Durante la habitual rueda de prensa que ofrece cada mañana, Capitanich destacó ante los medios acreditados de Capital Federal que esta obra “configura una auténtica reparación histórica” para el Norte argentino. “El NEA debe sobrellevar un alto gasto energético en su estructura industrial, generadora de fuentes de trabajo”, indicó.

Así también, valoró los 200 millones de dólares del último crédito solicitado al Banco de Desarrollo para América Latina-CAF, para afrontar las redes de distribución domiciliaria del gas. En este orden, durante el acto que tuvo lugar el lunes en el Salón Mujeres Argentinas, el funcionario entregó al director Representante en Argentina del organismo internacional, Rubén Ramírez, la nota de voluntad y compromiso para la obtención de un crédito.

En este contexto, Capitanich dijo que las obras del gasoducto, en las que se invertirán 15.800 millones de pesos, tienen ‘una magnitud importante para el norte argentino, principalmente Formosa, Chaco, Misiones y Corrientes‘. Así, destacó la ‘magnitud y relevancia‘ de esa obra, por lo que significa como ‘insumo estratégico para el desarrollo industrial y el abastecimiento de demanda por parte de los usuarios‘.

Subrayó además el impacto y efecto multiplicador de empleo y lo que significará en las transformaciones estructurales para las economías regionales.

Al igual que Capitanich, fueron varias las voces que ponderaron los avances en las formalidades administrativas necesarias para dar paso a las obras del gran ducto que abastecerá a la única región del país que no cuenta con gas en pleno siglo XXI. En ese sentido se expresaron el vicepresidente segundo de la Unión Industrial del Chaco (UICh), Ricardo Khayat; el titular de la Federación Económica del Chaco (Fechaco), Rodolfo Opat; el diputado provincial Carim Peche y el intendente de Castelli, Alberto Nievas.