Ezequiel Spillman

En concreto, se habló de que los mandatarios dialoguistas deberían tener un “trato preferencial” sobre aquellos que no acompañaron ni el 9 de Julio ni los proyectos en el Congreso nacional. 

Es más: muchos de los gobernadores también expresaron que ahora esperaban que se reactivara el envío de fondos y obras públicas para sus provincias. El radical correntino Gustavo Valdés no lo dijo esa noche pero ya tenía en su agenda un encuentro en la Casa Rosada por este tema. 

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Paralelamente se activaron para armar una cumbre con otros gobernadores dialoguistas. Entre otros, Martín Llaryora, de Córdoba, y Rolo Figueroa, de Neuquén.

Como sea, entre los radicales el caso Loan puso en la mira a Valdés y en Chaco al también radical Leandro Zdero (un apéndice de Valdés), pero por las implicancias políticas que podría tener la reciente condena por administración fraudulenta de Aída Ayala, exintendenta de Resistencia y de quien fuera jefe de Gabinete. Ambos pasan por momentos complejos. 

No es la misma situación que el sanjuanino Marcelo Orrego, quien recibió al Presidente bajo el manto de un ambicioso plan de alfabetización y busca instalar la producción de cobre local a nivel internacional. Con Nación pretende agilizar los procesos para inversión en minería y energías renovables mientras se pone a tono con los recortes: achicó el 35% de la planta política y de contratados y redujo la estructura ministerial de 13 a 9.

Por su lado, el chubutense Ignacio Torres prometió mantener una equidistancia con el Gobierno y enfocarse en la gestión: educación, hidrocarburos y seguridad. Esta semana fue clave para Chubut: la empresa PAE anunció una inversión de 300 millones de dólares en la Patagonia que va a impactar fuertemente en la zona.

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Por su parte, Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, se encamina a sacar las leyes de reforma política y boleta única, con la idea de que haya un reflejo a nivel nacional. Y un plan que anunció para créditos para el campo, producción y economías regionales.

Los radicales Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Alfredo Cornejo (Mendoza) pasan por momentos dispares. El santafesino mantiene un buen vínculo en el área de Seguridad con Patricia Bullrich pero deambula entre apoyos al Gobierno y reclamos. De hecho, fue muy activo en pedir a la Nación por los fondos de jubilaciones provinciales (con Entre Ríos y Córdoba).

En el caso de Cornejo, viene de apoyar a su vice del PRO, Hebe Casado, en la interna partidaria que terminó con una derrota en manos de su archienemigo, Omar de Marchi. La interna ya está judicializada y en primera instancia se ratificó a Gabriel Pradines, senador provincial, como flamante presidente del PRO provincial.