Así lo sostuvo un informe del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para Concertación y el Desarrollo (CCD).
Según la última medición del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para Concertación y el Desarrollo (CCD), la inflación de las y los trabajadores fue de 2,9% en noviembre. De esta manera, se repitió el mismo guarismo de octubre. La variación general de precios acumulada entre enero y noviembre llegó al 123,3% inflación. La pobreza se expande entre los trabajadores.
La inflación de noviembre estuvo motorizada por alimentos y bebidas (+3,3%), que es el capítulo que más incide en la canasta. Las mayores alzas se registraron en productos estacionales como frutas (+5,5%) y verduras (+4,4%). El resto de los capítulos tuvo alzas entre el 2 y el 3%, lo que muestra una menor dispersión en las subas de precios comparado contra otros meses.
En los casos de Educación (2,9%) y Comunicaciones (2,9%) las alzas se dieron en la misma proporción que el índice general. Luego, se ubicaron los siguientes aumentos: Vivienda (2,8%), Otros bienes y servicios (2,8%), Salud (2,7%), Recreación y cultura (2,5%), Indumentaria y calzado (2,5%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (2,4%) y Transporte (2%).
MÁS INFO
Javier MileiCuánto aumentó la pobreza en Argentina en el primer año de MileiTrabajadores pobres
La pobreza se mide en el país por el nivel de ingresos de las familias vinculado a la valorización de una canasta básica total. Con la pauperización de los ingresos durante la era Milei y el recorte presupuestario vinculado a áreas claves del Estado, se multiplicó en el país el fenómeno de trabajadores y trabajadoras que no llegan a cubrir el costo de una canasta básica. Es decir, que son pobres.
En 2024 el 43% de los ocupados se convirtieron en pobres, cifra que alcanza el 77,8% en los desocupados. Así lo determinó el último trabajo realizado por el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para Concertación y el Desarrollo (CCD).
“La caída en los ingresos generó un fenómeno muy perverso: el de estar incluido en la producción siendo pobre en la distribución”, señaló el exministro de Educación y director general del CCD, Nicolás Trotta y agregó: “Esta caída sostenida empezó en la segunda mitad del gobierno de Macri y el último gobierno peronista no pudo revertirla. Ahí está la causa principal de la deuda interna que dejamos. Ahí está la llave que abrió la tranquera que frenaba el regreso del individualismo neoliberal. Pero ahí también está, por su contrario, el norte de la reconstrucción justicialista. Que no es otro que una vida digna material como eje de un sujeto pleno en su totalidad”, consideró Trotta.
Dentro del universo de los trabajadores hay grandes diferencias ya que dentro del grupo de los asalariados registrados y en los no asalariados calificados la pobreza es inferior al 30%, “en los asalariados informales y en los no asalariados de baja calificación ronda el 60%”, puede leerse en el estudio bajo análisis.
“La pobreza en los trabajadores viene en aumento sostenido desde 2017, producto del deterioro del poder adquisitivo. En dicho año, el 18% de los ocupados era pobre. Que la pobreza en los ocupados haya pasado al 43% significa que cerca de 6 millones de trabajadores cayeron debajo de la línea de pobreza en los últimos siete años”, agregó el coordinador del IET, Fabián Amico.
Comentá la nota