El gobernador, Rogelio Frigerio, tomó juramento a las nuevas autoridades del Servicio Penitenciario de Entre Ríos. Al frente de la Fuerza fue designado el Inspector General Aníbal Alejandro Miotti y el Prefecto (Retirado) Juan Santiago García.
En la oportunidad, el gobernador se refirió al rol de las nuevas autoridades y a la responsabilidad que tendrán por delante: “Estoy seguro que van a llevar adelante esta tarea con muchísimo éxito. Han llegado a este lugar por su capacidad y su trayectoria, y nosotros valoramos profundamente eso a la hora de tomar esta decisión con el Ministro de Seguridad y Justica”, expresó.
En ese marco, dijo que tienen muchas cosas para cambiar en el Servicio Penitenciario y manifestó: “Queremos que los presos tengan una vida productiva durante su permanencia en prisión y esperamos que tengan un pasar digno también, respetando sus derechos”, sostuvo y señaló que la idea es “que tengan una vida productiva, que se puedan reinsertar con éxito en la vida social cuando sean liberados”. También, “queremos motorizar el Patronato de Liberados. Tenemos muchos planes y acciones que van a ir conociendo en los próximos días y semanas”, adelantó el mandatario.
En lo que refiere a la infraestructura de las cárceles, reconoció que hay un "déficit enorme", en la gran mayoría y que tienen por delante un gran desafío en ese tema también. “Nos gustaría avanzar rápidamente con la puesta en valor de nuestra infraestructura, pero hemos encontrado una provincia sin recursos. Así que lo vamos a tener que hacer de a poco”, sostuvo.
Por último, el mandatario agradeció a las autoridades salientes por el servicio prestado.
Modernizar el servicio
Por su parte, el ministro de Seguridad y Justicia, Nestor Roncaglia, dijo que están pensando en “modernizar el servicio”. “Ocuparnos, básicamente, de los integrantes del Servicio Penitenciario, de su bienestar, y también de la dignidad de los internos. En ese sentido, nos encontramos que nuestras cárceles tienen muchos años y la idea es modernizarlas, que haya un instituto de educación dentro de las cárceles -primarias, secundarias como hay en Gualeguaychú-, que trabajen, que produzcan y que se preparen para reinsertarse en la sociedad”.
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