Tras la revelación de Página I12 de que Coca Cola remata productos porque se derrumbó la venta, los comercios les contaron a los funcionarios que “las fechas de muchos alimentos están al límite”. Harina, gaseosas y lácteos, entre los apuntados.
Por Leandro Renou
La recesión y la paralización de los salarios y jubilaciones, que el Gobierno de Javier Milei orquestó como medio para bajar la inflación, terminó derrumbando el consumo a niveles históricos. Tras la revelación de Página I12 de que Coca Cola, consecuencia de la caída en las ventas, empezó a rematar producto que está cerca de vencer, el Gobierno empezó a preocuparse por el fenómeno, que ya está pegando en otros productos.
El secretario de Comercio, Pablo Lavigne y el subsecretario de Defensa del Consumidor, Fernando Blanco Muiño, recibió información de esa situación de manos de Fernando Savore, el vicepresidente de la Federación de Almaceneros Bonaerenses, que alertó de un fenómeno que se extiende “porque no hay rotación de producto”. Y lo mismo recibió de fuentes de los grandes hipermercados.
Tras una reunión que mantuvieron ambos, Blanco Muiño usó su cuenta de la red social X para relatar que el sector comercial “nos alertó sobre los productos con fecha de vencimiento inminente que no se informa al momento de la venta”. Y agregó que “vamos a trabajar para que en todos los canales de venta se dé visibilidad a los productos con vencimiento corto”.
El Gobierno, de todos modos, no reacciona ante esta situación y no les dio a los comercios una solución respecto a la caída del consumo. Sí celebró, en ese encuentro, que se esté dando una desaceleración en los valores de los alimentos, al menos de acuerdo a lo que contaron los comercios minoristas. Según los cálculos que tienen en las oficinas de Lavigne, durante el mes de marzo la inflación de alimentos caería a un dígito. Esto, naturalmente, está explicado en el derrumbe del consumo masivo y, sobre todo, en el desplome de los ingresos. Un cóctel mortal para la economía, pero con el efecto buscado por el gobierno de Milei.
“No se vende nada”
Savore, el referente de los comercios barriales que participó de la reunión con Lavigne y Blanco Muiño, contó a este diario que "la situación es compleja porque no se vende nada y el consumo está caído". Respecto a los productos vencidos, relató que "nosotros llegamos al mayorista, confiados en que está todo bien, y volvemos con productos vencidos o con algunos que están cerca de vencer".
Asimismo, el dirigente del comercio relató cómo se llegó a este situación. "Yo ya en diciembre les dije a los fabricantes y mayoristas que no acopien y aumenten precios porque la venta se iba a ralentizar. Y ahora se encuentran con que no hay rotación y empieza a encontrar esto".
En el sector del comercio aseguran que los vencimientos cortos son de 15 días, y que sobre esos productos hacen descuentos. En general, detallan que los vencimientos normales de esos bienes son de entre 5 y 6 meses. Estos productos cerca de vencer ya abarcan no sólo gaseosas, sino también harinas y algunos lácteos.
Lo que más inquieta al Gobierno es que el fenómeno se hace algo inabarcable para un Ejecutivo que reniega de los nexos y acuerdos con sectores del comercio. Es que, muchas veces, no sólo los fabricantes venden al límite de los vencimientos, sino que además siguen esa línea los supermercados mayoristas, que son los que les venden a los comercios de barrio. Por esto, Lavigne tiene planeado reunirse con la cámara de autoservicios de venta al por mayor y con los hipermercados.
Segundas marcas y ofertas
"La caída del consumo en enero y febrero fue de un 22 por ciento, yo les dije que la mercadería que no vendes tiene cuenta regresiva”, expresó Savore. Luego de la revelación de este diario de las promociones de Coca Cola, que por primera vez en su historia no pudo vender en su temporada alta (las fiestas y el verano), no sólo empezó a haber descuentos de parte de los gigantes de bebidas que necesitan sacarse de encima stocks, sino que se empezó a gestar un cambio de hábito muy fuerte en el consumo.
Savore asegura que en los locales de barrio, "más del 65 por ciento de las gaseosas que se venden son de segunda o tercera marca". Por el alza en los precios, se ha dejado de consumir la marca líder. "No pasó nunca esto, en nuestros locales, el último producto que se reemplaza, aún en la crisis, son las bebidas gaseosas", concluyó el vice de la cámara de almaceneros.
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