El procurador bonaerense negó su participación en la Gestapo antisindical y apuntó contra el ministro de Trabajo de Vidal, Marcelo Villegas. Reconoció ingresos a la AFI macrista y se refirió a la relación de fiscales a su cargo con los servicios de inteligencia. La poco convincente explicación que dio sobre por qué tenía un celular encriptado de la exSIDE.
El -aún hoy- procurador bonaerense Julio Conte Grand declaró ante la Comisión Bicameral de control de los organismos de Inteligencia por su vinculación con la Gestapo antisindical. Según pudo reconstruir El Destape negó cualquier participación en el armado de causas, dijo desconocer las relaciones de los funcionarios y fiscales a su cargo con los espías del macrismo y aseguró que el que tiene que dar explicaciones sobre el video es el exministro de Trabajo Marcelo Villegas, al que la Bicameral citará para la semana próxima. Conte Grand sí reconoció sus visitas a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) pero las justificó como parte de la organización del G20, evento que el gobierno de Mauricio Macri utilizó como excusa para un buen número de maniobras de espionaje ilegal. Ante la pregunta de por qué tenía un teléfono encriptado otorgado por la casa de los espías no pudo dar una respuesta coherente.
En la reunión, que se realizó este jueves y duró cerca de 2 horas, estuvieron los integrantes de la subcomisión creada para el seguimiento del caso de la Gestapo antisindical y algunos integrantes de la comisión. Fueron parte del encuentro: el presidente de la Bicameral Leopoldo Moreau, los diputados Rodolfo Tailhade, Miguel Bazze y Cristian Ritondo y el senador Mariano Recalde. Varios coincidieron en que las explicaciones de Conte Grand fueron muy poco convincentes.
Conte Grand intentó despegarse de la operación y dijo varias veces que el que tiene que dar cuenta de lo que hizo es el ex ministro de Trabajo Villegas. En la reunión en el Banco Provincia se lo escucha a Villegas decir frases como “Hemos chequeado con la Procuración, Fiscalía, con el juez que eso va a funcionar”, “No estaríamos a este nivel hablando con ustedes (...) si no tuviésemos asegurado la cuestión judicial” y que trabajaban “con todo soporte de la Procuración General”, es decir, Conte Grand.
El -aún hoy- procurador bonaerense primero les dijo a los integrantes de la Bicameral que a lo que Villegas se podía estar refiriendo era a que la Procuración acompañaba siempre cualquier tipo de denuncia desde sus distintas áreas. Pero ante la insistencia de los legisladores optó por desentenderse del asunto y cargar todo sobre Villegas.
La Bicameral citará a Villegas para el miércoles de la semana que viene para confrontar su versión con la de Conte Grand. O Villegas mentía en la reunión o Conte Grand miente ahora. El procurador llegó a decir que se enteró de la reunión de la Gestapo por los medios.
Conte Grand sí reconoció sus visitas a la AFI, donde dijo que se reunió con Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, pero alegó que fue como parte de la organización del G20. Vale recordar que ese evento fue utilizado por Macri y sus espías como excusa para desplegar una red de espionaje masivo e ilegal que incluyó, tal como informó El Destape, desde los 403 periodistas acreditados para su cobertura hasta las tareas de inteligencia clandestinas sobre CFK. Una serie de informes secretos de la AFI, a los que accedió El Destape, construyeron un escenario de supuestas amenazas terroristas en torno a eventos internacionales que sucederían en Argentina como el G20, una reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o los Juegos Olímpicos de la Juventud. Todo fue para justificar el espionaje a CFK y a otros dirigentes políticos.
Si la defensa de Conte Grand para explicar por qué concurría a la AFI es esa, es muy poco convincente. Más aún cuando alega que el celular encriptado de la agencia que tenía fue para estar en contacto por esa situación y a la vez con la DAJUDECO pero que nunca lo usó. En la Comisión Bicameral le preguntaron por qué él tenía ese celular y el resto de los procuradores del país no. El -aún hoy- procurador bonaerense no tuvo respuesta. Eso sí, aclaró que devolvió el teléfono encriptado de la exSIDE. Por cierto, ese tipo de aparatos también lo tenía la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y parte de su círculo de funcionarios más estrechos.
Los miembros de la subcomisión investigadora también le preguntaron sobre las actividades de varios fiscales sobre los que pesan denuncias (y en algunos casos procesamientos) por sus vínculos con los servicios de inteligencia. Casos como el del fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, involucrado en el D’Alessiogate, o el de Lomas de Zamora Sebastián Scalera, pieza clave de otro caso de persecución sindical, el de la familia Moyano. Un dato no es menor: uno de los espías que fue a visitar al juez Luis Carzoglio de parte de Mauricio Macri para que detuviera a los Moyano fue Juan Sebastián “Enano” De Stéfano, uno de los que participó de la reunión de la Gestapo antisindical. El “Enano” estuvo en la Casa Rosada diez días antes de ver a Carzoglio, en agosto de 2018. No se perdía una.
Conte Grand negó toda vinculación con estas actitudes de sus subalternos y dijo que iniciará una investigación interna, algo que podría haber hecho hace tiempo.
También le preguntaron por el Proyecto AMBA, el armado de bases de inteligencia en territorio bonaerense orquestado entre la AFI y Maria Eugenia Vidal, según reconocieron tiempo atrás en esta misma comisión Arribas y Majdalani. Pero Conte Grand dijo desconocer ese proyecto desde el que se practicó un espionaje ilegal masivo en la provincia de Buenos Aires (que hoy se investiga en la justicia federal de Dolores). No sonó verosímil. No sólo Conte Grand era el procurador bonaerense; había sido el secretario Legal y Ténica de Vidal en tiempos en que esas bases comenzaron a levantarse.
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