Los abogados de la Casa Rosada, con el procurador del Tesoro, Rodolfo Barra a la cabeza, se reunieron el jueves para analizar el escenario ante una posible catarata de amparos de los gremios para derogar el artículo sobre el impuesto. Palazzo dijo que es “ilegítimo e inconstitucional” lo sancionado por el Congreso.
Por: Juan Pablo Kavanagh.
El Gobierno ya intuye el escenario que se le aproxima ante la reglamentación de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias: una lluvia de amparos de parte de varios sectores. Sobre todo, de los gremios que buscarán replicar lo que sucedió con la reforma laboral del DNU 70/2023 aunque existen fragmentaciones.
El jueves por la tarde, en la sede del barrio porteño de Recoleta de la Procuración del Tesoro de la Nación, los subprocuradores comenzaron a hablar, sin la presencia de Rodolfo Barra, el hombre que conduce el área. Fue una primera reunión en la cual se trazó un diagnóstico del tema, optimista.
En el oficialismo mencionan que el paquete fiscal donde se consagran los cambios en el tributo de Ganancias fue sancionado en general, por la Cámara de Diputados y por el Senado. Por lo cual, aquellas presentaciones que hablen de la inconstitucionalidad de la ley sancionada tendrían que ser rechazadas “in limine” por la Justicia porque el Congreso tiene condiciones para avanzar con un proyecto aprobado por una de las Cámaras y revisado por la Cámara de origen, con cambios o no.
De todos modos, ante PERFIL, fuentes libertarias aclaran que la Procuración se va a mover ante situaciones concretas. “Hay que esperar la reglamentación de la ley para después actuar ante los planteos”, gráfica una voz de LLA al tanto de las actividades que dependen de Barra y que adelanta que la semana próxima existirá otro encuentro para seguir el tema de cerca.
En la Casa Rosada existe el temor de que el regreso de la cuarta categoría del impuesto termine judicializado y en suspenso, algo que ya se vivió con los cambios laborales consagrados en el decreto de necesidad y urgencia 70/2023. En aquella ocasión, los equipos legales de cada sindicato de la CGT avanzaron en conjunto para colocarle freno a una reforma “agresiva” y que no tuvo “consenso”.
Los gremios de la central obrera saben del temor en el Gobierno y apuestan a que se repita el escenario. En principio, Sergio Palazzo, líder de La Bancaria, miembro del consejo directivo de la CGT y diputado nacional de Unión por la Patria, cercano al kirchnerismo, fue uno de los primeros dirigentes en alertar que la vuelta de Ganancias no tiene razón de ser, ya que no se puede “avanzar es la implementación de un tributo con el voto de una sola Cámara”.
“Ante la insistencia ilegal, inconstitucional e ilegítima, claramente están trabajando los abogados porque va a ser un impuesto sancionado con el voto de una sola Cámara. Es un argumento de peso”, añadió Palazzo. Y precisó que “hay muchas organizaciones sindicales que están preparando sus estudios jurídicos para hacer los juicios correspondientes”.
Esto es así y casi toda la CGT está en concordancia. Sabe que el impuesto golpeará los bolsillos de las bases y se recalentará el humor social, en medio de una inflación persistente y con paritarias que no recomponen la caída del salario real. Pablo Moyano, el dirigente más combativo de la central, anticipó que podría existir una marcha a Tribunales próximamente.
No obstante, el Camionero dejó de lado en su estrategia a Sergio Sasia, el titular de la poderosa Confederación de Transporte (CATT), miembro de la CGT y referente de La Unión Ferroviaria. De hecho, el jueves se llevó a cabo una reunión entre sindicatos para hablar de Ganancias en la sede de la CATT y Moyano no invitó a Sasia, a quien acusa por lo bajo de jugar deliberadamente para el Gobierno, con acuerdos en paritarias y en las privatizaciones de empresas públicas ferroviarias.
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