Llegaría en febrero y destrabaría asunciones judicializadas por la paridad de género. Máximo sumaría una banca y no volvería a arriesgar otra. Aun así, Schiaretti y Lavagna seguirán siendo necesarios para el quórum.
Alberto Fernández y Sergio Massa esperan que en los primeros días de febrero la Cámara Nacional Electoral destrabe las juras de diputados pendientes por reclamos de paridad de género, permita sumar un voto oficialista en el recinto y siente jurisprudencia para que no vuelvan a arriesgar bancas en sesiones claves.
Les pasó en diciembre, cuando Juntos por el Cambio amenazó con impedir la asunción de diputados que no habían jurado en la sesión preparatoria e impedir el tratamiento de la emergencia económica. Fue necesaria una gestión de los gobernadores radicales para evitarlo.
Pero algunas juras quedaron aplazadas por apelaciones ante la Cámara Electoral como la del macrista Marcelo Osmar del Sol, quien exige la banca del ahora intendente de Mar del Plata Guillermo Montenegro aun cuando Adriana Cáceres se ubicó un casillero más arriba en la lista de Cambiemos que compartieron en 2017.
Basa su reclamo en la necesidad de preservar el género como obliga la ley de paridad, pese a que fue sancionada un mes antes de las elecciones en las compitió. Y lo fundamenta en un fallo de la jueza federal María Servini de Cubría de hace un año que le permitió a Alejandra Caballero reemplazar a la macrista Anabella Hers Cabral ante un planteo similar.
La magistrada no dejó asumir a Jorge Garayalde, quien estaba un lugar antes en la nómina pero nunca apeló y dejó servida la "doctrina Servini" a quien la necesite. Del Sol la pidió para ser diputado, fracasó en primera instancia y espera una respuesta de las camaristas para cantar la victoria.
En la misma condición está el bonaerense Marcelo "El Oso" Díaz, histórico guardián de Margarita Stolbizer en la Legislatura bonaerense. Exige sustituir a Daniel Arroyo y desplazar a Liliana Schwindt, quien en 2017 integró aquella lista de 1País en una mejor ubicación por gestión de Sergio Massa, en aquellos tiempos distanciado del kirchnerismo.
En el Gobierno necesitan que un fallo de Cámara favorezca a las mujeres para sumar a una diputada y no arriesgar nuevas bancas. La ley de emergencia económica corrió riesgo por este conflicto.
En octubre Schwindt fue candidata a diputada en la boleta de Roberto Lavagana pero le prometió a Máximo Kirchner alistarse al Frente de Todos si la deja asumir un fallo de la Cámara, que fuentes del Tribunal y del Congreso confirmaron a LPO que no pasará de mediados de febrero. Si vuelve a perder, al "Oso" Díaz sólo podría recurrir a la Corte Suprema, que resolvió a favor de la senadora Lucila Crexell por un planteo similar del radicalismo neuquino.
Los apoderados del peronismo vienen merodeando los despachos de los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía para apurar una resolución favorable pero la redacción no es sencilla, porque necesitan conciliar criterios disimiles entre los tribunales de primera instancia que beneficiaron al Gobierno.
Mientras el juez federal bonaerense Adolfo Ziulú resolvió a favor de Schwindt por considerar que la ley de paridad es posterior a la elección que protagonizó, Servini de Cubría repitió el criterio inverso para que la peronista rionegrina Ayelén Spósito reemplace a María Emilia Soria, aun cuando en la nómina le seguían Ramón Chiconi y Sebastián Altamiranda.
En la Rosada apuestan a la inventiva de los camaristas para favorecer a las mujeres en todos los casos y evitar nuevas apelaciones u otros litigios si hubiera nuevas licencias o renuncias hasta 2021. Una versión que circula por el Congreso es que Dalla Vía y Corcuera no tendrían una posición similar y si no concilian deberían solicitar un subrogante para desempatar o pedirle al Senado apurar el trámite para nombrar al juez que complete el tribunal, uno de los más de 100 pliegos enviados por Macri y cajoneados.
Liliana Schwindt con Sergio Massa, en la campaña de 2017.
Un caso próximo de litigio podría ser el de otro massista: José Ignacio de Mendiguren, quien ya aceptó ser presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y, esta vez sí, le permitiría asumir al "Oso" Díaz, excepto que la Cámara obligue a que solo haya reemplazos femeninos. En ese caso retornaría al Congreso Mónica Litza, una peronista de Avellaneda que es fiel a Massa y no alteraría la escribanía oficialista.
Alberto ya asumió demasiados riesgos por no revolver a tiempo este conflicto. Podría haberlo evitado con un testeo más preciso de los reemplazos de sus ministros y una sólida negociación política para evitar la judicialización, que perjudicó a su bloque como a ningún otro.
Máximo Kirchner debatió la emergencia económica con una banca menos y aprobó algunos artículos con 129 votos, lo justo para la mayoría simple. Por si fuera poco, Jorge Sarghini sustituyó a Felipe Solá aun cuando Schwindt estaba sobre él en la lista, aprovechando que no pudo jurar por su pleito judicial. Y no se sumó al oficialismo sino al interbloque federal, que monitorean Lavagna y el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti y con 11 votos seguirá siendo clave para el quórum.
Con Schwindt a su cargo, Máximo alcanzaría 120 bancas y la confianza en los 8 votos de Unidad Federal para el Desarrollo, dirigidos por el excéntrico mendocino José Luis Ramón. No puede relajarse tanto, porque en diciembre tuvieron una baja cuando más los necesitaba: la de Flavia Morales, presa de la interna del Gobierno de Misiones. Decidido en ser diputado como sea, el "Oso" Díaz ya hizo sondeos para incorporarse a este grupo y negociar su apoyo ley por ley.
La neuquina Alma Sapag cotiza como aliada permanente del Gobierno para tocar la campana del quórum, pero no hay seguridad sin los conducidos por Eduardo "Bali" Bucca, cuyos líderes no dejan de ser mimados en la Casa Rosada. Lavagna cosechó cargos en organismos oficiales y sería propuesto como presidente del Consejo Económico y Social, una de las promesas de campaña que se materializaría con una ley.
Schiaretti es el aliado silencioso de Fernández, tanto que fue el último gobernador en visitar la Casa Rosada pero sus cuatro diputados garantizar la ley de emergencia en el recinto. El martes fue recibido por Eduardo "Wado" De Pedro y Máximo, con quienes repasó sus demandas para Córdoba, necesarias para que sus soldados sigan siendo fieles. Alberto los necesita. No le sobra nada.
Comentá la nota