En la Casa Rosada creen que esas victorias locales despejarían un escenario de pesimismo generalizado en el Frente de Todos para encarar la campaña hacia las PASO.
Por: Jaime Rosemberg
La última mala noticia, aseguran, llegará esta semana, con el índice de inflación de marzo, que podría ubicarse en torno al 7 por ciento. “Si abril empieza a dar datos positivos en la economía, podemos tener un mayo que cambie la tendencia”, se ilusionan desde la Casa Rosada y el Ministerio de Economía, con una alta dosis de optimismo y contra casi todos los pronósticos.
Casi como un mantra, y en busca de indicios que den algún margen para la esperanza, desde el gobierno de Alberto Fernández apuestan a que una –cuando menos– tenue baja de la inflación este mes otorgue un respiro para llegar hasta mayo.
En los dos primeros fines de semana de ese mes, calculan desde el oficialismo, el Frente de Todos en sus diversas versiones obtendría triunfos en seis de las ocho elecciones de gobernador que están previstas. “Esas elecciones nos van a demostrar si estamos en un fin de ciclo o si –como pensamos– la gente termina depositando el voto en un destino clásico, como lo es el PJ. Si pasa esto último, tendremos algo para decir en agosto y octubre”, afirmó uno de los ministros con responsabilidades en el armado nacional del oficialismo.
“En abril van a seguir las peleas entre Alberto y Cristina. En mayo, esto se va a acomodar a fuerza de calendario”, susurra un ministro que conversa seguido con los personajes centrales de la trama. “El piso histórico del peronismo cuando va junto es del 30 por ciento. Si resolvemos adecuadamente los conflictos políticos, estamos competitivos”, agregan muy cerca del Presidente.
Aún lejos de las definiciones sobre las PASO, sobre las que insiste el presidente Alberto Fernández y a las que parece haberse resignado el kirchnerismo leal a la vicepresidenta, el oficialismo apuesta a las victorias en mayo de cuatro gobernadores que buscan su reelección: Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
A ellos se les suma Juan Manzur, exjefe de Gabinete, hoy gobernador y a la vez candidato a vicegobernador de Osvaldo Jaldo. También, el misionero Hugo Passalacqua, exmandatario que por decisión del caudillo Carlos Rovira intentará llegar otra vez al sillón que hoy ocupa Oscar Herrera Ahuad, siempre bajo el paraguas del Frente Renovador provincial.
En el Gobierno no esperan festejos el fin de semana que viene, tampoco en la escala electoral. Se ven sin chances en Neuquén (la pelea será entre el oficialismo del MPN y Juntos por el Cambio) y en Río Negro se impondría el exgobernador Alberto Weretilneck, que trabó una alianza provincial con La Cámpora y la UCR. “Ahí va a ganar cualquiera menos nosotros”, reconocen en los despachos oficiales, que también descuentan triunfos en mayo de la UCR de Gerardo Morales en Jujuy (el gobernador no será candidato) y en la reelección de Gustavo Sáenz, en Salta.
Sin logros para mostrar a nivel nacional, los mandatarios provinciales se concentran en sus distritos y apuestan a que el ministro de Economía, Sergio Massa, consiga cuando menos un precario equilibrio en las cuentas públicas, sostenga la inflación en niveles tolerables y consiga todo el aire posible del FMI para llegar en condiciones a las fechas en las que se jugarán sus respectivos destinos políticos.
“La inflación se va a ir acomodando y en un escenario de tres tercios, con (Javier) Milei creciendo y el cambalache que es Juntos por el Cambio, el panorama está abierto”, se ilusionan desde el quinto piso del Ministerio de Economía. La batería de medidas económicas de las últimas horas, previas a un nuevo viaje de Massa a Estados Unidos con encuentros con el FMI y el Banco Mundial, incluye beneficios para el campo -publicados esta noche en el BO- el alivio fiscal para el pago de Ganancias y el “monotributo tecnológico” para que jóvenes vinculados con la tecnología facturen hasta US$30.000.
“Celebro la iniciativa del ministro Sergio Massa y el secretario Juanjo Bahillo de apoyar al sector agroindustrial mediante el Programa de Incremento Exportador que incluye un tipo de cambio de $300 por dólar para la soja por 45 días y para las economías regionales por cinco meses”, escribió Quintela el viernes, en apoyo explícito al ministro de Economía.
“Una agenda de centro”, recalcan cerca de Massa, que, aunque niega intenciones de candidatearse, sigue siendo visto por sectores del oficialismo, entre ellos el cristinismo, como la “única” opción electoral competitiva, siempre sin Cristina Kirchner en la cancha. “Si Massa sigue paradito a fin de mes, se lanza como candidato. Y si no, habrá unas PASO con Daniel Scioli, Eduardo de Pedro, Jorge Capitanich y otros que se puedan sumar”, especulan desde el oficialismo, en una lista a la que el albertismo suma a su jefe.
Perspectivas
En la Casa Rosada dan por descontado que los cuatro gobernadores que buscan su reelección la obtendrán sin mayores problemas, y también apuestan a los triunfos de Passalacqua y el tándem Jaldo-Manzur.
El exjefe de Gabinete, alejado de la Casa Rosada desde su renuncia, a mediados de febrero, sigue apostando a que los planetas se alineen en su favor y a que luego de ese eventual triunfo haya chances para su propia candidatura presidencial. Las encuestas que maneja el oficialismo tucumano hablan de una diferencia de entre 9 y 12 puntos para la fórmula peronista por encima de la de Juntos por el Cambio, mientras Jaldo y Manzur se muestran juntos para disipar rumores de disidencias o peleas de última hora.
En San Juan, y aunque pocos dudan de su triunfo, Uñac enfrentará con un sublema del oficialismo a su antecesor, José Luis Gioja, enrolado en el kirchnerismo más cercano a la vicepresidenta.
En un escenario de guerra abierta e imprevisible entre albertistas y cristinistas, un enfrentamiento que cada día renuevan de uno y otro lado de la trinchera y que la oposición cree poder aprovechar en su beneficio, en el Gobierno apuestan a ese mayo de victorias provinciales para dejar atrás el pesimismo que se extiende por el Frente de Todos. Y llegar, con la menor cantidad posible de golpes, al cierre de alianzas nacionales del 14 de junio y el cierre de listas, solo diez días después.
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