Frigerio recibió al opositor Poggi, que podría aliarse con la UCR de cara a octubre; la pelea se aceleró tras el reciente acercamiento del gobernador al kirchnerismo
Los recientes desplantes del gobernador, que incluyeron críticas por Ganancias y acercamientos al kirchnerismo duro, aceleraron los tiempos y la estrategia en la Casa Rosada. En el transcurso de este mes, el Gobierno acelerará la conformación de un frente político que intentará derrotar -en 2017, pero por sobre todo en 2019- al tándem que componen el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá , y su hermano Adolfo, dueños absolutos del poder provincial desde 1983.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio , recibió la semana pasada en Balcarce 50 a Claudio Poggi, ex gobernador y convertido hoy en el principal referente de la oposición en San Luis. Además de entregarle varias carpetas con más de 50.000 firmas de puntanos que denuncian la "proscripción" del partido Avanzar, creado por el ex mandatario luego de su divorcio de los hermanos Saá, Poggi acordó con Frigerio acelerar el armado de un acuerdo con la UCR puntana. La estructura radical serviría de plafón para la virtual postulación de Poggi a senador nacional.
El acuerdo no sería sólo de palabra. Fuentes del Ministerio del Interior aseguraron que Frigerio estará durante este mes para una "recorrida de inspección de obras públicas" en San Luis, la única provincia que el ministro no visitó durante el primer año de gestión. En el lenguaje de los Rodríguez Saá, la visita de Frigerio, con quien el gobernador discutió con fuerza y a quien incluso amenazó con ir a la Justicia por fondos adeudados, equivale a un desafío concreto. "La relación hoy es mala", reconocen en Balcarce 50.
En la reunión con Poggi, en la que también participó el secretario de Interior, Sebastián de Luca, quedó claro que se intentará evitar una interna con la UCR. Podría ser, estiman en Gobierno, que Poggi sea candidato a senador y el diputado radical José Riccardo encabece la lista de diputados nacionales. Del trato también participarían el hoy funcionario del Ministerio de Defensa Walter Ceballos y otros dirigentes destacados de la UCR puntana. La estructura radical es fundamental para Poggi, ya que entre los jefes comunales de la provincia sólo cuenta como propio a Martín Olivero, ex ministro suyo e intendente de La Punta.
La tarea, no obstante, dista de ser sencilla. Acostumbrados a defender su territorio, los Rodríguez Saá ya dividieron tareas: mientras Adolfo recorre la provincia para renovar su banca en el Senado, Alberto estrechó lazos con el kirchnerismo nacional, del que se diferenció durante más de diez años. El giro se escenificó con la foto del gobernador con Guillermo Moreno en la sede del PJ y su visita a Milagro Sala en la Navidad (con un costo estimado de $ 400.000 de vuelo privado). A partir de estos gestos, en el Gobierno creen que "harán lo que sea" para sostenerse en el poder. A los Saá los números los avalan: nunca perdieron una elección.
Después de varios meses de buena relación con el poder puntano, en el Gobierno creen que es hora de acelerar los tiempos. "Ellos votan raro, a veces apoyan en el Congreso, otras no. Pero está claro que no podemos contar con ellos como aliados", explican en la Casa Rosada. Y aseguran que el aval a Poggi "va en línea con la idea de fortalecer Cambiemos" con la incorporación de dirigentes peronistas de cara a 2017, una línea fuertemente avalada por el "ala política" del Gobierno.
Autor de polémicas iniciativas, como "autonomizar" San Luis al estilo de Cataluña, el gobernador apunta a retener el poder en las elecciones legislativas. La Casa Rosada intentará evitarlo.
Comentá la nota