Alberto Fernández se llevó hoy el esperado respaldo de los gobernadores oficialistas de cara a las negociaciones con el FMI aunque tuvo que reiterar en varias oportunidades que "la palabra ajuste no está en las discusiones" para despejar las dudas y preocupaciones que plantearon varios mandatarios provinciales sobre eventuales tarifazos o ajustes fiscales una vez que se logre un  acuerdo por la deuda.

A lo largo de casi tres horas de una exposición en la Casa Rosada liderada por Fernández y apuntalada técnicamente por el ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre la marcha de las negociaciones con el Fondo, hubo duras críticas hacia el gobierno de Mauricio Macri por haber contraído una deuda de 44.000 millones de dólares en tiempo récord, se planteó que el sendero fiscal es hoy el punto donde no hay acuerdo pleno de la Argentina y se calificó como "muy grave" la situación en que se encuentra el país ante un inminente vencimiento de esa misma deuda.

Doce gobernadores escuchaban atentos en el Museo Bicentenario de la Casa Rosada y otros tres seguían la exposición por zoom. No estuvieron los mandatarios de la oposición de la Ciudad de Buenos Aires, Jujuy, Corrientes y Mendoza que optaron por enviar a su vice y acordaron ir más adelante a escuchar al Presidente.

El jefe de Estado agradeció el apoyo de los gobernadores peronistas o alineados a la Casa Rosada. También sostuvo que "el problema de la deuda con el FMI excede a este gobierno". y advirtió que esa situación generará "un fuerte condicionamiento en los años venideros". Además, tuvo que remarcar más de una vez que "no es posible lograr el pago de una deuda con ajuste. La palabra ajuste esta desterrada en la discusión".

Guzmán. que explicó con gráficos y amplias exposiciones técnicas los alcances hasta ahora de la negociación, admitió que "el sendero fiscal es punto donde no hay acuerdo aun con el FMI". Pero en un claro reclamo de apoyo a los gobernadores presentes dijo que "es importante que como Estado Nación estemos alineados en defender los intereses del país, estamos negociando cosas que importan para ahora, para los próximos meses y para los próximos años".

También planteó que "hay que ir ordenando el déficit de manera gradual para que el Estado pueda llevar a cabo políticas públicas que le den a la Argentina más riqueza y dinamismo productivo". Aunque también tuvo que repiquetear como el Presidente que "no habrá un acuerdo con ajuste. El peor de los escenarios sería un escenario de ajuste", dijo.

El mensaje de calma que buscaron transmitir tanto el jefe de Estado como el ministro de Economía llegó tras una serie de intervenciones, preguntas y dudas de algunos gobernadores a lo largo del encuentro.

Si bien hubo coincidencias plenas en el apoyo a las gestiones del gobierno en Washington y una dura crítica hacia el macrismo por haber contraído la deuda, hubo expresiones como las del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich que preguntó "si va a formar parte de la negociación el incremento de tarifas o la estructura de precios". También quiso saber si la responsabilidad fiscal "es compatible con la capacidad de respuesta para el pago de una deuda contraída irresponsablemente".

Alberto Fernández salió rápido a aclarar que "no vamos a avalar un acuerdo que implique aumentos desmedidos de tarifas".

A su turno, el bonaerense Axel Kicillof cuestionó duramente a Macri y adelantó un fuerte respaldo a la Casa Rosada, aunque se dirigió a Guzmán para sostener: "cabe revisar la estrategia (de negociación) si el escenario es que haya más ajuste y menos plazos de pagos", dijo.

El puntano Alberto Rodríguez Saá destacó abiertamente su oposición a negociar con el Fondo. "No estoy de acuerdo con el camino elegido por el Gobierno. No se puede negociar con el FMI por una deuda odiosa y una estafa. Hay que denunciarlos", expresó desde San Luis. El Presidente de inmediato le recordó que había presentado una denuncia penal contra Macri por la deuda contraída.

El mandatario de Santa Fe, Omar Perotti, fue más zigzagueante. "Hay que tener toda la firmeza y vamos a acompañar", dijo. Aunque de inmediato planteó que "ojalá podamos convencer a los restantes integrantes del directorio del FMI" sobre las diferencias que hay respecto al sendero fiscal.

Arabela Carreras, la gobernadora de Río Negro, confío plenamente en la negociación que llevan adelante aunque objetó que con el camino de confrontación con la oposición que fijó el Gobierno "no vamos a superar la grieta. Debemos lograr el mejor acuerdo posibles pero también dejarnos de enrostrar todo lo malo que hicimos en el pasado", remarcó.

Omar Gutiérrez, de Neuquén, destacó que estas tratativas "van a impactar en el desarrollo económico, en materia de inseguridad jurídica, inversiones y el entramado social de nuestras provincias". Y pidió abrir el debate por la deuda a los sindicatos y los empresarios.

Desde Santa Cruz, la gobernadora Alicia Kirchner tuiteó sobre el acuerdo con el FMI: "Nuestra prioridad es el bienestar de nuestro pueblo, el trabajo y la producción". El mensaje contenía una doble intencionalidad y ciertos reparos que antes habían esbozado sus colegas provinciales.

En la Casa Rosada se respiraba tranquilidad.. El respaldo de los gobernadores le sirvió a Alberto Fernández para encarar en lo inmediato las tratativas con la oposición, el empresariado y los gremios.

Estuvieron presentes en el encuentro los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; Catamarca, Raúl Jalil; Chaco, Jorge Capitanich; Entre Ríos, Gustavo Bordet; Formosa, Gildo Insfrán; La Pampa, Sergio Ziliotto; La Rioja, Ricardo Quintela; Misiones, Oscar Herrera Ahuad; Neuquén, Omar Gutiérrez; Río Negro, Arabela Carreras; Santa Fe, Omar Perotti; Tierra del Fuego, Gustavo Melella; Tucumán, Osvaldo Jaldo. Los de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y Santa Cruz, Alicia Kirchner, siguieron todo mediante videoconferencia.

También asistieron por Chubut, el ministro de Economía y Crédito, Oscar Antonena; Córdoba, el presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González; Corrientes, el vicegobernador, Pedro Braillard Poccard; Jujuy, el vicegobernador, Carlos Haquim; Mendoza, el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié; Salta, el vicegobernador, Antonio Marocco; San Juan, el vicegobernador Roberto Gattoni; y Santa Cruz, el vicegobernador, Eugenio Quiroga.