Tal como anticipó ayer Democracia, el meonismo se valió de su mayoría automática en el recinto para sancionar la ordenanza que dispone un aumento de tasas del 43% y, con el apoyo del kirchnerismo, convalidó la distribución de partidas para las áreas municipales.
También fue sancionada la Ordenanza Fiscal Impositiva, que prevé un aumento de tasas del 43 por ciento para el año que se avecina. La suba se hará efectiva en dos veces: en enero, con una carga en las facturas del 30 por ciento, y en julio, con un incremento del 10 por ciento que se aplicará sobre la tarifa actualizada a ese momento del año.
Para convalidar este último tema, al meonismo le alcanzó con su mayoría automática en el cuerpo parlamentario y con el aval de los mayores contribuyentes afines a la Comuna (cada partido convoca para este tipo de debates una cantidad de vecinos similar al número de integrantes de su bloque), puesto que los representantes de la oposición –tanto los ediles como los ciudadanos seleccionados para participar de la asamblea- se opusieron a la medida planteada por el Departamento Ejecutivo.
Otros temas tratados anoche en el salón rojo y que recibieron el visto bueno de la mayoría de los ediles fueron: la suba del estacionamiento medido, que a partir de las próximas horas pasará a costar cuatro pesos la hora; la enajenación de bienes inmuebles en la zona sur de la ciudad para fomentar –según el discurso oficialista- “la accesibilidad a la vivienda mediante la fortificación del banco de tierras”; la venta de un predio situado entre rutas 188 y 65 para la creación de un centro de logística y radicación de empresas y, por último, la constitución de un fideicomiso para garantizarle a la empresa Rowing, constructora de la nueva terminal de micros, que la gran manzana donde se encuentra la actual estación de colectivos le será otorgada después de que termine ese mega proyecto.
Todos los asuntos estuvieron inmersos en un largo debate, fundamentalmente el último de ellos. No obstante, el voto de los diez ediles meonistas inclinó la balanza a favor de la iniciativa promovida por el Departamento Ejecutivo.
Sin dudas, los dos temas más importantes fueron la Ordenanza Fiscal Impositiva y el presupuesto, y en ambos casos se escuchó de parte de los distintos bloques lo que algunos de sus miembros ya le habían anticipado 24 horas antes a este diario.
Virginia González, del Frente para la Victoria, confirmó que después de discutirlo mucho con sus compañeros de estructura y con los ediles que van a asumir el 10 de diciembre, su espacio decidió acompañar el reparto de fondos planificado por el Intendente, porque es “la herramienta de gestión más importante que posee el Municipio”.
Por otro lado, los integrantes de ese mismo espacio se opusieron a la Fiscal Impositiva. “Más allá de que el oficialismo argumente que no es posible financiar sus erogaciones de otra manera, no vamos a respaldar el incremento que pretenden establecer, primero porque no se condice de inflación ni con el aumento de los salarios municipales. Tampoco vamos a avalar que se cree un canon como el que se quiere instaurar por el consumo de combustibles, algo totalmente regresivo, un atropello”, consideró González.
Por su parte, José María Banfi (Coalición Cívica) habló de una “voracidad impositiva” del Departamento Ejecutivo, según su criterio, “aprovechando la mayoría automática que tiene”.
“Me refiero no sólo al aumento de las tasas, que va del 43 al cien por ciento, sino al incremento de las alícuotas de algunas otros tributos que cobraban. Por ejemplo, lo que pagamos por alumbrado público – que se abona con la factura de electricidad- sube del 16 al 18 por ciento. Como las tasas están congeladas, entonces aumentan las alícuotas y no hay ninguna razón para hacerlo. Cuando pregunté por qué se había tomado esa decisión me dijeron que era para reponer luminarias y demás, pero en realidad eso ya lo cobran en la boleta de CVP (Conservación de la Vía Pública)”, comentó.
Banfi sumó críticas al puntualizar que la tasa de Seguridad aumenta un 60 por ciento para los residentes domiciliarios y para los productores rurales, entre un 85 y un 101 por ciento, según la superficie del campo.
En cuanto al presupuesto, marcó como positivo el incremento del 35 por ciento en comparación con el de este año. Pero más allá de eso, observó que “la mayoría de esos recursos se va en gastos corrientes como sueldos y viáticos, hay obras menores y, por nombrar sólo un área, a la Dirección de Educación se le destinó un 35 por ciento menos que el año pasado”.
En ese mismo sentido se pronunciaron los ediles del MID, Ricardo Petraglia y Rodolfo Pedernera. “Junín es la ciudad con más inflación de la Argentina, y encima le agregamos un impuesto al combustible . Es un manotazo, porque el municipio recauda menos del cincuenta por ciento. Pero si siguen aplicando estas medidas, les va a pagar cada vez menos gente”, sentenció Pedernera.
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