El Gobierno se mantiene al margen de la polémica por la reforma constitucional de Insfrán en Formosa para evitar chocar con los gobernadores

El Gobierno se mantiene al margen de la polémica por la reforma constitucional de Insfrán en Formosa para evitar chocar con los gobernadores

En la Casa Rosada dicen que Milei quiere “respetar el federalismo”, pero en la ecuación juegan sus necesidades políticas en el Congreso, durante los debates por el Presupuesto, la ley de DNU y los pliegos para la Corte Suprema. En las provincias del PJ mantienen el silencio, pero por lo bajo festejan que el Gobierno no avance sobre la autonomía de los distritos.

Por: Brenda Struminger.

Javier Milei tuitea sobre una infinidad de temas todos los días, desde asuntos vinculados a la economía, a la política, la seguridad, etc. Sin embargo, no hubo registro en sus redes sociales de alusión alguna al hecho político que marcó la semana: la sanción, en la Legislatura de Formosa, de un proyecto impulsado por Gildo Insfrán para reformar la Constitución provincial y allanar el camino para volver a ser reelegido.

Insfrán se adelantó a un posible fallo desfavorable de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la reelección indefinida del Gobernador, y puso en alerta a toda la oposición. Pero toda la plana principal del oficialismo hizo caso omiso. Y un funcionario del círculo íntimo de Milei dijo el viernes, en la Casa Rosada, que no intervendrán de ninguna manera. La prescindencia, argumentó, se debe a que quieren “respetar el federalismo”, pero en el fondo subyace la necesidad política de un oficialismo en desventaja en el Congreso.

La cúpula libertaria sabe que una intervención en Formosa sería recibida por los pares del formoseño, especialmente los peronistas, pero no sólo ellos, como una amenaza contra sus respectivas soberanías, y que podría representar una excusa para los menos propensos al diálogo para retacearle respaldo, sea por acción o por omisión.

“Está bien lo que hace el Gobierno, hay que respetar las autonomías. Además, Gildo es amigo”, dijo un jefe provincial del Norte que tiene diálogo fluido con el Gobierno. Todos en esa liga evitaron pronunciarse.

La Casa Rosada busca cuidar la relación con los mandatarios provinciales del PJ, a quienes necesita para resguardarse de los embates del kirchnerismo y el radicalismo duro, y con quienes ya tiene varios flancos abiertos por el ajuste. Desde los reclamos por las deudas de la Nación, al fuerte recorte en la obra pública y el freno de los ATN, que sacudieron a los distritos más dependientes financieramente.

El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán

Insfrán se encuentra en las antípodas ideológicas del Gobierno -por caso, fue uno de los principales detractores del preciado DNU 70 de Milei-. Pero enfrentarlo representaría sumar un nuevo conflicto con las provincias sobre un tema que, además, no tiene un lugar preponderante en la agenda de Milei.

Al contrario, atento a su debilidad en el Congreso, el jefe de Estado viene dedicándole especiales esfuerzos a mantener contenidos a los gobernadores. Esta semana reunió en Olivos a los cuatro mandatarios “filoperonistas” del Norte que lo ayudaron a sostener sus vetos en el Congreso, Hugo Passalacqua, Gustavo Sáenz, Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil. Dos días después, hizo lo propio con los de PRO -Jorge Macri, Ignacio Torres, Marcelo Orrego y Rogelio Frigerio- en la Casa Rosada. Y para la semana próxima habría una convocatoria similar con los radicales, Maximiliano Pullaro, Leandro Zdero, Gustavo Valdés, Alfredo Cornejo y Carlos Sadir.

Tal seguidilla de encuentros con el propio jefe de Estado o, eventualmente, con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, no ocurría desde el debate por la ley Bases: el Gobierno está preocupado por el debate por el Presupuesto 2025, pero sobre todo, por frenar la modificación de la ley de DNU, que le complicaría la capacidad de acción.

Lo más probable, avisan, es que, más allá de algún mensaje, no haya ningún tipo de acción concreta como las que exige la oposición. Ya lo avisó formalmente el viernes en su conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, cuando se vio obligado a hablar del tema por la consulta de un periodista acreditado en la Casa Rosada: dijo que el Gobierno “no se mete en cuestiones provinciales” y que es un tema que “tiene que resolver la provincia”. Y si bien no descartó que “cuando efectivamente esto tenga una resolución” el oficialismo podría “emitir alguna opinión desde el republicanismo”, insistió: “Por ahora somos observadores”.

A diferencia de los gobernadores que acaban de llegar a sus cargos, con los que Milei sí confrontó, como Ignacio Torres, de Chubut, el formoseño es uno de los líderes más poderosos del interior, con fuertes lazos con la cúpula K y del PJ de cuyos votos depende también para avanzar con la candidatura de Ariel Lijo en la Corte Suprema. Además, hace tiempo que el Presidente se cuida de avanzar en disputas puntuales con las provincias.

Milei con gobernadores de Juntos por el Cambio

Además, el Gobierno no tiene un referente local fuerte que pueda hacerle frente a Insfrán. El año pasado los Milei lograron que el empresario outsider Francisco Paoltroni obtuviera una banca por La Libertad Avanza, cuando le ganó al radical Luis Naidenoff. Pero hace dos meses, Paoltroni fue eyectado del bloque libertario del Senado por resistir la postulación de Lijo para la Corte Suprema y hoy su nombre es mala palabra en Balcarce 50. Apenas se conoció la noticia de la reforma, Paoltroni salió a pedir públicamente que el Gobierno interviniera la provincia, pero del otro lado sólo recibió un rotundo silencio.

La decisión del Gobierno de mantenerse al margen del conflicto le valió fuertes cuestionamientos de los líderes radicales de Formosa, que denunciarán a Insfrán ante la Corte Suprema. “Milei no interviene porque los gobiernos centrales siempre actuaron en complicidad con el gobierno de Insfrán. Adorni parecía un adolescente (en su conferencia de prensa). ¿Cómo no va a preocuparlos? Estamos ante la transgresión de un eventual fallo de la Corte. Un vocero presidencial, ante lo que está ocurriendo, debería decir que están atentos y preocupados. Este mensaje tibio es típico de quienes están en connivencia política con Insfrán”, dijo Naidenoff, ayer, en una entrevista con radio Rivadavia.

Y denunció “complicidad” de los libertarios con el PJ local. “El actual diputado nacional de LLA fue candidato a concejal de Gildo Insfrán. El armado de LLA fue disruptivo; no esperaban el poder y encontraron aliados del peor peronismo en todas las provincias. En Formosa, LLA representa a la casta”, lanzó, en un dardo indireto contra la hermana del Presidente, Karina Milei, que ofició de armadora nacional de las listas electorales el año pasado.

La decisión de mantenerse al margen está tomada, y nadie en el oficialismo se moverá para actuar en el terruño de Insfrán. Ni siquiera Patricia Bullrich, que se abrazó a la falta de libertades políticas en Formosa durante la pandemia -su momento de explosión política- e hizo del antagonismo con Insfrán una bandera durante su ascenso hacia la candidatura presidencial en el PRO. Esta vez, la ministra evitó cualquier referencia al tema.

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