En el oficialismo califican de “dibujados” los estados contables de la entidad; es inminente la firma del decreto que le quita beneficios impositivos a los clubes en el pago de cargas sociales
Jaime Rosemberg
Con la orden presidencial de ir “con todo sin vuelta atrás”, aunque sin concretar la amenaza de la intervención, el gobierno de Javier Milei pone por estas horas la lupa en los balances de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y en la posibilidad de quitarles beneficios impositivos a los clubes que la integran. La AFA es presidida por Claudio “Chiqui” Tapia, quien la semana pasada obtuvo su reelección hasta 2028 en una asamblea considerada nula por la Inspección General de Justicia (IGJ).
Junto con el análisis del balance de la entidad, al que fuera de micrófono califican de “dibujado”, en la Casa Rosada y el Ministerio de Justicia también avanzan en los últimos detalles con la quita de beneficios impositivos, actualizados en los últimos meses del gobierno de Alberto Fernández, que daban facilidades a los clubes afiliados en el pago de cargas sociales de futbolistas, miembros del cuerpo médico y empleados. Según pudo saber LA NACION, el decreto se firmaría hoy para publicarse mañana en el Boletín Oficial. Se dará un plazo de seis meses a los clubes para estudiar el sistema y readecuarse al nuevo plan, con la jefatura de gabinete y el Ministerio de Justicia a la cabeza de un comité que será interlocutor de las entidades deportivas. Esta medida podría desfinanciar a los clubes, sobre todo, a los de menores ingresos.
“Vamos a ver, porque quizás tienen situaciones irregulares”, dijo ayer el presidente Milei en una entrevista a TN. Y estimó que esa revisión “la hará el órgano que tiene que revisar este tipo de cuestiones”. No dio mayores precisiones, pero se trata de otro avance del Gobierno por intentar la oficialización de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), un punto que fue incluido en la Ley Bases, pero que fue judicializado.
Entre los datos que más llamaron la atención de los estados contables de la AFA al 31 de julio pasado figura la pérdida “de más de $13.000 millones en créditos que nunca se cobraron”. Se trataría de casi seis veces más que el promedio de los ejercicios anteriores, según las fuentes oficiales. “No existe información acerca de los deudores”, aseguraron.
En el Gobierno también contabilizan gastos por $61.892 millones de la AFA en sueldos y cargas sociales, “sin registro de un cambio significativo de nómina”, mientras el promedio de los últimos ejercicios era de $19.830 millones”, sin aumento de la nómina ni “toma de deuda que justifique esa capacidad”, por encima-aseguraron en el Gobierno-de la inflación registrada en ese período.
En otro punto del informe que circula por importantes despachos oficiales se especifica que “la AFA registró ingresos en flujos de efectivo que asciende a $83.965 millones”, una cifra que “resulta imposible al tener un contexto inflacionario. El saldo en efectivo en apertura y cierre no puede poseer una diferencia de 18 veces, aun con el contexto inflacionario”, afirmaron las fuentes oficiales consultadas. Por último, y en un ítem sensible como las selecciones nacionales, en el Gobierno revisan un gasto total de $39.518 millones, que “no está claro ni especificado”. El informe incluye gastos excesivos en el valor de la indumentaria, el Colegio de Árbitros y la escuela técnica, entre otros.
Atacar a Tapia por su manejo de la entidad, que preside desde marzo de 2017, sin enemistarse con la selección campeona del mundo en Qatar es otra de las premisas que manejan en Balcarce 50. Como explicó LA NACION, una eventual intervención a la AFA podría perjudicar a la selección y a los clubes argentinos. Además, Tapia podría acusar al Gobierno de intromisión en sus asuntos internos.
Con la ofensiva oficial de abrir los clubes al ingreso de capitales privados, a través de las SAD como motivo central de disputa, el Gobierno y Tapia parecen escalar en la contienda, que tuvo como hito la Asamblea General de la AFA, celebrada en la tarde del jueves pasado en el predio Lionel Messi de Ezeiza. Allí, los representantes de los clubes reeligieron por aclamación hasta octubre de 2028 a Tapia como presidente, se modificó el Estatuto de la entidad, mudó la razón social a la provincia de Buenos Aires y suspendió los descensos en la primera división. Todos asuntos que la IGJ, que encabeza Daniel Vítolo, había dictaminado que no se podían tratar.
“Me parece que es una de las batallas más importantes a dar. Primero, porque la Argentina es el semillero del mundo, es decir, los mejores jugadores de fútbol del mundo salen de acá y nosotros podríamos tener una liga local de muchísima mejor calidad si no fuera por los manejos turbios que tiene la AFA”, dijo Milei ayer en la entrevista televisiva. E insistió en que “debería haber una apertura mental por parte de las personas acerca de que nadie está obligado a cambiar de modelo societario, pero si alguien lo quisiera hacer tienen que darle la posibilidad”. Otra vez, la idea de las SAD, a la que Tapia se resiste, como motor de la ofensiva oficial.
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