Karina Milei formalizó el nombramiento del consultor, que forma parte del círculo íntimo del Presidente. Sin embargo, brindará servicios como “profesional autónomo”.
Por Brenda Struminger
Javier Milei demoró veinte días en formalizar el rol del consultor Santiago Caputo, probablemente su hombre de mayor confianza, a quien manda a negociar en su nombre con la oposición, y a quien había decidido nombrar oficialmente en el comienzo de enero. Lo hizo el viernes, a través de una resolución que lleva la firma de Karina Milei y se conoció hoy. Llamativamente, el asesor más cercano al Jefe de Estado fue contratado como tal bajo el régimen de prestación de servicios profesionales autónomos, por lo que no será funcionario.
Hasta ahora había preferido quedarse en las sombras -por motivos nunca explicitados- pero se decidió corregir esa situación, por demás irregular, que podía chocar con la ley de Ética Pública. Es que el especialista en comunicación tiene un rol muy activo en la administración del Estado: negocia en nombre del Presidente, trajina todos los días los pasillos y despachos de la Casa Rosada -principalmente el de Milei- tiene oficina en el Salón de las Mujeres; maneja el equipo de comunicación digital, compuesto por unos diez técnicos; participa prácticamente todas las reuniones oficiales, incluidas las de Gabinete y ha formado parte de viajes oficiales.
En Balcarce 50 aseguraron que decidieron nombrarlo formalmente únicamente debido a “cuestiones administrativas” y “operativas”, y descartaron que fuera para evitar riesgos de presentaciones judiciales en su contra. Caputo, que funcionará como “profesional autónomo” no será funcionario, por lo que no estará sometido a los controles de ética publica. No deberá hacer una declaración jurada, ni estará sujeto a correcciones para evitar imcompatibilidades; lo alcanzará el régimen de Empleo Públicno ni el de Autoridades Superiores, que rige para todos los cargos por encima de los subsecretarios.
Proveniente de las filas del gurú del macrismo, Jaime Durán Barba, trabajó para cuentas en el extranjero entre 2011 y 2015, y se sumó a las filas de La Libertad Avanza en 2022 de la mano del co-fundador, su amigo desde el colegio, Ramiro Marra, legislador porteño que, después del triunfo nacional, fue relegado por Karina Milei. Desde entonces, a partir de su vínculo con el líder de LLA y su hermana, Caputo empezó a ocupar un lugar de cada vez mayor relevancia en la cúpula libertaria.
El consultor de 38 años se ganó la confianza del líder de La Libertad Avanza cuando el proyecto libertario de llegar a la Casa Rosada recién se iniciaba, en 2022. En poco tiempo logró hacerse un lugar en la mesa chica de Milei, que terminó definiendo la estrategia de campaña para el ballotage y hoy decide los destinos del gobierno nacional.
En su primer discurso como presidente electo, Milei colocó a Caputo en el centro de la escena con una frase que sorprendió, especialmente a quienes no conocían en detalle el armado libertario: “Quiero agradecerle a ese gigante que me ha acompañado a lo largo de todo ese proceso. Es un gigante que suele mantenerse en la oscuridad, se llama Santiago Caputo y es el verdadero arquitecto de esto”.
Es hijo del fallecido ex presidente del Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires, Claudio Caputo, y sobrino de Nicolás y de Luis Caputo, actual ministro de Economía, ex cónsul y ex ministro de Finanzas y director del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri. A partir de hoy sus acciones en nombre del Estado nacional y las consecuencias figuran, también, en los papeles.
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