Alberto Fernández ya tiene lista la reforma judicial ideada por Gustavo Beliz y la presentará la semana próxima. El proyecto levantó revuelo con el Instituto Patria y con el bloque del PJ por la participación del fiscal José María Campagnoli, muy cercano a Elisa Carrió, pero también hay bronca porque no fueron consultados.

La iniciativa busca recortar el poder de los jueces federales de Comodoro Py, un viejo anhelo de la política nacional. Para ello, además de aumentar la cantidad de juzgados, habría un cambio hacia el modelo acusatorio, que da mayores prerrogativas a los fiscales. Esa es una de las razones que explican el rol preponderante de Campagnoli. La otra es la vieja amistad que une al fiscal con Beliz.

Campagnoli, junto a otros colegas como Norberto Quantín y Pablo Lanusse formaban parte de un grupo conocido como "Los Centauros", que trabajó en el Ministerio de Seguridad junto a Beliz. Su aventura terminó de la peor forma. Los fiscales debieron renunciar después de la represión de una protesta frente a la Legislatura y el entonces ministro siguió el mismo camino tras mostrar en televisión una foto de Antonio Stiuso.

"Los fiscales pueden ser los grandes ganadores", le dijo a LPO un importantísimo dirigente. En esa ecuación, no pasa desapercibido que a los fiscales los nombra el Procurador: hay acuerdo entre Cristina Kirchner y Alberto para que ese cargo sea ocupado por Daniel Rafecas. Tampoco pasa desapercibido que el procurador nombra a los fiscales simplemente eligiendo un abogado de la matrícula.

Campagnoli, que pertenece al fuero nacional, es uno de los fiscales que más enfrentamientos acumuló con el kirchnerismo y su hermana Marcela es diputada de Cambiemos. Incluso durante el gobierno de Cristina Kirchner, le iniciaron un juicio político que nunca llegó a su fin por presiones a los integrantes del Consejo. Carrió lo bautizó como uno de los estandartes de la Justicia y marchó junto a él en varias ocasiones.

Esa sería una de las razones de la furia del Patria. En el Instituto tampoco comprenderían el sentido de abrirle el juego a los fiscales nacionales, habitualmente poco amables con el kirchnerismo. No son los únicos enojados: en el bloque del PJ tampoco tenían novedades de la reforma que en pocas semanas deberán comenzar a defender. Lo mismo ocurrió con los magistrados, que no recibieron información sobre el proyecto.

"Estamos muy sorprendidos, no nos consultaron absolutamente nada", dijo un experimentado juez a LPO. "Es bastante curioso que una reforma de esta magnitud la encare una persona que desde hace 17 años no vive en el país. Y que a nosotros que trabajamos todos los días en la justicia no nos tengan en cuenta", agregó.

Ni siquiera la Ministra de Justicia, Marcela Losardo, habría participado del diseño de la reforma, como tampoco el Colegio Público de Abogados ni el gremio de judiciales.

En medio de este panorama, son varios los que piensan que la reforma sufrirá modificaciones durante su paso por el Congreso.

"Es un proyecto de reforma que trata de poner orden en el funcionamiento de la Justicia que le corresponde al Estado Nacional, que es la Justicia Federal. También qué hacemos con los tribunales ordinarios de la Ciudad; hay que traspasar ciertas jurisdicciones que vienen demoradas", dijo Alberto en una entrevista con Radio 10.