En las localidades puneñas de Aguas Calientes y La Angostura, en el norte grande de Belén, inauguró las ampliaciones de las escuelas albergues. Lucía cumplió una promesa que había hecho en noviembre de 2012, al visitar La Angostura. Más de 100 niños y jóvenes recibirán educación en las nuevas instalaciones. Lucía participó del homenaje a la Pachamama y agradeció a quienes “hacen Patria” en esos lugares.
La Gobernadora Lucía Corpacci visitó este lunes las localidades de Aguas Calientes y La Angostura, al norte de Belén, donde dejó inauguradas las ampliaciones de las escuelas, y presidió el acto de apertura del Ciclo Lectivo de Período Especial 2015 – 2016.
Lucía estuvo acompañada por el ministro de Obras Públicas, Rubén Dusso; el ministro de Educación, José Ariza; los intendentes de Belén, Arnoldo Ávila; de Londres, Gilberto Santillán; de la Capital, Raúl Jalil; de Antofagasta de la Sierra, Carlos Fabián, el diputado Isauro Molina, Jorge Solá Jais, el Cacique de La Angostura, Bernardo Gutiérrez, y demás funcionarios de las carteras de Educación y Obras Públicas.
Al iniciar la mañana la primera mandataria llego hasta la bellísima localidad de Aguas Calientes, ubicada al norte de Belén a más de 3.826 metros sobre el nivel del mar, donde fue recibida por toda la comunidad escolar, y junto a ellos dio inicio al periodo escolar especial 2015-2016. En el lugar la primera mandataria dejó inaugurada las ampliaciones de la escuela albergue N°163 "Aguas Calientes” , donde más de 80 chicos reciben educación los niveles inicial, primario, primer y segundo año del secundario.
Lucía fue recibida por cientos de niños que ansiosos esperaban conocer las nuevas instalaciones e iniciar con el ciclo lectivo. Todos los pequeños con sus guardapolvos blancos invadieron la geografía del lugar, y junto a la Gobernadora participaron de la inauguración y se reencontraron luego de sus vacaciones.
Más tarde la mandataria, junto a la comitiva que la acompañaba, se dirigió hasta La Angostura, ubicada a más de 3626 metros sobre el nivel del mar, donde la esperaban la comunidad indígena, los alumnos de la escuela N°194 "La Angostura”, el cacique Bernardo Gutiérrez y los abanderados de todas las escuelas del Norte Grande de Belén, para participar del Ritual de la madre tierra, inaugurar las nuevas obras, y dar inicio al ciclo lectivo.
Allí Lucia, junto a la comunidad indígena y más de 40 niños de la escuela, participaron del homenaje a la Pachamama, para luego dar inicio a un nuevo lectivo, cargado de emociones y satisfacciones por las nuevas instalaciones de la escuela.
Las obras en las escuelas contemplan más de 100 metros cuadrados en cada una, compuesto por 4 aulas, salón de usos múltiples y baños.
Los pequeños de ambas escuelas recibieron el manual de Catamarca, "La Catita”, golosinas y juguetes.
Palabras de Lucía en Aguas Calientes
"Vinieron autoridades e intendentes de lugares lejanos, del otro lado de la Provincia, porque para nosotros la inauguración de esta escuela, quiero decirle a los papás, a los chicos, al cacique, a las maestras, era básicamente una deuda pendiente. Créanme que yo, desde el primer día que vine y que dije que les íbamos a hacer la escuela, hubiéramos querido que sea al año siguiente, pero a veces hay cuestiones administrativas –y no es mala voluntad- y cuesta conseguir una empresa que quiera venir acá, a veces empezamos una obra y la tenemos que dejar parada porque la empresa la abandona y hay que iniciar el trámite todo de nuevo. Pero hoy estamos inaugurando la escuela y además iniciando el Ciclo Lectivo para que todos ustedes, los chicos y los docentes, estén mejor”, señaló la jefa de Estado.
Lucía destacó a las autoridades de Educación y Obras Públicas en la cristalización de la obra, y también a la empresa "porque nadie quería venir” y expresó que "ojalá podamos seguir construyendo y llegando a lugares donde no se podía llegar”.
"Cuando hablaba el director de la escuela, lo primero que me llamó la atención es que son todos muy jóvenes, son docentes jóvenes. Y él decía ‘muchas gracias por permitirnos estar en el lugar y transformar la realidad de estos chicos, y darles la posibilidad de estudiar’. Yo le quiero decir que es al revés, nosotros como sociedad queremos darles las gracias a todos los docentes que vienen, se animan, y ponen el corazón para enseñarles a estos chicos. Porque sin ustedes, estos chicos realmente sería muy difícil que el día de mañana pudieran integrarse a la sociedad como nosotros los queremos: en igualdad de condiciones que el resto de los chicos de nuestra provincia. Así que a todos ustedes, muchas gracias por poner el pecho y por hacer patria en estos lugares, que los que viven en la ciudad no se imaginan lo hermosos que son, pero lo duros que son a veces para vivir todos los días. También nos habían pedido que mejoráramos el camino, sabemos que falta mucho pero la trepada la hicimos un poco más cómoda. Ojalá, paso a paso, podamos ir haciendo no sólo la escuela y el camino, ahora sé que les dejaron paneles solares para que puedan tener un poco de energía en su casa y en la escuela… y esa es la historia: ir construyendo de a poquito, dando respuestas. La Provincia es grande, la deuda pendiente es enorme, por eso es que no podemos con todos al mismo tiempo, pero si nos ponemos a ver, poco a poco vamos cumpliendo con los catamarqueños, a veces más olvidados, como es el caso de ustedes”, agregó.
Lucía entregó el Manual La Catita y destacó que tiene "la mirada que nosotros queremos” porque "durante mucho tiempo los catamarqueños sabíamos más de otros países y de otras provincias que de la propia, y yo quiero que esa realidad la vayamos cambiando” para que "volvamos a valorar, a querer y a sentirnos orgullosos de lo que tenemos los catamarqueños”.
"No bajen los brazos los docentes, no bajen los brazos los chicos, hagan el esfuerzo de estudiar, porque es el único modo de que tengan una vida mejor, educándose, estudiando y preparándose para un futuro que los contemple a todos”, concluyó.
Palabras de Lucía en La Angostura
"Dejamos inaugurado el Ciclo Lectivo del Período Especial, y en esta oportunidad compartimos con ustedes la alegría de que dos escuelas que ya existían, puedan tener a partir de hoy, su edificio escolar propio. Eso nos llena de alegría y nos llena de orgullo.
La verdad que para que esto fuera posible, es cierto, por empezar soñaron muchos. Porque si alguien no hubiera tenido el sueño de tener la escuela no lo hubiéramos hecho nunca realidad, después muchos gestionaron, después muchos trabajaron y consiguieron la escuela.
¿Por qué hago mención a esto? Porque esta escuela se hace con fondos nacionales. Se hace con fondos de Presidencia de la Nación. Fíjense que desde allá lejos, desde allá, desde Buenos Aires, hay una Presidenta que mira el país como uno solo. Y donde uno le plantea la necesidad de alguien, ahí está presente.
De la misma manera, y porque formamos parte de ese proyecto, es que a nosotros nos interesa lo que pasa en toda la Provincia. No es que nos preocupa solamente allá, los que están más cerquita, aquellos donde su voz se escucha con más facilidad. Nos preocupan todos, y nos preocupan mucho más, los que están más postergados, los que están más atrasados.
También quiero decir en el día de hoy que las cosas no mejoran y no cambian si no nos ayudamos todos. Yo sé que construir esta escuela fue difícil, no fue fácil. A veces hace falta que colaboremos un poco más, porque así como es difícil que venga una empresa a construir acá; es difícil que venga un docente, es difícil que venga un médico, y la comunidad queda aislada si no trabajamos entre todos para ayudarnos todos.
Es muy importante que cada uno de estos chicos pueda tener educación: es fundamental para nosotros la oportunidad de que los niños tengan educación. Es lo único que les va a dar posibilidades de hablar de esa igualdad, de esa justicia que siempre hablamos. Porque lo único que nos iguala a todos es la escuela.
Y para que ellos puedan tener clase es importante que estén los docentes. Y para que los docentes estén acá es muy importante que la comunidad de vez en cuando les haga un mimo, porque ellos también dejan sus hijos, sus esposas, allá lejos para venir. Y en lo que hablaba el Cacique del camino que tenemos que hacer, yo pensaba que es cierto… y falta tanto, falta tanto. Pero yo no sé si hay acá algún docente que tenga más de diez años en la zona.
Ustedes hagan memoria, los que venían de la ciudad para acá… a los que están hace más de diez años, y acuérdense de lo que era la ruta antes de que se hiciera La Quebrada de La Cébila y la ruta 40… era un martirio, ¿cuánto tiempo les llevaba? ¿Cuánto hacían de la ciudad para acá? Porque yo me acuerdo que antes era imposible pensar en ir en un solo día de la ciudad a Antofagasta. Todos veníamos, dormíamos en Belén y después salíamos a la mañana temprano para ir. Y hoy en día, de la ciudad a Antofagasta, en seis, siete horas lo hacemos. Podemos ir y volver en el día si queremos. De la misma manera todos estos caminos se han ido acortando, y está bueno que cuando uno termina algo de inmediato pidamos y empecemos el otro sueño. Terminamos el sueño de la escuela, empecemos el sueño del camino. Y cuando terminemos el sueño del camino, sigamos con el sueño de la energía, y cuando terminemos el de la energía sigamos con el otro. Pero también, siempre tengamos memoria. También siempre pensemos cómo fue nuestro país doce años atrás, y cómo es el país hoy.
El país, no sólo la Provincia. Ustedes piensen que hubo gente, mucha de esa hoy quiere ser gobierno de nuevo, que prácticamente nos consideró inviables: "provincia inviables”, porque no éramos capaces de mantenernos solos. Imagínense si esa gente iba a poner un centavo para hacer una escuela en este lugar. No la pondría tampoco en Catamarca, no la pondría tampoco en la ciudad. Y eso es lo que tenemos que valorar, eso es lo que tenemos que defender.
En síntesis, es muy importante que los padres colaboren, que ayuden… cuando yo era chica mi mamá era de la Comisión Pro Templo, era de la comisión de la escuela, y no era por política; lo hacía como muchas otras mamás, y hacían la rifa para poder comprar el material que faltaba, y vendían tortas… una comunidad que organiza, que colabora y ayuda, consigue muchas más cosas. Una comunidad que respeta y defiende a sus docentes, a sus maestros, también tiene mayores posibilidades. Una comunidad en donde todos nos sentimos uno, y participamos y trabajamos codo a codo, tiene muchas más posibilidades.
Así que Cacique, usted tiene en sus manos la posibilidad de lograr todo eso para que la educación siga en esta localidad, entendiendo que somos uno solo: que todos nos necesitamos, que todos nos necesitamos y que la comunidad es muy importante para que estas cosas funcionen. Muchísimas gracias”.
Comentá la nota