y Tupungato, sólo tienen asegurada su continuidad hasta el 24 de abril.
La expansión del Casino Central a los departamentos fue una medida impulsada por el radicalismo durante la gestión de Roberto Iglesias. Miguel Alonso, quien presidió el Instituto de Juegos y Casinos, sigue trabajando en el organismo. Pero la nueva gestión radical ha dado un giro de 180 grados.
La política actual apunta a limitar el juego y tiene que como razón principal el daño que la actividad le hace a las economías regionales. "La plata que se juega no queda en la región, sino que se va a Buenos Aires o terminar en el Instituto", explicó Andrés Lombardi, gerente del Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC).
El funcionario aseguró que varios anexos del Casino Central son "rentables", pero que se ha privilegiado el pedido de las cámaras empresarias del los departamentos, las cuales han marcado los problemas de promover el juego. "Nos han dicho que el casino hace mucho daño porque la gente se juega la plata y pierde capacidad de pago", recalcó Lombardi.
Más dinero a la salud
La decisión de cerrar otro casino coincide con un balance que las autoridades del IPJyC marcan como muy positivo en materia económica.
El ejercicio 2016 finalizó con un total de 151.479.166 pesos transferidos a distintos programas de salud
La cifra es más del doble de lo que se transfirió en 2015, cuando gobernaba el justicialismo y el IPJyC (hoy presidido por la demócrata Josefina Canale) tenía al frente a Carlos Bianchinelli. El año pasado, apenas se enviaron 67 millones a los distintos programas.
Los 151 millones de pesos transferidos a la salud (cuyo reparto aparece detallado en un enlace del Gobierno) fueron calificados como "históricos", pero estuvieron, de todos modos, lejos de la meta fijada en el Presupuesto 2016, que establecía la posibilidad de destinar hasta 250 millones.
Lombardi explicó que no se estuvo más cerca de ese objetivo porque hubo que asumir este año deudas de la gestión anterior por 170 millones de pesos.
El juego oficial tiene que transferir a la salud el 35 por ciento de las utilidades brutas. La cuenta para este año hubiese dado 205 millones de pesos, no 151 millones, pero en ese caso se hubiesen relegado "pagos a proveedores y cargas sociales atrasadas", entre otras obligaciones, según explicó Lombardi.
En el Presupuesto 2017, a pesar de que habrá tres casinos menos funcionando, la cláusula juntar hasta 250 millones de pesos para la salud se mantiene.
Para los funcionarios del IPyJC esto representa un desafío que tratarán de cumplir por medio de una fórmula que es ley general para la era de Cornejo: "Hay que mejorar el gasto y el ordenamiento del Instituto", sintetizó Lombardi.
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