El consumo de bebidas azucaradas provocan serios problemas en niños y adultos de nuestro país ya que genera mayor riesgo de sufrir enfermedades como diabetes, problemas cardiovasculares y cáncer. Enterate a continuación las cifras alarmantes.
Según el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) en Argentina uno de cada cuatro casos de obesidad en niños y adolescentes está asociado con el consumo de gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas con azúcar.
Señala, en ese sentido, el vínculo entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad y el mayor riesgo de sufrir enfermedades como diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Las gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas son responsables del 10% de los casos de sobrepeso y del 27% de los casos de obesidad en niños y adolescentes de 0 a 17 años.
La realidad en Misiones
La provincia de Misiones no es ajena a los números que se manejan a nivel nacional. Las gaseosas son un problema que se han transformado en un hábito difícil de desterrar, principalmente en adultos.
No hay diferencias entre gaseosas y aguas saborizadas, algunas hasta tienen más azúcar que las gaseosas y ahí surge un problema grave, el exceso de consumo de azúcares.
Melisa Figueredo, Nutricionista de Posadas analizó: “Considero que aumentó el consumo de agua saborizada porque muchos piensan que tiene menos azúcar o es mejor que las gaseosas. El consumo de estas bebidas son calorías vacías porque son azúcares que se consumen en gran demanda y no nos sirven”.
La cantidad de azúcar que traen incorporado las gaseosas.
En muchos casos la gaseosa es un premio, algunos padres les dicen a sus hijos que si se portan bien pueden tomarla y ahí se transforma en un hábito, por eso nunca termina el círculo vicioso que a la larga trae consecuencias como ser obesidad, sobrepeso, insulina alta, sedentarismo.
Datos reales
La nutricionista, que atiende a sus pacientes en un consultorio ubicado en el barrio Villa Sarita, remarcó: “Ahora está muy marcado, hay nenes que directamente no consumen agua, tienen entre 12 y 15 años y no hay chance que tomen agua. De cada 10 menores, cinco no pueden vivir sin las gaseosas y el resto se acostumbró a beber agua”.
En aquellos niños que les cuesta tomar agua, en muchos casos es por un tema familiar, porque generalmente los padres consumen mucho y actúa como un espejo. Es una cuestión de hábito que si o si tiene que haber en la mesa una gaseosa porque sino al parecer no es almuerzo.
Diabetes, sobrepeso, insulina alta, son algunos problemas causados por bebidas azucaradas.
Tomar gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas desencadena en Argentina, cada año, 357.000 casos de diabetes en hombres y 282.000 en mujeres.
“ESTÁ MUY MARCADA LA DIFERENCIA, LA MITAD DE LOS NENES NO LES MODIFICA LA GASEOSA Y LA OTRA PARTE NO PUEDE VIVIR SIN BEBIDAS SABORIZADAS”. MELISA FIGUEREDO, NUTRICIONISTA.
Una cuestión de hábitos
Los especialistas coinciden que es más fácil cambiar el hábito a un niño que a un adulto de 40 años que tomó gaseosa toda su vida. Por eso la alimentación de los padres repercute directamente en la de los niños en muchos casos por el resto de su vida.
Una gaseosa de 600 ml. tiene 13 cucharadas de azúcar.
Sobre esta situación Figueredo señaló: “La clave no es dejar la gaseosa sino tener un límite o equilibrio, y es una cuestión social, no lo vemos como algo malo, ya está asumido, pero es una destrucción silenciosa”.
Argentina es uno de los países que lidera el ránking de consumo a nivel mundial. El sistema de salud gasta $ 55.800 millones de pesos argentinos en la atención de enfermedades derivadas de su consumo (el 2,8% de la inversión en salud anual)
En nuestro país el promedio de consumo anual de gaseosas es de 85 litros por persona. Este es uno de los motivos por los cuales el 66% de los argentinos tienen sobrepeso.
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