El Gobierno dice que no devaluará pero el mercado no le cree

El Gobierno dice que no devaluará pero el mercado no le cree

En forma insistente el presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo declaran que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no implicará una devaluación del peso, pero no explican por qué entonces se demora la firma y la apertura del cepo. Con tanta desconfianza, el mercado aprovecha y se lleva los dólares baratos.

Por

FERNANDO ALONSO

El Gobierno no logra desactivar las expectativas de devaluación que se aceleraron con el anuncio de un inminente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y, pese a la insistencia del presidente Javier Milei y el ministerio Luis Caputo -quien dijo que esta vez será diferente-, el mercado presiona por acelerar el proceso de dolarización vía el mercado de capitales.

El gobierno decidió evitar el trámite legislativo y optó por el camino del DNU para cumplir con un requisito que no lo pide el FMI, pero sí las leyes argentinas: el nuevo endeudamiento debe tener aprobación del Congreso. Esta decisión es interpretada por los mercados como una señal más de debilidad política, pero también de necesidad apremiante de llegar a un acuerdo con el Fondo. Más que calmar a los mercados, este DNU es casi un reconocimiento de que se acabaron los dólares y que sólo el Fondo puede sostener este esquema. Y nadie sabe qué va a pedir a cambio el FMI.  

“Es muy común escuchar: ‘Esto ya la vimos, esto termina mal’, y en algún punto lo entiendo porque hay alguna similitud con cosas del pasado que pueden hacer confundir. Pero esta vez no es el mismo caso, no aplica el ya la vimos”, declaró este jueves Caputo en un foro destinado a inversores, que pasado un año de gestión de Milei siguen esperando señales para anunciar nuevos proyectos.

El problema del Gobierno es que el proceso de dolarización no lo están llevando adelante los pequeños ahorristas presionando en el mercado de cambios o en los financieros, sino empresas e inversores institucionales, que perciben un atraso en el valor del dólar oficial que se corregirá con un saldo cambiario que llegará con el acuerdo con el FMI.

Consultoras locales afines al pensamiento del equipo económico y bancos de inversión internacionales proyectan que el Gobierno logrará juntar los dólares que precisan para cubrir tanto los vencimientos de deuda como las necesidades de la economía en la medida que deje atrás la recesión del año pasado y se incremente el ritmo de importaciones.

El mercado financiero, en cambio, cree que la definición de la nueva política cambiaria es lo que está trabando la firma del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, más aún cuando desde el propio organismos aclaran que no está condicionado a la ratificación en el Congreso, como exigen las leyes argentinas por tratarse de un nuevo endeudamiento. “Es simple, si no están discutiendo un salto devaluatorio o creen que cambiar de política cambiaria no alterará el valor del dólar, ¿qué es lo que lo está demorando?”, explicó una fuente de mercado a El Destape.

En el esquema actual, la cotización de la divisa en el mercado financiero está controlada vía intervención directa del BCRA en el MEP y con la liquidación de 20% de las exportaciones, conocido como “dólar blend” en el CCL.

Las intervenciones en el MEP son cada vez más importantes y saltaron de US$447 millones en diciembre a US$984 millones en enero. No hay todavía cifras concretas de febrero, pero se estima que pasaron los US$1.000 millones y en estas jornadas de diciembre se habla de más de US$100 millones diarios. “Ya no intervienen en AL30 tanto como antes porque se los llevaron puestos. Se mudaron a GD30 desde hace unas semanas. De nada”, contó este jueves la cuenta @TraderX3AL30 en la red social “X”. 

 

El mercado se lleva todos los dólares que el BCRA pone a disposición y eso está impidiendo que la autoridad monetaria acumule reservas internacionales, como pide el Fondo Monetario y reclaman los fondos de inversión, una de las grandes diferencias que están trabando el acuerdo. Las operaciones del BCRA se observan en los últimos minutos de la rueda, cuando salta el volumen de operación y caen los precios para reflejar un cierre de la divisa menor al valor que se opera a lo largo de la jornada.

 

Intervención del BCRA para hacer bajar el precio del dólar financiero

 

En el mercado oficial, el BCRA alentó una bicicleta financiera consistente en permitir a las empresas tomar créditos en dólares, venderlos en el mercado, colocar los pesos en letras del Tesoro a más del doble de la tasa y garantizarles acceso al mercado oficial para repagar el crédito. Esa misma operación las hacen las empresas también captando dólares en el mercado de capitales con Obligaciones Negociables.

A costa de más deuda

El endeudamiento privado alcanzó un nivel récord en la gestión de Milei, de más de US$ 22.000 millones entre las emisiones de ON por US$12.000 millones y los créditos bancarios por otros US$10.000 millones. El BCRA tendrá que responder por todas esas deudas, más la de los importadores que vienen postergando pagos también para aprovechar la bicicleta financiera .

En la visión del mercado, ese esquema se consumió los stock de dólares de la cosecha retenida, del blanqueo de capitales y de la acumulación de deudas de importadores y necesita de un flujo permanente para sostenerse que no aporta la economía real.

Quedan tres formas de financiar este esquema cambiario: que el FMI ponga los fondos, otro boom de liquidaciones del agro (por grano retenido hoy y por cosecha a partir de marzo/abril) y que acelere el RIGI, que por ahora hay un solo proyecto aprobado y es de YPF LUZ (que no implica entrada de dólares).

Las dudas están puestas en si el FMI permitirá que se destinen fondos que aporta a la fuga de capitales, si el agro aprovechará la baja de retenciones o esperará un salto cambiario y si el RIGI convence a alguien a este tipo de cambio. En cualquier caso, “está claro que es un esquema que no es sostenible, que se va consumiendo los stock de divisas de la economía”, reseñó una fuente.

 

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