La Casa Rosada bendijo a tres intendentes como nuevos candidatos de Cambiemos para disputarle provincias al PJ en 2019. Frigerio se comunicó con los mandatarios tras la detención de Fellner. Casas y Gutiérrez se llevaron planes de viviendas para sus distritos. ¿Ofensiva o pacto de no agresión?
Rogelio Frigerio se acomodó en su despacho y pidió que lo contactaran con cada uno de los gobernadores peronistas. Fue el viernes pasado, después del comunicado en el que los mandatarios del PJ manifestaban su preocupación por la detención del jujeño Eduardo Fellner. "Es uno de los nuestros", fue la tibia defensa que ensayaron los caciques de las provincias sin inmiscuirse en la trama judicial por la presunta malversación de fondos. El funcionario del Poder Ejecutivo les dejó claro que ni la intervención del Partido Justicialista Nacional ni el efímero arresto del exgobernador de Jujuy eran obra del Gobierno nacional. "El perfil del PJ no nos interesa y nos da igual quien esté al frente. Lo de Fellner responde a una decisión del Poder Judicial provincial, no tenemos nada que ver", fue la explicación del ministro a los titulares de los Ejecutivos locales.
Entrega de viviendas
La "pax" de la Casa Rosada con los gobernadores quedó ayer rubricada con dos visitas al despacho de Frigerio. El peronista Sergio Casas (La Rioja) firmó un convenio para la construcción de 197 viviendas con fondos del Tesoro nacional. También será beneficiado Omar Gutiérrez (Neuquén), quien se llevó 251 viviendas a través del sistema de participación pública privada (PPP) que depende del Ministerio de Finanzas.
En medio de este inestable equilibrio político con los gobernadores peronistas, la Casa Rosada empezó además a redefinir su mapa de candidatos en los "emiratos" peronistas del norte del país. Se trata de provincias como Jujuy, Salta y San Juan, donde Cambiemos no logra hacer pie en términos electorales desde las elecciones de 2015. En esos distritos donde el oficialismo ya contempla derrotas el año próximo, el objetivo inmediato es la reducción de daños. El primer cambio tangible de candidato será en San Juan. Ayer, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y Frigerio recibieron en la Casa Rosada a los intendentes de los municipios sanjuaninos de Santa Lucía, Marcelo Orrego, y de Rivadavia, Fabián Martín, junto al diputado nacional Eduardo Cáceres y al senador nacional Roberto Basualdo. En esa reunión se bendijo a Orrego, secretario general del partido de Basualdo, Producción y Trabajo, como el próximo candidato a gobernador de Cambiemos. Cuando todavía pertenecía al massismo, Basualdo perdió en 2015 la elección para gobernador ante el peronista Sergio Uñac por más de 20 puntos. Cambiemos volvió a caer por una diferencia similar en las legislativas 2017. Si bien desde el Poder Ejecutivo Nacional deslizan que el cambio de candidato obedece a un intento de fortalecer a los gobiernos locales y mejorar la competitividad electoral de la alianza oficialista, en el peronismo se entusiasman con la idea de un eventual pacto de no agresión con el oficialismo a través de la instalación de candidaturas inocuas.
En Salta, el macrismo apeló a otro exmassista. El intendente de la capital provincial, Gustavo Sáenz, será candidato a gobernador de Cambiemos el próximo año en un escenario más favorable ya que Juan Manuel Urtubey no podrá buscar la reelección. El actual gobernador arrasó en 2015 y también le sacó más de 20 puntos al peronista disidente Juan Carlos Romero. En las legislativas del año pasado, sin embargo, Cambiemos sorprendió al ganar el tramo de diputados nacionales en Salta con la boleta encabezada por Martín Grande.
La Rioja aparece como otro de los "emiratos" peronistas donde el oficialismo apostará por un intendente. Más allá de la precandidatura del radical Julio Martínez, en Casa Rosada subieron las acciones del intendente de la capital provincial, Alberto Paredes Urquiza. Este jefe comunal del peronismo apareció la semana pasada en una cumbre de intendentes que encabezó Macri en la quinta de Olivos.
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