El líder del Frente Renovador ya definió todos los lugares importantes en su bloque nacional y las bancadas bonaerenses. Darío Giustozzi sería el jefe de bloque, secundado por Felipe Solá. Graciela Camaño se quedaría con la presidencia de la comisión más importante que consigan.
Uno de los principales candidatos a presidirla es Darío Giustozzi -Massa hace rato que anunció que no quiere ningún cargo en la cámara baja-, mientras que Felipe Solá y Graciela Camaño serían los otros dos elegidos para los lugares más importantes, que son la vicejefatura de bloque y la presidencia de la comisión más relevante que obtengan.
En principio, Massa prefirió correr a Solá de la presidencia de bloque, que hoy tiene a través de su ladero, el ex ministro de Trabajo bonaerense, Roberto Mouillerón, con mandato hasta el 10 de diciembre.
No es la primera vez que decide bajar el perfil de un aliado con mucho recorrido sobre la espalda: Tras las primarias, los intendentes le pidieron que nunca más hablara por ellos el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, una de las figuras más resistidas del massismo.
Pero cuando la pelea parecía centrada entre Camaño y Alberto Roberti, quien no disimula sus aspiraciones, apareció Giustozzi con ganas de ir por todo. El intendente de Almirante Brown siempre da muestras de querer pelear lugares y viene de sufrir un mal trago en la Legislatura bonaerense.
Allí intentó imponer a Mario Giacobbe como jefe de bloque de diputados y para ello juntó atrás suyo las voluntades del massimo de la poderosa Tercera Sección Electoral. Pero Massa optó por el platense Jorge Sarghini. La compensación entonces le llegaría en el Congreso nacional.
Quien perdería su actual cargo de vicejefe de bloque, es el santafesino Oscar “Cachi” Martínez. Aunque todavía queda abierta la posibilidad de un cuarto lugar de peso: La vicepresidencia tercera, si es que el kirchnerismo no se la arrebata para dársela al PRO.
Como sea, esta noche Massa terminaba de darle las puntadas finales al complejo juego de equilibrios que armó para articular con la bancada nacional y los bloques de la Legislatura bonaerense, un reparto de cargos que contenga a todos los sectores del heterogéneo Frente Renovador.
Por eso, Roberti marginado de los lugares expectantes del Congreso nacional, fue compensado con la probable designación de su esposa, Mónica López, como vicejefa del bloque de diputados bonaerenses, atrás de Sarghini.
Además, un premio a Camaño libraría a Massa de darle una vicepresidencia en la provincia a Rubén Eslaiman, ladero de Luis Barrionuevo y actual jefe de de los diputados bonaerenses del massismo. Para compensarlo por los servicios prestados, Massa le prometió una salida "con honores" y lo ubicará al lado suyo en su equipo de trabajo en el Congreso nacional y en el comando de campaña para las presidenciales del 2015.
La vicepresidencia que obtenga el FRente Renovador en la cámara baja bonaerense, quedaría entonces para el ex macrista Ramiro Gutiérrez, de muy buena llegada con Massa.
En el Senado bonaerense -donde el Frente Renovador tendrá su bancada más extensa-, la presidencia del bloque se debate entre su primer soldado Jorge D'Onofrio, seguido por Tomas Hogan, ex intendente de Miramar, a quien apoyan sus pares. El que pierda de esos dos en la recta final, quedará como vicejefe de bloque.
Para los radicales aliados Massa les reservó un lugar de los más importantes, se quedarían con una vicepresidencia, que puede ser para Roberto Costa (cercano a Gustavo Posse) o a Mónica Baro (de Mario Meoni).
La pelea por la vice
Massa evaluará mañana también el panorama para pelear por la vicepresidencia tercera, que disputa palmo a palmo con el PRO y debe definirse en la sesión preparatoria pautada para el miércoles.
El massismo ya está advertido de la maniobra que trama el kirchnerismo para sacarle ese lugar y cedérdelo al PRo, el adversario que Cristina eligió para el 2015. Después de todo ya lo hizo en 201, cuando con la excusa de que los bloques deben representar partidos o frentes que hayan competido a nivel nacional le concedió la tercera vicepresidencia al FAP, eludiando a la más numerosa bancada del Peronismo Federal.
El kirchnerismo seguiría igual
Salvo sorpresas de último momento, el oficialismo no tendría cambios desde el 10 de diciembre. Julián Domínguez continuaría como presidente de la Cámara, la santiagueña Norma Amanda “Chuchi” Abdala de Matarazzo como vice y Juliana Di Tullio al frente del bloque.
Al menos esa es la información que manejaban las espadas de la bancada oficialista, a la espera de alguna señal que indique lo contrario.
La continuidad de Di Tullio era la que más se ponía en duda por tener sólo un semestre en el cargo y, sobre todo, por el reclamo de varios diputados del interior que protestan por el poder que tendría la provincia de Buenos Aires con un presidente de la Cámara y un jefe de bloque. Cristina aún no dio señales de haber escuchado esos reclamos.
Según pudo saber LPO, varios miembros del bloque oficialista puntearon la nueva cámara esta semana para ver qué tan lejos estaba de prevalecer el macrismo, a quien prefieren posicionar en la oposición. Por ahora, el PRO tiene 18 propios y 2 aliados.
En el massismo cuentan 20 seguros, a partir de las incorporaciones de la bonaerense Laura Esper, cercana a Posse y el fueguino Rubén Sciutto. Y aseguran llegar a 27 con aliados que, sin embargo, prefieren mantener la alianza vía interbloque.
"Domínguez me dijo que si superamos al PRO como interbloque nos dejan la vice", contó a LPO un diputado del Frente Renovador. Hábil, el presidente de la Cámara también recibió en su despacho a Federico Pinedo, jefe del bloque macrista.
Las seguras incorporaciones del Frente Renovador son Mario Das Neves y su ladera Élida Lagoria, quienes se vieron con el tigrense en Chubut.
También María Cremer de Busti, quien ya anunció que tendrá un intebloque; y al neuquino Adrián San Martín, quien responde al senador y sindicalista petrolero Guillermo Pereyra.
Por alguna razón, Massa presionó y logró cerrar a Alberto Assef, hasta hoy jefe del bloque de Rodríguez Saá, pero evitó tocar otras puertas, tal vez como parte de esta línea que tomó de no exhibir demasiado las figuras con demasiada trayectoria.
Nunca habló con los tres cordobeses (Juan Schiaretti, Blanca Rossi y Carlos Caserio) ni con Carlos Brown, quien armará un monobloque Fé.
“Estoy esperando que Massa me llame. Seguro que está muy ocupado. Lo conozco de hace mucho y no me imagino votando con el PRO. Pero me cuesta tomar una decisión sin siquiera hablar con él. Tal vez le sobran los votos”, se lamentó el ex ministro bonaerense en diálogo con LPO.
Varias figuras quedan en una zona gris como Francisco de Narváez o los sindicalistas Facundo Moyano, quien sólo amagó a pasarse al massismo, y Omar Plaini. A ambos se les adjudica mantener una buena llegada al bloque oficialista -a la que ahora se habría sumado el propio De Narváez-, tanto como para no alterarle sus plantes.
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