Lo afirmó el consejero escolar por el radicalismo, Sebastián Sirochinsky, en ocasión de presentar la respuesta al informe que emitiera la Auditoría de la Dirección General de cultura y Educación.
Hace algunas semanas estalló un escándalo en torno a la emisión por parte de la Auditoría General de la Dirección General de Cultura y Educación de un informe del que se desprendía el accionar irregular de las autoridades del Consejo Escolar en relación a diversos temas.
Algunos bloques del Concejo Deliberante no dudaron, y pidieron una citación urgente de la presidente del cuerpo, la radical Claudia Piccolo para que brinde las explicaciones del caso en la Comisión de Educación.
En la tarde de hoy, Loquepasa.net dialogó con el consejero radical Sebastián Sirochinsky quien minutos antes había presentado el descargo formal al mencionado informe en la sede de al Dirección General de Cultura y Educación.
“El informe sirve para aclarar algunos puntos en los que habían surgido algunas dudas en la auditoría en cuanto a plazos, indicando las fechas reales” indicó el consejero.
“Se habían encontrado algunos defectos, como una demora desde mediados de febrero hasta junio en algunas adjudicaciones, y ha quedado demostrado que nosotros recibimos los cómputos y presupuestos a mediados del mes de abril” explicó.
Sirochinsky detalló que “se aclaró también el tema de las deficiencias en la facturación, ya que en la facturas que estaban recibiendo los proveedores no estaba determinado el domicilio de la Dirección General de Cultura y Educación”, e indicó que también “se despejaron dudas en relación a algunos legajos de proveedores que no estaban”.
“Los informes de auditoría son en realidad para optimizar el funcionamiento del consejo, y esto lo han tomado como un fallo judicial, y no es así” explicó, y se mostró optimista: “la respuesta será bien recibida y se podrá llegar solo a una recomendación”.
Para finalizar, el consejero radical denunció que esta situación “se tomó como algo político, hay gente que ha querido usar un informe de carácter preliminar como un juzgamiento, quizás sea por desconocimiento, pero creo que más que nada para buscar un rédito político y un desgaste en la figura del consejo”.
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