El presidente se acercó al PJ y a la CGT. Desde Anillaco, le hizo un guiño a Menem.
En un sector del Gobierno celebran que Alberto Fernández haya comenzado a acumular gestos hacia el peronismo y a evitar menciones al alfonsinismo.
Alberto llegó a la presidencia con el sueño de "cerrar la grieta" y por eso fueron más frecuentes las veces que mencionó a Alfonsín que a Perón.
En los primeros meses de su mandato, su secretaria legal y técnica, Vilma Ibarra, lo describió como de centroizquierda más que peronista. Y el propio Alberto se definió como socialdemócrata.
Gioja le ofreció a Alberto Fernández ser presidente del PJ
No se trató únicamente de una cuestión de declaracionismo: nombró al hijo de Alfonsín como embajador en Madrid y a una serie de dirigentes de origen radical en cargos importantes, como a Miguel Pesce en el Banco Central, a Carlos Raimundi en la OEA y a Leandro Santoro como asesor.
Pero en el peronismo no tienen el mismo recuerdo alegre del alfonsinismo, al que asocian al fracaso económico. Por eso en el Gobierno celebran que Alberto haya dejado las menciones a Alfonsín y mimara al peronismo con una serie de movimientos en los últimos días.
Alberto se convenció de que de la crisis se sale con los empresarios
En primer lugar, confirmó su participación en el acto central del 17 de octubre, el Día de la Lealtad peronista, en la sede de la CGT de calle Azopardo.
Luego inició el operativo clamor para ser nombrado presidente del PJ nacional. Y el fin de semana recordó su participación en un libro sobre Kirchner en el que asegura que "Néstor fue el mejor presidente que tuvo la democracia".
Este martes, incluso, hizo un guiño a Carlos Menem desde Anillaco, el pueblo riojano en el que nació el sucesor de Alfonsín. "Todos los argentinos conocemos Anillaco, porque La Rioja dio de ahí a un presidente", aseguró Alberto.
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