Esperan un gesto de los mandatarios con una conferencia en el Savoy y mandan a los propios al Senado. La bronca con Prat Gay.
El Gobierno lanzó una estrategia de pinzas de urgencia para frenar la ley de Ganancias en el Senado con apoyo de los gobernadores peronistas y apuesta a demorar el proyecto opositor con una triple embestida en la agenda del martes.
La vuelta de Rogelio Frigerio al país luego de su viaje a China le devolvió al Ejecutivo, que estaba en shock tras la derrota en Diputados, el juego con los gobernadores del PJ, al mismo tiempo que otros sectores del Gobierno son cuestionados desde las provincias por no escuchar el reclamo de las administraciones del interior (ver aparte).
El ministro del Interior lanzó una triple jugada: por un lado, espera un gesto de unos ocho gobernadores peronistas para que pidan cambios en el proyecto que llegó al Senado desde Diputados con una conferencia de prensa, que podría concretarse este martes en el hotel Savoy del barrio del Congreso.
Frigerio coordina una conferencia de prensa de un puñado de gobernadores peronistas contra el proyecto, mientras instruye a los cinco mandatarios de Cambiemos para que vayan al Senado a destrozar la iniciativa.
La estrategia de la Rosada en este sentido es clara: que la modificación del proyecto, que obligaría a que el texto vuelva a la Cámara baja, demore los tiempos parlamentarios y el tema se diluya entre la sidra y los turrones.
Por otra parte, el Gobierno enviará a los cinco gobernadores de Cambiemos (Gerardo Morales, Ricardo Colombi, Alfredo Cornejo, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal) a destrozar por "irresponsable" el proyecto en la comisión de Presupuesto del Senado que el peronista Abal Medina convocó para la mañana del martes.
Allí espera la “ayuda” de otros gobernadores como el santafesino Miguel Liftchitz (no tiene senadores), el neuquino Omar Gutiérrez, el chaqueño Domingo Peppo, la fueguina Rosana Bertone y el rionegrino Alberto Weretilnek (que tampoco tiene senadores).
En ese sentido no parecen casual algunos anuncios de este lunes: San Juan recibió la confirmación de Nación de un crédito BID de u$s 40 millones para el túnel a Mendoza; Córdoba el envío de 2.000 millones para la fábrica de aviones que hay en esa provincia y Bertone la promesa del ministro Cabrera que seguirá el régimen de promoción para las ensambladoras de artículos electrónicos de la isla.
En ese fárrago de movidas de último momento, Frigerio convocó a los ministros de Economía de todas las provincias para la tarde del martes. La cita inicialmente prevista para este lunes, paradójicamente, no será en Hacienda sino en el Salón de los Escudos de Interior.
El Gobierno propicia por estas horas una conferencia en el hotel Savoy de 8 gobernadores peronistas, un gesto importante en medio de la unión del peronismo en Diputados que le dio media sanción al proyecto.
El Ejecutivo espera que a esa conferencia asistan Peppo, Bertone, junto al sanjuanino Sergio Uñac, el salteño Juan Manuel Urtubey, el cordobés Juan Schiaretti, el entrerriano Gustavo Bordet, el misionero Hugo Passalacqua y el riojano Sergio Casas.
Si bien el gesto de estos gobernadores es importante mientras el resto del Frente para la Victoria podría votar el proyecto tal como vino de la Cámara baja, la influencia en votos brutos de esta maniobra es insuficiente para las aspiraciones del Ejecutivo.
La influencia en el Senado de los ocho gobernadores peronistas que aceptarían hacer el "gesto" de criticar ante la prensa en proyecto de Diputados, es muy poco relevante. Con suerte rondan los siete votos.
Peppo no tiene senadores propios, ya que Eduardo Aguilar y María Pilatti Vergara responden al ultrakirchnerista Jorge Capitanich. En ese sentido, el diputado chaqueño Juan Pedrini, que es de la línea de Aguilar, votó a favor de la norma la semana pasada.
Uñac no tiene senadores propios, toda vez que Ruperto Godoy es kirchnerista y Marina Riofrio responde a José Luis Gioja, presidente del PJ que votó a favor del proyecto aunque en contra de gravar la minería.
Bordet tampoco tiene influencia directa sobre los dos senadores peronistas de su provincia: Sigrid Kunatg es kirchnerista y Pedro Guastavino, que siempre se movió en el mismo carril que el resto del PJ, ya dijo a los medios de su provincia que votará a favor del proyecto.
El riojano Casas sólo puede soñar con un respaldo de Teresa Luna, que coquetea con el Movimiento Evita, que en Diputados votó a favor y con el respaldo de Hilda Aguirre.
Los únicos que podrían aportar dos senadores son Passalaqua, con el voto de Sandra Gimenez y Salvador Cabral y Urtubey, mediante el voto de su hermano Rodolfo y de Cristina Fiore Viñuales. Luego, Bertone podría aportar sólo el voto de José Ojeda y Schiaretti el de Carlos Caserio.
En este contexto, con el apoyo de estos 8 gobernadores el Gobierno sólo lograría torcer a unos siete senadores, de los cuales sólo tres (Cabral, Urtubey y Ojeda) pertenecen al bloque del FPV.
Como contrapartida, otros gobernadores peronistas como Mario Das Neves (1), Carlos Verna (2) votarán en contra del Ejecutivo, sumados a Pino Solanas y Jaime Linares (del GEN de Stolbizer). Los tres senadores de Santiago del Estero mantienen el mutismo y Magdalena Odarda, duda pese a “pertenecer” a la Coalición Cívica.
La bronca con Prat Gay
La tercera jugada del Gobierno para mañana consiste en convocar a los ministros de Economía de todas las provincias. Como explicó LPO, esto forma parte de la reunión de urgencia del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal (a La Pampa y San Luis se las invitó pese a que no forman parte).
Este Consejo se iba a reunir hoy pero el Gobierno debió aplazar el encuentro para mañana a las 17.
Frigerio tuvo que tomar el timón de la negociación con las provincias ante la falta de tacto político de Prat Gay, según denuncian los ministros de Economía de los gobernadores.
La reunión se hará en Interior, lo que confirma cómo fue el proceso que desembocó en la derrota del oficialismo en Diputados: Frigerio debió tomar el timón por la falta de tacto político de Prat Gay y sus funcionarios.
En ese sentido, los gobernadores se quejaron porque Hacienda no tuvo un ida y vuelta con las provincias por este tema como se había comprometido.
Los ministros de Economía de las provincias cuestionan a Prat Gay y a su secretario de Hacienda, Gustavo Marconato, por “creerse más” que ellos cuando en realidad son “colegas”.
Pese a que la mayoría de los ministros provinciales no apoyaban el proyecto de Massa , Marconato no fue capaz de sumarlos para escuchar algunas modificaciones al proyecto oficial e incluso dos meses atrás difundió un supuesto apoyo de los funcionarios del interior al proyecto enviado por Prat Gay.
“Marconato está en otra frecuencia”, se quejan en las provincias y lo cuestionan por no atenderles el teléfono a los ministros.
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