Mientras continúa la polémica por los dichos del titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, quien minimizó la represión ilegal durante la dictadura militar, y al tiempo que desde el Gobierno intentan despegarse de sus declaraciones, hoy el ministro de Justicia y Derechos Humanos,Germán Garavano,reiteró que se trató de una lectura "personal" de la historia, aunque reconoció que no trabajaría con alguien que piense así y hasta calificó su opiniones como "trágicas".

"La posición de Gómez Centurión está lejos de la del Gobierno en esta materia. Casi en veredas opuestas", destacó el funcionario, y reiteró que se trató una postura "que tiene que ver con sus opiniones".

Además, Garavano señaló que el titular de la Aduana "tiene en el Gobierno es un rol muy acotado, un área técnica", y remarcó que "es una decisión de él y de su superior si continúa o no en la prestación de ese cargo"

Gómez Centurión consideró esta semana que en la última dictadura militar "no hubo un plan sistemático para hacer desaparecer" personas. Además, sobre la cifra de desaparecidos, sostuvo que "no es lo mismo ocho mil verdades que 22 mil mentiras".

"En definitiva terminan siendo opiniones trágicas, pero opiniones", opinó hoy el ministro de Justicia y Derechos Humanos, quien ponderó además la necesidad de respetar "todas las voces, aunque nos generen la peor de las repulsas".

Durante una entrevista en radio Blue, y consultado sobre si tendría en su equipo de trabajo alguien que piense como Gómez Centurión, Garavano fue categórico. "No, yo personalmente no. Porque además mi área, obviamente, está muy ligada a esa temática, con lo cual la gente que colabora tiene otra forma de mirar la realidad y tiene otra responsabilidad en torno a esta cuestión".