El gobierno provincial asegura que hará un relevamiento de las familias asentadas en la zona de Villa Floresta por donde pasará la autopista sureste de circunvalación. Pero le echó la culpa a Vialidad Nacional que ya había expropiado el terreno hace treinta años y dejó que los terrenos volvieran a ser ocupados.
Cuando las máquinas de la empresa constructora de la autopista se acercaron esta semana a un tramo habitado de la avenida Delgadillo, empleados la empresa comenzaron a pedirles a los vecinos que corran sus alambrados para dar paso a las retroexcavadoras.
Eso puso a los vecinos en estado de asamblea, que aseguraban el lunes que ningún funcionario provincial se había acercado antes que llegaran las máquinas para decirle qué planes tenía el gobierno para reubicarlos.
Ayer Usandivaras explicó que los terrenos ya habían sido expropiados por Vialidad Nacional hace más de treinta años. Pero lamentó que el organismo no hubiera iniciado las obras de la autopista en ese momento.
Eso hizo, subrayó, que sobre los terrenos que dejaron los indemnizados comenzaran a asentarse nuevas familias, que se sumaron a otros indemnizados que no llegaron a abandonar el lugar.
"Es un problema de solución compleja", dijo el funcionario. "Salvo que se pueda destinar algunos fondos de la autopista para un proyecto de desarrollo urbanístico con la gente", agregó.
Pero subrayó que el relevamiento que iniciará la provincia, y ese eventual proyecto urbanístico "no debería beneficiar a los especuladores de siempre", haciendo referencia a los vecinos que se quedaron pese a haber sido indemnizados.
El funcionario, sin embargo, no precisó que porcentaje de familias estaban en esa condición.
Según denunciaron los propios vecinos de la zona, cerca de 200 familias viven en el tramo de un kilómetro de la avenida Delgadillo, en la que algunas viven desde hace cerca de veinte años.
Las obras de la autopista se realizan ahora por un convenio entre Vialidad de la Nación y de la Provincia.
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