El oficialismo encaró una doble estrategia de llegar a la mayoría en el Senado, y al mismo tiempo, anticipar cómo será la maniobra en Diputados, ante la certeza de que el texto sufrirá cambios en la Cámara Alta. Francos sigue al frente de las conversaciones y trabaja en un esquema “uno a uno”, con legisladores que sugieren modificaciones y que pueden jugar un rol de relevancia en el tramo final. El paquete fiscal genera rispideces y condiciona el apoyo final de los gobernadores. La reversión del Impuesto a las Ganancias sigue siendo un eje a resolver, ante el rechazo transversal de las provincias.
Pablo Varela
“Estoy con el tema de los gobernadores”. La frase pertenece al ministro del Interior, Guillermo Francos, y la soltó frente a los diputados del PRO que encabezados por Cristian Ritondo mantuvieron una reunión de trabajo junto a Karina Milei, el jueves pasado, mientras las calles de Buenos Aires lucían vacías por el paro general de la CGT.
La frase del hombre que conduce la cartera política fue la excusa por la que no pudo quedarse a la reunión con los diputados amarillos, en la que se conversó sobre la agenda legislativa. Y está claro que el ministro tenía cosas más urgentes como seguir la negociación con los mandatarios provinciales con el objetivo de destrabar las negociaciones en la Cámara Alta por la ley Bases, como por el Paquete Fiscal que en la primera semana de debate se encontraron con un escenario en el Senado, mucho más complejo al esperado.
El Gobierno ya da por descontado que ambas leyes sufrirán cambios, que volverán a la Cámara Baja y que los tiempos respecto del Pacto de Mayo se ajustan aún más.
Es por ello que Francos aprovechó el jueves para recibir a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Alberto Weretilneck (Río Negro), mientras mantiene conversaciones telefónicas con el resto de los mandatarios. También Santiago Caputo forma parte de la interlocución con los gobernadores.
En ese marco, el Gobierno ya trabaja en las nuevas concesiones que hará en el articulado tanto por la ley Bases, como con el Paquete Fiscal, mientras se apresta a hacerle modificaciones al Pacto de Mayo que se celebrará el próximo 25 de mayo en el Palacio de Justicia de Córdoba, con la presencia de mandatarios, legisladores y la entrega de condecoraciones. Introducirá elementos relacionados con la educación, tal como pidieron los amarillos en el encuentro con Karina. Antes, lo reclamaba la UCR.
El escenario en la Cámara Alta resultó tan espinoso que ayer Francos hasta recibió a la senadora del PRO, Guadalupe Tagliaferri, quien se desmarcó de la bancada presidida por Luis Juez y planteó modificaciones. La senadora larretista llegó hasta la Casa Rosada acompañada por el diputado cordobés, Oscar Agost Carreño. Porque los legisladores antigrieta buscan mantener canales de diálogo con el Gobierno.
Hasta Mauricio Macri, quien mantiene diálogo frecuente con Luis Juez, tuvo palabras puertas adentro del PRO moderando el apoyo a los libertarios.
En Casa Rosada repiten hasta el cansancio que los votos para la aprobación en general de ambos proyectos están, sin embargo, en el Senado reconocen que no hay fecha ni siquiera para el dictamen. La discusión por la ley Bases se reanudará el lunes, pero el debate por el Paquete Fiscal todavía no tiene fecha. El dato no es baladí, porque da cuenta de lo cuesta arriba que se tornó la negociación para el oficialismo.
Ya el miércoles por la tarde en el oficialismo reconocían por lo bajo que no habría dictamen en la semana que culmina. Los senadores de la oposición continuarán acercando al oficialismos las dudas y las eventuales modificaciones que el secretario parlamentario, Agustín Giustinian le hará llegar al vicejefe de Gabinete, José Rolandi.
Los puntos en cuestionamiento quedaron claros. El RIGI (o régimen para grandes inversiones), la reversión de Ganancias y la laxitud del blanqueo.
El punto más controversial con los mandatarios es Ganancias, un tributo que se coparticipa en un 60%. Los mandatarios del norte presionan para que se apruebe y han jugado fuerte, pero han jugado sus cartas en Diputados. Los senadores salteños del peronismo no responden a Saénz.
En Tucumán, Jaldo no cuenta con el ahora senador Juan Manzur. Tal vez sí pueda influir sobre Sandra Mendoza. En su apoyo público a la Casa Rosada Jaldo incluso criticó el paro de la CGT. Con todo, en el Gobierno reconocen que hay algunos cortocircuitos con el tucumano.
Otra incógnita es lo que sucederá con los senadores que responden a Gerardo Zamora. Francos tenía en agenda una nueva reunión con el santiagueño, la que todavía no se concretó.
La oposición más dura es en la Patagonia, en donde los mandatarios no quieren quedar asociados a la reversión de un impuesto que sería muy extendido entre los patagónicos. El chubutense Nacho Torres (quien mantiene comunicación diaria con Francos) llevó la voz cantante. Piden un piso de $ 3 millones y una progresividad distinta por “zona desfavorable”.
El rechazo patagónico a Ganancias amenaza con ser transversal; y es que dentro de los 18 senadores del sur hay muchos del peronismo y de La Cámpora.
En tanto lo relacionado al RIGI genera dudas no entre mandatarios, sino en su redacción. El artículo 163 de la ley Bases fue largamente cuestionado en presencia del secretario de Energía, Eduardo Chirillo, por no respetar la autonomía de las provincias.
Además encendió alarmas en sectores industriales por la falta de arancelamiento a las importaciones, aunque dichas quejas fueron llevadas a la cartera de Luis Caputo.
Capítulo aparte merece el blanqueo de capitales, que tal como está redactado permite que los “hermanos” de funcionarios puedan ingresar al régimen, lo que incluye a los hermanos Milei.
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