Alberto Fernández centró su agenda y la de sus principales espadas en recomponer un vínculo golpeado por gestos y medidas
En medio de un mar de desconfianza, el Gobierno busca tender puentes con los empresarios. Los próximos días serán clave en la reconstrucción de un vínculo que quedó golpeado en medio de la severa crisis económica y después de algunas señales, como el intento de expropiación de Vicentin y el proyecto del impuesto a las grandes fortunas.
El presidente Alberto Fernández abrirá mañana por la mañana -está prevista su participación a las 9- el tradicional Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Su presentación se hará por videoconferencia, dado el contexto inédito definido por la pandemia de coronavirus.
El mensaje del Presidente, según anticiparon fuentes oficiales, estará centrado en despejar las dudas sobre la conducción política y el futuro económico. Alberto Fernández intenta dar señales en un momento de extrema sensibilidad por la falta de reservas en el BCRA y la apertura de las negociaciones con el FMI. Necesita mejorar el clima empresario con urgencia, tanto para la economía doméstica como para renegociar la deuda.
Por la tarde del miércoles, en tanto, se podrá en marcha la primera mesa sectorial: la agroindustrial. Se trata del debut del acuerdo al que llegaron el Gobierno, sindicatos y empresarios la semana pasada. El encuentro que encabezará el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se realizará en el salón Belgrano del Ministerio de Economía. En un complejo panorama cambiario, el objetivo es la implementación de las medidas que se anunciaron y las que se formalizarán en las próximas semanas para reactivar al sector.
Un día después, se presentará en el Coloquio de IDEA el ministro de Economía, Martín Guzmán, que dará un panorama de cómo viene la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y reforzará el mensaje sobre el programa que impulsa.
A la hora en que el titular del Palacio de Hacienda haga su presentación, el jefe del Estado viajará a Vaca Muerta, en Neuquén, donde podría anunciar el Plan Gas 4, un programa de incentivos para la producción gasífera.
Alberto Fernández Crédito: Presidencia
En este escenario, el Presidente participó este martes de la presentación del plan de inversión de la empresa energética Raízen, que destinará 715 millones de dólares a desarrollar una nueva línea de producción de combustibles. "Les agradecemos la confianza que depositan en nosotros, y cumpliremos con cada palabra porque acá hay una empresa que confía en una Argentina que crece", sostuvo el mandatario. Y agregó: "No vamos a fallar porque para nosotros la palabra es muy importante".
Así, Fernández cerrará una semana que tendrá como eje central cambiar el clima que imperó en la relación con el empresariado en las últimas semanas, marcada por el escepticismo ante los contradictorios mensajes que emanaron de la Casa Rosada. Entre los hombres y mujeres de negocios genera mucha preocupación el mensaje antiempresario que surge del Instituto Patria, búnker del kirchnerismo duro.
Los próximos movimientos son parte de una estrategia que comenzó hace unas semanas con los encuentros que el Presidente mantuvo con un grupo reducido de empresarios. Fernández recibió en la quinta presidencial de Olivos a Martín Migoya (Globant), Sergio Kaufman (Accenture), Daniel Herrero (Toyota), Roberto Alexander (IBM), Roberto Murchinson (Grupo Murchinson), Miguel Acevedo (UIA), Luis Betnaza (Techint), Roberto Urquía (AGD), Miguel Ángel Rodríguez (Sinteplast) e Iván Szczech (Cámara de la Construcción). Después almorzó a solas con Luis Pérez Companc en la Casa Rosada.
En esas reuniones el mensaje fue siempre el mismo, el Presidente busca regenerar lazos ante las críticas de que faltan medidas y un plan económico que generen confianza en los inversores.
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