Sondean votos de otras fuerzas políticas. El Presidente irá el 16 de septiembre al Congreso y ya se anticipan discusiones en torno al ajuste en las provincias. El freno a la obra pública y las cajas previsionales, en la mira.
Por: Lucía Aisicoff.
Los gobernadores peronistas todavía no conocen la letra chica del proyecto de Presupuesto 2025 que presentará en pocos días el Ejecutivo, pero sí su mantra de déficit cero que los mantiene en estado de alarma. La estrategia para hacerle frente implica charlas, reuniones e incluso conversaciones con legisladores de otros espacios para ampliar su base parlamentaria.
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Javier Milei decidió ir a presentarlo el 16 de septiembre acompañado por su ministro Luis “Toto” Caputo. Su presencia será un gesto a la oposición: lejos de un mensaje de conciliación, desde su entorno admitieron a elDiarioAR que la intención es mostrar volumen político y que brinde un discurso duro ante el Congreso para respaldar su plan económico. En la oposición no fue bien recibida la noticia: “Vendrá a hacer un show político; no va a dejar que le hagamos preguntas, así que la idea parece más una provocación que otra cosa”, afirmó un diputado de Unión por la Patria (UP).
Los gobernadores nucleados en ese espacio político saben que se abrirá un nuevo capítulo de choque. Con ese clima se reunieron el último miércoles para empezar a coordinar acciones en la casa de La Pampa en Buenos Aires, donde el anfitrión Sergio Ziliotto recibió a Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Axel Kicillof (Buenos Aires) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero); también participó Gildo Insfrán (Formosa), que se sumó por zoom.
La principal directiva que salió del encuentro fue la de pedir a los legisladores nacionales que insistan con la ley de jubilaciones que vetó Milei y avanzar con la sanción del aumento de presupuesto para las universidades. La reunión estuvo signada por el malestar que generó la decisión de la Rosada de reconducir partidas presupuestarias de las provincias para cumplir con la suba de la coparticipación para la Ciudad de Buenos Aires, ordenada por la Corte Suprema. Por eso, el tema de fondo es cómo se pararán respecto a la presentación del presupuesto, en el que asumen que se profundizarán los recortes a las provincias.
La participación de Zamora fue todo un indicio del malestar que subyace. El santiagueño, el más oscilante de los seis, fue el único que participó de la firma del Pacto de Mayo y hoy se encuentra desilusionado con el Ejecutivo porque su buena voluntad no fue recompensada. “Estamos en una situación muy delicada las provincias y amenazadas concretamente porque el ministro de Economía emitió actos administrativos que nos quitan dinero a las provincias para darle a la Ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico del país. Vamos a tener que empezar a pensar también en cuestiones judiciales”, dijo al retirarse del encuentro en referencia a la reasignación de partidas, que los gobernadores consideran “otro golpe al federalismo”.
Los ejes de conflicto
La actitud de Milei demuestra que es reacio a negociar. El jueves, en el III Encuentro Regional del Foro de Madrid, se refirió a los legisladores de la oposición como “degenerados fiscales que están dispuestos a quebrar al Estado” y previó que “van a hacer lo posible para que el presupuesto no salga”. “El único juego de la oposición es boicotear nuestro programa económico”, sostuvo y recordó que tanto él como los suyos están “dispuestos a morir con las botas puestas”.
Este año, el Presidente tuvo una facilidad: prorrogó el presupuesto del año anterior, elaborado por Sergio Massa, y pudo reasignar partidas a discreción, liberado de los controles del Congreso. Ahora, con el propio Milei en la presentación, buscará que los legisladores le aprueben el primero de su gestión.
En la oposición ya anticipan algunos temas conflictivos. Una diputada de UP sintetizó a elDiarioAR: “Estamos a la espera de conocer el detalle, pero sabemos que la discusión estará atravesada al menos por dos grandes ejes: la deuda previsional —un tema que se cruza con el debate del veto a la ley de jubilaciones— ya que muchas provincias tienen conflicto con las cajas provinciales; y el freno a la obra pública, sin duda uno de los aspectos de mayor conflicto”. Uno de sus pares del peronismo bonaerense coincidió en que el presupuesto “va a profundizar frentes que ya están abiertos”. “No esperamos que haya mucha novedad, será una continuidad de lo que ya se hizo. Ya no hay mucho más para recortar, lo que buscará es prolongar el ajuste”, afirmó.
La estrategia opositora
Los gobernadores saben que para bloquear —o al menos condicionar— el presupuesto de Milei deberán conformar una mayoría más amplia que el número que puede aportar el peronismo con algunos de sus aliados habituales. Las conversaciones ya empezaron: Emilio Monzó y Nicolás Massot, diputados del bloque Encuentro Federal, que preside Miguel Pichetto, mantuvieron un encuentro sugestivo con Ziliotto y Zamora en la previa de la reunión con el resto de los gobernadores.
Entre los mandatarios que se juntaron el miércoles existen distintas situaciones y ninguno ignora que cada uno buscará negociar temas puntales. Zamora, hasta ahora dialoguista, es uno de lo más preocupados por la situación en su provincia, mientras que Melella junta bronca porque tiene paralizada una autorización de un endeudamiento provincial, que según dice le habían dado una señal positiva pero el tema se frenó. Los dos más combativos, Ziliotto y Kicillof, también están en posiciones disímiles. El pampeano viene de una semana de alivio: tenía la Legislatura permanentemente trabada, pero pudo aprobar una ampliación presupuestaria que le dará algo de aire; mientras que el bonaerense atravesó una de sus peores semanas con el Ejecutivo, con varias discusiones judicializadas que en los últimos días sumaron el tema de la quita de subsidios al transporte.
También pesan las ambiciones políticas individuales. El riojano Quintela está en plena campaña por la presidencia del PJ Nacional, una decisión que lo lleva a levantar el perfil y confrontar con el Ejecutivo. En los últimos días afirmó que si Milei no modifica su rumbo habrá un “enardecimiento de la sociedad que no va a haber fuerza que la pueda parar”, sin descartar la posibilidad de un juicio político al Presidente.
La gran incógnita es cómo se posicionarán respecto al presupuesto 2025 los bloques “dialoguistas”. Desde hace un tiempo que ya se muestran más duros contra el Ejecutivo y con menos timidez para votar junto a la famosa “mancha venenosa” del kirchnerismo. “A juzgar por el comportamiento que tuvieron hasta ahora, creo que lo más probable que es que los bloques dialoguistas negocien con el Gobierno. No nos imaginamos que se planten para dejar a Milei sin presupuesto, salvo que el Gobierno sea demasiado intransigente”, dijo a este medio un legislador del kirchnerismo. También influirán, en paralelo, las reacciones de Milei ante iniciativas de interés de esos sectores; es un debate que recién comienza, con muchas aristas en juego.
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