Se mantiene viva la expectativa por parte de extrabajadores de óleos del Centro, para que la fábrica vuelva a operar.

La aparición de inversores privados, tanto locales como de otros lugares del país, resulta un dato alentador aunque resta resolver una serie de detalles para su reactivación.

El principal escollo es que todavía la empresa no dio de baja el contrato de arrendamiento con ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas), que es la dueña del predio.

Si bien ya hace cinco meses que la planta dejó de operar, la disolución del vínculo se hace esperar y esto traba cualquier acción futura.

Por un lado, habría alquileres adeudados por parte de Óleos del Centro, que a su vez, reclama que se le reconozcan algunas inversiones realizadas en el lugar. Esa sería la principal disyuntiva que conspira contra un acuerdo entre las partes.