La incidencia clave de Máximo Kirchner y el rol de Tinelli. Como la fusión FOX / ESPN no se aprobaría por monopólica, los grupos Clarín, Indalo, América y Telecentro se interesan por ese 50% de los derechos. Turner apuesta a quedarse con todo.
En un denodado esfuerzo por mantenerlas bajo la superficie, acaso porque la actualidad no invita a nuevos debates sobre temas incómodos, el Gobierno, la AFA y varias de las empresas de medios más poderosas del país empezaron a acelerar reuniones y negociaciones para avanzar con algo que para los clubes ya se convirtió en un problema: qué hacer con la mitad de los derechos televisivos del fútbol argentino que tiene Disney, en una suerte de limbo después de que diferentes organismos de Estado objetaran la fusión FOX/ESPN.
Esa unificación empresarial –concretada luego de que Disney anunciara al mundo la compra de la multinacional Fox– está trabada en las oficinas de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. De ahí debería pasar al Enacom, pero ese Ente Nacional –presidido por el ex jefe de prensa de Sergio Massa, Claudio Ambrosini– ya dio indicios de que no aprobaría la fusión. Los argumentos son los mismos que presentaron otros países con diversas concepciones acerca del rol del Estado y el mercado, como México, Estados
Unidos o Brasil. En canales deportivos, Disney pasaría a tener un excesivo poder frente a sus competidores: una posición monopólica o dominante.
600 millones de pesos es el costo mensual de las cadenas para emitir los partidos
La mesa de reuniones para destrabar esta situación tiene tres partes: la del Gobierno, encabezada por Máximo Kirchner y continuada por Massa y el ministro de Deportes, Matías Lammens; la de la AFA, a través de Claudio Tapia, Pablo Toviggino y Marcelo Tinelli; y la de las diferentes empresas televisivas que buscan quedarse o entrar. Las tres partes con las que habló PERFIL reconocen algo: desanudar el conflicto es mucho más complejo de lo que todos preveían. Hay poder, mucho dinero, tecnicismos y amenazas judiciales. “Está todo tan enredado que nada se resuelve fácil”, grafican.
Una de las personas que aparece en el medio de este enredo es Agustín Pichot, quien acercó varios grupos interesados en participar del negocio del fútbol televisado. El ex capitán de Los Pumas tiene vínculos con dos de las tres partes de esa mesa de negociación: está asociado desde hace una década con ESPN y siempre se mantuvo cercano a Massa desde que empezó a participar en la arena política.
Pichot lleva y trae posibles compradores, aunque ninguno consigue convencer ni desde lo económico ni desde lo político. Hay otros que se acercaron por su cuenta, avisados de que la mitad de la televisación del fútbol argentino podría quedar vacante. El Grupo Clarín, el Grupo Indalo de Cristóbal López, el Grupo América de Daniel Vila, y el Grupo Telecentro de Alberto Pierri son los conglomerados que ya esbozaron interés. Vila y Clarín lo desmienten. En Indalo, lo relativizan. El peso político de la decisión y los intereses en torno a ello es lo que explica la participación personal del hijo de Cristina Fernández de Kirchner en una compulsa que excede, en mucho, a una simple operación empresarial.
Nacionales o importados. Las diferentes reuniones en las que se explica y detalla cómo funciona el negocio terminan casi siempre en una conclusión inequívoca: son pocos los grupos nacionales que tienen la solidez económica para entrar. Disney ya avisó que si debe desprenderse de FOX Sports (una pantalla que tiene los derechos del fútbol argentino pero también los de la Champions y la Copa Libertadores) no regalará nada: fijó a esa señal en 300 millones de dólares sólo para su operación local.
El cartel de venta y esa tasación en dólares es lo que les da ventaja a las empresas extranjeras: ya sea Turner para quedarse con el 100% de los derechos, o la española MediaPro para conseguir lo que no pudo en 2017. Por una cláusula (“mecanismo de solidaridad”) firmada hace tres años, Turner puede quedarse con el otro 50% por el solo hecho de pagar la cuota de junio que Disney adeuda. Sería una traición desde el sentido común, pero ajustado al contrato vigente.
Desde el punto de vista político, hay algunos factores que traccionan a favor de grupos nacionales, pero siempre con asteriscos en formas de pregunta: ¿para qué, quién y cómo? Siempre sobrevuela la idea de que la Televisión Pública emita dos o tres partidos por fecha. Un Fútbol Para Todos bajas calorías, un modo de albertismo futbolero.
Discursos. Las cadenas, quizás para ahuyentar a posibles interesados, aseguran que el costo operativo para transmitir fútbol es de 600 millones de pesos por mes. La publicidad recaudada representa menos de 100 millones, y por el pack fútbol entran alrededor de 300 millones. Sin embargo, en AFA no creen en esos números, a los que definen como “un cuento” de las empresas para ocultar las verdaderas ganancias.
Lejos de la filantropía, Turner y Fox siempre hablaron de un plan de negocios pensado a 10 años y en tercios: pérdidas en el inicio, equilibrio en el medio, ganancias en el final.
“Por eso es que todas las reuniones terminan en lo mismo: sacarle la producción a Torneos”, le dice una de las partes a PERFIL. Si en 2017 el Gobierno de Mauricio Macri olvidó el Fifagate y le pavimentó el camino a Torneos para asociarse con Turner-Fox –“Ustedes van a volver, pero tienen que quedar atrás, escondidos”, fue el mensaje en aquel momento de un funcionario al CEO Ignacio Galarza–, en este 2020 la situación es inversa: tanto la AFA como el kirchnerismo acumulan viejas rencillas con Torneos.
A esa parte del negocio (la producción de las transmisiones, no los derechos en sí) es más factible entrar sin tanta caja. Por lo tanto, más fácil de concretar para cualquier grupo nacional. Indalo, por ejemplo, es dueño de La Corte, la productora encargada de los partidos durante el Fútbol para Todos.
Media cuota. Lo que parecía una traba burocrática por la compra de Fox y Espn se transformó en un problema real desde el momento en que –tal como adelantó este diario hace tres semanas– Disney no giró su parte por los derechos televisivos, algo que activó las alarmas en la AFA y la flamante Liga Profesional. La respuesta que les da uno de los principales directivos de Disney en Argentina, Guillermo Tabanera, a Tapia y Tinelli es parecida a la de tantos empresarios: “No tenemos plata”.
Cautela. Tapia es consciente de que el vínculo con Disney puede romperse. (Cedoc)
Hasta hoy, los clubes recibieron solo el 50% de los ingresos de TV, pagados por Turner (TNT Sports). Aunque no hay fútbol desde marzo, las dos cadenas se habían comprometido a seguir transfiriendo en abril, mayo y junio. Ante el pedido de AFA de extender ese pago en julio, agosto y septiembre (por más de que ya se sabe que el torneo no empezará tampoco para esas fechas), la alianza empezó a partirse: Turner avisó que lo garantizaba. Disney, en cambio, envió señales contrarias. Fue ahí, hace casi un mes, que los derechos de TV volvieron a convertirse en un tema recurrente en las reuniones por Zoom. Habrá que ver cómo sigue en las próximas semanas.
De Torneos a Fox-Turner
1992-2009: la era de Torneos y Clarín. Televisión Satelital Codificada (TSC), una empresa de Torneos y el Grupo Clarín, era la dueña de la transmisión del fútbol argentino. Emitía en TyC Sports y en señales pagas (TyC Max). El acuerdo vencía en 2014, pero la AFA lo rescindió en 2009.2009-2017: Fútbol Para Todos. El programa estatal transmitió de manera gratuita los torneos de Primera y, desde agosto de 2011, con el descenso de River, hasta 2016, fue propietario de los derechos de la B Nacional.2017-actualidad: la alianza Fox-Turner. Las dos cadenas multinacionales compraron los derechos de la Superliga a cambio de 3.200 millones de pesos por año. El acuerdo firmado es por cinco años, con la posibilidad de prorrogarlo por otros cinco.
Tinelli, Cablevisión y el carpetazo
Desde que asumió como presidente de la Liga Profesional, Marcelo Tinelli es uno de los encargados de buscar nuevos ingresos y renegociar el canon que ingresa a los clubes desde las cadenas de TV. Le tocó el peor contexto: la crisis que generó la pandemia, una actividad que nadie sabe cuando regresa y las dudas sobre la continuidad de Disney (Fox/Espn) son parte del escenario que habita.
En ese afán de sortear la crisis, el empresario televisivo y presidente de San Lorenzo le transmitió una de sus ideas a un alto directivo del Grupo Clarín: le pidió que Cablevisión haga un aporte sustancialmente mayor al que en la actualidad realiza por abonado. El pedido no cayó bien. Casualidad o no, luego de esa reunión, desde el Grupo Clarín lanzaron una dura ofensiva contra el conductor televisivo, al punto de publicar viejas escuchas de él y Julio Grondona.
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