¿Ganó el Gobierno?: Prefectura levantó la protesta y los gendarmes analizan lo mismo

El edificio Guardacostas funciona con normalidad y los prefectos levantaron el acampe. “Vamos a esperar hasta ver los sueldos del mes que viene”, dijeron. Esta tarde, los gendarmes decidirán si imitan esa acción o continuan con el reclamo en el edificio Centinela. “Si nos dan 5300 pesos de básico, es un gran paso”, señalaron los voceros. Hubo festejos por la renuncia del hermano de Garré.
A pesar de que el Gobierno anunció ayer que no aceptará el pedido de 7 mil pesos de salario básico, la protesta de efectivos de la Prefectura y Gendarmería va perdiendo fuerza. De hecho, después de ocho días, los prefectos levantaron el acampe que mantenían en el edificio Guardacostas hasta “esperar los recibos de sueldo del mes que viene” mientras que los gendarmes analizarán esta tarde la posibilidad de seguir el mismo camino.

“Vamos a esperar hasta el mes que viene para ver cuánto cobramos y ver si es verdad lo que dijo el Gobierno”. Así, los efectivos de la Prefectura argumentaron la decisión de levantar la protesta después de que el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, anunciara que la Casa Rosada no aceptará el petitorio presentado la semana pasada.

De todos modos, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, dijo ayer que con "el decreto 1307" sancionado entre el 80 y 90 por ciento del haber pasará a ser remunerativo, con lo que se blanqueará parte del sueldo.

Por eso, los prefectos decidieron, por el momento, terminar con la protesta mayor. De hecho, el Guardacostas esta mañana funcionaba con normalidad a pesar de que las puertas sobre la avenida Madero estaban cerradas y ya no había efectivos en las veredas, amén de los consignas. “Queremos ver si es verdad que vamos a cobrar un poquito más, queremos ver los recibos el mes que viene. Si no nos satisface, seguramente volveremos a protestar”, dijo un efectivo que prefirió el anonimato.

Otros efectivos señalaron a LPO que “este mes hubo un pequeño aumento” (que llegó a unos 700 pesos) pero que “no es suficiente”. La bronca con Abal Medina continuaba a pesar de los anuncios aunque los prefectos admitieron que “no había más por hacer en este momento”.

La situación en el edificio Centinela de Gendarmería era similar. Es que la imagen distaba mucho de la registrada el fin de semana cuando los gendarmes coparon las inmediaciones del edificio junto a sus esposas e hijos. Esta mañana unos 25 gendarmes resistían estoicamente el frío y el viento que soplaba desde el río amparados en las dos carpas montadas en la mole.

No obstante, los voceros del grupo aseguraron que “la protesta continuará” y que esta tarde podrían sumarse más efectivos. “Anoche llovió e hizo mucho frío. Muchos se fueron a sus casas a cambiarse y a otros no los dejan salir de sus puestos”, dijeron los voceros.

Lo cierto es que este mediodía estaba planeada una asamblea entre los presentes para decidir los pasos a seguir. Finalmente, la reunión pasó para las 18. Entre las opciones figuran continuar con el campamento, “replegarse” (según dijeron los voceros) y continuar con el pedido mediante envío de notas al ministerio de Seguridad o recurrir, nuevamente, a la vía judicial.

Además, los efectivos dejaron trascender a LPO que en caso de que (al igual que en Prefectura) en los recibos de sueldo del mes que viene aparezca un aumento del básico sustancial con parte del blanqueo “el panorama cambia”. “De 2400 pesos podríamos pasar a 5200. No son los 7 mil pero es un gran paso. Hay que dejar en claro que no estábamos acostumbrados a estas cosas”, dijeron los voceros.

Pero, según sostuvieron los gendarmes, el retiro del acampe no significará renunciar al pedido de mejoras salariales. “Perdimos una batalla pero no la guerra”, aseguran en tono bélico. Y festejaron la renuncia como funcionario de Seguridad de Raúl Garré, hermano de Nilda Garré.

“Abal Medina nos dio un cross pero nosotros le dimos un gancho al hígado con la marcha a la Plaza de Mayo. Con lo de Garré están las consecuencias”, dijeron los efectivos

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