Mientras se recolectan en la provincia los primeros lotes de girasol, el empresario acopiador de Pampa del Infierno Jorge Brugnoli estimó que toda la cosecha del cultivo se trasladará en camiones hacia las plantas de procesamiento ubicadas en el centro del país, lo que significará mayores costos de transporte derivados del medio más caro entre todos los posibles para enviar la producción.
"Los primeros lotes ya se empezaron a cosechar. Este año se perdió un importante operador, que era Molinos Río de la Plata. Y quedaron tres: Bunge, Vicentín y AGD. Este último opera en Córdoba con las cargas. Vicentín opera en Ricardone y Bunge en San Jerónimo (ambos en Santa Fe). Todo es a camión porque no hay terminales de ferrocarril", puntualizó Brugnoli, que es también vicepresidente de la Compañía Logística del Norte S.A. (Colono), operadora de las instalaciones de la ex Junta Nacional de Granos, en Barranqueras.
Así, en declaraciones a radio Universidad, el empresario planteó las complejidades de la logística y los altos costos que siguen pagando los productores establecidos en el norte argentino. “El costo de Rosario al Sudeste Asiático es de 45 dólares por tonelada, y en esta parte del país cuesta más de 50 dólares llevar la producción a los puertos del Gran Rosario. Es demasiado desproporcionado”, expuso.
Como líder de una empresa que integra servicios y que tiene también un sistema de transporte para trasladar la producción, aseguró que “los que se llevan la gran torta son los choferes de camiones”, marcando además que “los salarios de los transportistas son altísimos”. “Cualquier camionero cobra 2000 dólares por mes, de bolsillo. En el sector privado hay que buscar mucho para encontrar esos sueldos”, puntualizó.
El transporte
"Los datos de La Nación son para la zona núcleo", dijo Brugnoli sobre un informe publicado el lunes en el diario porteño acerca del impacto y beneficios que tendrá el transporte de granos para el gremio camionero que lidera Hugo Moyano. Uno de los datos más significativos indica que el transporte se queda con el 15% del valor de la producción granaria. “En el norte del país, el flete automotor representa arriba del 20% del valor del producto”, estimó.
Esos datos valen para la soja, pero llevados al maíz o al sorgo, el flete terrestre se lleva entre el 32 y el 35% del valor del producto. En este sentido, el empresario habló así del “costo argentino”, una suerte de contrapeso que debe soportar el productor y que incluso termina por tapar el beneficio de la eliminación de las retenciones a distintos productos primarios.
En ese punto, Brugnoli aseguró que hoy es “poco y nada” el volumen de producción que se traslada por ferrocarril, uno de los modos de transporte más económicos. “Nosotros estamos cargando algo en Salta (donde el Grupo Brugnoli tiene una de sus plantas de acopio), con los pocos trenes que nos otorga el Belgrano Cargas. Pero sé de mis colegas de aquí que no están yendo por ferrocarril”, comentó.
Reveló así que su empresa operó toda la soja con cargas fluviales en el Centro de Acopio y Embarque Barranqueras, que administra Colono. “Toda esa infraestructura necesita una fuerte inversión para tener, al menos, dos modalidades de carga a las barcazas y no una como tenemos ahora”, indicó finalmente.
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